El problema de la vialidad de la capital de
Veracruz es grave y de consecuencias
múltiples, algunas impredecibles y sólo semejantes al poder del “asesino
silencioso” como se le llama al colesterol
y la escalada de infartos que produce. Se puede infartar la economía, la
administración pública, el sistema educativo, los concesionarios del transporte
y lo mismo los choferes que soportan con
usuarios y particulares la violencia, el estrés y la proliferación de la
diabetes.
Parece que no son pocos los que ya se dieron cuenta que hay una trampa común en la que todos los actores han caìdo y vienen perdiendo
porque ni más autobuses son garantía de más ingresos para concesionarios, ni la
existencia de mas unidades favorece el ingreso de los choferes y tampoco brinda mejor servicio a los usuarios. Tampoco las
autoridades ayudan en mejorar el servicio
autorizando nuevas concesiones o unidades.
En todo caso, el esfuerzo humano como la eficiencia
y la productividad de toda inversión han
de medirse en términos de resultados obtenidos,
de las òptimas ganancias con los menores costos, tiempos y movimientos y no a la inversa. No siempre trabajar más
horas mejora la calidad de vida cuando es a costa de la salud de la
empresa o de la de los trabajadores; no
siempre sobre explotar las unidades en corridas de poco pasaje garantiza el
pago de los costos de combustible y salarios, y què decir cuando en ocasiones, pelearse el pasaje termina en tragedia. El uso
intensivo como la sobre explotaciòn del trabajo o de los recursos naurales no
es el camino adopado por las empresas mas sòlidas.
Estos y muchos otros razonamientos son los
que vienen haciéndose desde hace meses autoridades, y concesionarios. De hecho
ese dialogo permanente llevò a los programas piloto que permitieron demostrar que un día de
suspender taxis y autobuses era más
rentable que no hacerlo. Hoy sorprende pero tiene su explicación la actitud de
los transportistas y Xalapa se ha liberado al día de hoy de 4500 espacios
automóvil, cifra que confunde a los que desconocen el procedimiento de cálculo
en parte debido a la insuficiente de
explicación de las autoridades.
250
autobuses que diario dejaron de
circular multiplicado por el espacio de 3 autos por unidad, equivale a 750
espacios auto liberados y esta cifra multiplicada por 4 vueltas de ruta en
promedio de cada autobús arroja un total de 3000 espacios auto que liberaron
mas de superficie de rodamiento en beneficio del tiempo y costo de todos los
demàs. A esto se añade 1500 taxis diarios que dejaron de circular un día, da un
total de 4500 espacios auto que se liberan de las calles de circulación.
Le preguntamos al Director de Transito Oscar
Guzman de Paz sobre los posibles daños a los usuarios y categórico afirmò el programa está enfocado a mejorar el
servicio y hay un acuerdo unánime con los concesionarios sobre este objetivo
por lo se dispondrá de unidades llamadas comodín
para actuar en caso de una situación emergente que lo requiera, mismas que
entrarían de inmediato en acción.
En una sociedad individualista, egoísta y
desconfiada por las razones que sea, es natural que haya voces
que aunque bien intencionadas pero confluidas opinan en contrario de este programa porque que
no se han acercado a dialogar con los involucrados o porque esconden otros
intereses. Sin embargo, cuando hay voluntad de diálogo y los lideres razonan
sobre nuevos criterios de rentabilidad surgen las mejores soluciones. A los usuarios
como a algunos criticos de este Programa se nos olvida que son humanos los
operadores de autosbus y de taxi y que
la prueba piloto les permitiò conocer un dìa de desacanso con mejores ingresos.
Por supuesto que no es suficiente, es solo
un paso. Muy importante dada la necesidad de transportaciòn de miles de
estudiantes, trabajadores, niños, etc. Los concesionarios del transporte urbano
estàn poniendo el ejemplo a muchos otros empresarios.
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