lunes, 21 de enero de 2013

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NETAS: PRODUCTORES DEL CAMPO - GOBIERNO






La necesidad tiene cara de hereje dice un dicho popular y las demandas más urgentes que plantean y negocian ahora las organizaciones de productores del campo, calman pero no necesariamente son la respuesta integrada, con visión de fondo y de conjunto que un campo próspero y con oportunidades para todos, supone. Las nuevas generaciones de dirigentes del campo están convocados, lo mismo a ser gestores de demandas fragmentadas que actores concertadores de una política y una planeación integral, de corto y mediano plazo congruente con el Proyecto de Nación. 





A continuación se reproducen algunos de los planteamientos que con este enfoque diversas organizaciones del campo, más de 20 y de diversas tendencias políticas todas integrantes del Congreso Agrario Permanente, viene manifestando:


  •  El Presidente Enrique Peña Nieto dijo en su primer mensaje: ¡¡es el momento de México!!,  y es lógico que los productores del campo esperan que de verdad también sea su momento, porque ellos son parte de México.

  • Saben  los dirigentes de los productores que en estos próximos meses se diseñará y  aplicará la nueva política  para el campo que regirá para todo el sexenio y  que sus organizaciones  deben están listas a participar y sobre todo para precisar porqué no quieren más de lo mismo, y porqué advierten no estar dispuestas a que los compromisos presidenciales naufraguen  traicionados por la burocracia.

·        Esperan  que sean escuchadas todas las voces sobre todo por funcionarios del sector agropecuario y a todos los niveles. Demandan que por fin  se ponga en marcha una nueva política  agropecuaria que responda al interés común del Estado Mexicano y a los verdaderos productores.

·        Requieren con urgencia una reestructuración total de las dependencias del sector agropecuario. Demandan que la administración pública sea realmente un instrumento eficaz y eficiente al servicio de los productores, no una carga burocrática que se justifica así misma. Exigen que la corrupción sea combatida sin cuartel; que  la rendición de cuentas, transparencia y derecho a la información sean realidad plena y que haya  castigo ejemplar a quien incurra en subejercicio de recursos con el pretexto que sea.

·        Hace rato que también exigen que las reglas de operación sean para acceder no para impedir el acceso de los productores a los apoyos de los programas y que el calendario presupuestal y programático de las dependencias se adapte al calendario y ciclos productivos y no a la inversa.


·        Un trato igual a desiguales es y será siempre un trato injusto, en consecuencia, las organizaciones están en su derecho de demandar políticas agropecuarias diferenciadas. No aplicarlas así, significará para ellos más de lo mismo y de eso ya están cansados. La medición de resultados en productividad y en mejores condiciones de vida, deben ser los indicadores fundamentales de toda la política agropecuaria. Que no se enreden ni quieran confundir con otros criterios secundarios.


·        Parte de esta diferenciación representa apoyar la economía de traspatio. Un programa nacional eficaz, flexible, accesible, trasparente y con resultados medibles que sea parte central de la Cruzada Nacional contra el Hambre la cual aplauden todas las organizaciones del Congreso Agrario Permanente mediante la incorporación de pequeños y medianos productores   a este mismo propósito.


·        No hay la menor duda ni reserva de que es necesario y urgente la modernización tecnológica. Sin embargo eso hasta ahora ha sido un fracaso. El campo y los productores presentan una diversidad cultural y productiva dispuesta al cambio tecnológico con inteligencia, con extensionismo que rescate y desarrolle la mejor tradición de la asistencia. El campo mexicano demanda un nuevo extensionismo, sensible, comprometido, de servicio, abierto a la cultura empírica y respetuoso de la diversidad cultural y productiva del campo.


·        Hasta ahora la política hidráulica ha sido injusta para productores y regiones, basta ver en dónde y a quiénes se ha beneficiado con la inversión en infraestructura de almacenamiento y de riego. Si de verdad se aplicara una política eficaz a favor de la autosuficiencia alimentaria, a este fin debería responder también la política hidráulica y los planes de inversión.


·        El exceso de intermediarismo y la debilidad organizativa de los productores es un enemigo histórico del campo. Se requiere revisar y diseñar nuevos instrumentos de regulación en esta materia, tanto en el mercado interno como en el intercambio comercial con el mundo.


·        Es necesario rescatar la banca de desarrollo. El sector agropecuario debe contar nuevamente con este valioso instrumento de política que es el financiamiento. Instituciones y productores están convocados a asimilar los errores de experiencias pasadas (BANRURAL) pero no para desaparecer el financiamiento al campo sino para hacerlo más eficiente, eficaz, transparente y productivo. El crédito es determinante para el campo.


·        Como parte de la transformación de toda la política agropecuaria, los productores y el campo mexicano requiere apoyos para hacer posible realizar los cambios productivos que permitan mejorar la competitividad de sus productos frente a los de otros países. Para ello es necesario que el gobierno impulse una política que promueva la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías.

·        Los niveles de pobreza reconocidos oficialmente registra 40% de la población en condiciones de pobreza y la mitad de los alimentos básicos dependen  de las importaciones.


·        Los campesinos de Veracruz han refrenado su esperanza de que  el nuevo gobierno federal y las políticas que está por definir les brinden mayores oportunidades y mayor seguridad.


·        Una gran reto para todos es lograr la seguridad alimentaria, y al mismo tiempo transitar hacia la producción comercial competitiva en un mercado globalizado, que permita generar utilidades y bienestar para los campesinos; el reto es lograr la seguridad y la competitividad agroalimentaria sin  comprometer nuestra soberanía.


·        Se necesita proponer y defender un mayor presupuesto para el campo veracruzano y una nueva política de atención a los campesinos, no solo de subsidios compensatorios, sino de apoyos a la producción  como maquinaria, equipo, infraestructura, riego,  acceso al crédito y a las innovaciones tecnológicas, se necesita planeación, trasparencia y equidad en la distribución de los recursos.


Las organizaciones de productores de Veracruz saben que cuentan el gobernador Javier Duarte de Ochoa y con el Congreso del Estado  y tienen  la certidumbre de que la gestión de EPN será de mucho trabajo, de una gran disposición para abordar a fondo los cambios que demanda la atención de los complejos problemas del campo por lo cual desde ahora dependencias y organizaciones deben empezar a trabajar mas allá de las demandas fragmentas anuales y aterrizar propuestas de política agropecuaria en el marco de una planeación basada en la concertación y para todo el periodo del nuevo gobierno.





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