¿A
DÓNDE CREEMOS QUE VA MÉXICO CON ESTA “CULTURA POLÍTICA”?
Falso que sea bueno el futuro que les espera a las actuales y futuras
generaciones de mexicanos si, a la par
de las grandes reformas consideradas en el Pacto por México no se avanza
con paso firme en la reforma política integral que comprenda el sistema de
representación, los partidos políticos, publicidad gubernamental y toda norma,
institución y política pública suceptible de traducirse en más y mejor
participación ciudadana en los asuntos públicos y desarrollo político de los
mexicanos.
INCIERTO ES EL DESTINO DE NUESTRO PAÍS
MIENTRAS PREVALEZCA LA MISMA CULTURA
POLÍTICA – y como parte de ésta, la electoral que
estamos presenciando – que ha mantenido a México atado a la pre
modernidad, con crecimiento sin desarrollo, impunidad, corrupción, leyes que no
se cumplen, concentración vergonzosa de la riqueza y una enorme desigualdad
social.
Tiene razón el Presidente
Enrique Peña Nieto en su reciente mensaje cuando declaró “Reitero la invariable disposición por continuar el
diálogo y los acuerdos con las fuerzas políticas a fin de concretar las
reformas que nos permitan, tanto consolidar nuestra democracia, como acelerar
el desarrollo y el progreso de México”. No obstante, él se mostró contento
porque su meta es a 5 años pero los que
tenemos hijos pequeños o jóvenes no podemos estar contentos cuando el México en
el que pensamos, es el que dejaremos a nuestros hijos o sea para varias décadas
más.
SILENCIO
ES LA RESPUESTA DE LOS PARTIDOS al llamado
presidencial. Las “fuerzas políticas” pueden ser llamadas a misa, unas irán y
otras no, pero por lo que vemos, ningún partido se va a sucidar aprobando
reformas que corten de tajo su monopolio y prácticas antidemocráticas y demás usos y costumbres de
décadas y que ya vimos en las recientes elecciones. ¿Acaso van a aprobar un
reglamento que garantice auténticas candidaturas independientes, efectivo respeto
a la iniciativa ciudadana y la consulta popular? ¿Continuarán con el
experimento de invitar a ciudadanos con méritos propios, de prestigio, respeto
y liderazgo en su comunidad? Hay casos
notables que arrasaron a pesar del partido patrocinador. Por favor… ¡soñar no
cuesta! Para muestra de la resistencia al cambio verdadero que tienen todos los
partidos con un botón basta.
ESTAMOS
VIENDO QUE EL TRIUNFADOR FUE EL ABSTENCIONISMO, que
datos oficiales del IFE lo establecen en 63.5 % en la media nacional. A los que
no les merece credibilidad el dato oficial, afirman que llegó al 70% y sin
gastar un centavo, sin hacer campaña, sin marketing político,
publicidad, guerra sucia, despensas, etc.
Hay estudios que señalan que el abstencionismo se registró de manera
diferente conforme a edades. Obviamente entre los jóvenes, superó el 70% y fue
mucho menor en adultos mayores.
Interesante..No?
PARECE
QUE TODOS LOS PARTIDOS ESTAN CONTENTOS porque les tocó algo y las opiniones
de sus líderes celebran triunfos políticamente cuestionables. Las
interpretaciones sobre la reciente jornada electoral provienen de los actores o
representantes de los tres partidos políticos principales o de sus voceros en
los medios y, por lo tanto, carecen de objetividad por estar impregnadas por la
disputa y el afán de más espacios de poder a partir de las elecciones
recientes. A la mayoría de los jóvenes no les interesa la poltica.
QUE
CLASE DE JORNADAS ELECTORALES LE ESPERAN
A LOS VERACRUZANOS EN JULIO 2016 para elegir Gobernador o a los mexicanos en 2018 para
elegir nuevamente Presidente de la
República?
Pues señoras y señores, jóvenes
electores, nos esperan jornadas iguales o peores que la reciente jornada a
menos que todos hagamos algo para cambiar muchas cosas que están en el
diagnóstico de la cúpula de la clase política pero nada más.
ENRIQUE
PEÑA NIETO DEBIERA CONVOCAR Y
PROMOVER LA VALORACIÓN A LAS 14 ELECCIONES ESTATALES.
¿Queremos que Veracruz sea la reserva
democrática o la reserva de votos repartibles
y “útiles” a todos menos a los
electores? ¿Es que Veracruz sirve cómo
laboratorio de concertacesiones
entre gitanos de talla extra grande?
Evaluación política incluyente,
objetiva, a profundidad, y con horizonte de corto, mediano y largo plazo es lo
que nos hace falta. Porque en materia electoral tanto lo que se haga, como lo
que se deje de hacer tiene consecuencias
en los tres tiempos. El problema del enojo o la euforia electoral es que
son miopes.
Muchas notas se leen todos los
días en torno al arribo de inversión extranjera directa y de inversionistas de
otros países. ¿Tiene México una política industrial que impulse y aliente esa
inversión interna y externa conforme a un modelo o estrategia de desarrollo de
mediano y largo plazo consensuado por los mexicanos? O simplemente se recibe lo
que espontáneamente arriba del exterior?
La pregunta es válida y nadie le da respuesta.
Sin embargo la inversión en
bienes de capital, - producción de bienes que no son de consumo final, sino
para apoyar procesos productivos- tiene otros criterios de riesgo pues exigen
sobre todo seguridad jurídica, estabilidad política a largo plazo y nuestro
listón no es para ese encaje. Mientras no “demos el ancho” en estos valores,
seguiremos siendo receptores de lo que caiga y de los que les convenga a sus
economías como Dragón Mart Cancún plataforma comercial de expansión asiática en
el continente latinoamericano de
productos fabricados en China o en sus enormes fábricas flotantes. Se nos
quedan las inversiones golondrinas o las de circo. Esas que ni empleo, ni más
riqueza generan y se largan a otro territorio cuando les convienen. (Ejemplo las maquiladoras de la frontera
norte).
Alcanzamos el abstencionismo
más alto en las historia de elecciones locales. Esto debería ser más que
suficiente para “evaluar a fondo, seriamente con esfuerzo de objetividad. Qué
pasó, qué queremos a futuro, esto es, o no es. El mundo nos observa.
Ciudadanización del poder y en lo mucho que nos falta por hacer”, como lo
expresó el Senador de la República y
Presidente de la Comisión de Hacienda y
Crédito Público de la Cámara Alta, José Yunes Zorrilla.
Añadiría, evaluación no sólo
con ciudadanos incondicionales y partidizados sino sobre todo de ciudadanos
representativos de la sociedad civil organizada. ¿Qué pueden decir de sí mismos
los partidos? ¿Son todos ciudadanos “cercanos” a la sociedad los dirigentes que ahora lanzan juicios de
valor sobre la calidad de la jornada reciente? Definitivamente no. Todo lo que
se dice proviene de los actores en pugna y además en actitud o triunfalista o
acusatoria. ¿Es que no podemos hacer una evaluación ciudadana, incluyente,
plural, responsable? De que se necesita, ni hablar. O acaso alguien cree que con elecciones como
la reciente, México podrá elegir mañana mejores gobernantes, más comprometidos
que respondan realmente a las expectativas de los electores? ¿Puede México llegar ser en el mediano plazo
una sólida potencia con la urgencia de ser un país de oportunidades para todos
a lado de los países altamente desarrollados?
0 comentarios:
Publicar un comentario