jueves, 4 de octubre de 2012

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Libertad de Prensa y Libertad de Expresión


Despertar a Tiempo
Romeo González Medrano
LIBERTAD DE PRENSA Y
LIBERTAD DE EXPRESIÓN

No debe extrañar que a nombre de la defensa de la libertad de expresión o del respeto a los derechos humanos se expresen no sólo perseverantes y auténticos gestores y  luchadores sociales. También concurren toda clase de actores o grupos que incluyen es sus tácticas el uso y el abuso de calificativos, juicios sumarios, agresiones, violencia verbal como si no hubiera instancias nacionales e internacionales para promover una defensa eficaz o como si la impartición de justicia fuera asunto de manifestaciones de grupos de presión.

¿Es Veracruz el estado más peligroso para periodistas? Reconocer los hechos violentos cometidos en contra de comunicadores y actuar en consecuencia, es deber ético de todos y, desde luego, responsabilidad del  Estado Mexicano integrado este por el Poder Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial  y en los tres  ámbitos de gobierno.



Desde luego es de vital importancia la oportuna denuncia para exigir justicia. De hecho falta cultura de la denuncia en la ciudadanía; sin embargo, el juicio comparativo de si Veracruz es o no es el más peligroso, jurídicamente es irrelevante; ¡una sola que sea la vida que se pierda justifica la indignación! Sospecho que el calificativo de “más peligroso” tiene otra connotación,  lo que ya se verá pues los tiempos que corren,  como los ríos en creciente, llevan de todo, aunque la turbiedad no permita distinguir su contenido.

Llama la atención que tanto en foros académicos como en actos de protesta por la violencia contra reporteros de diversos medios,  se utiliza en forma indistinto los conceptos de la libertad de expresión y libertad de prensa lo cual invita a reflexionar en ambos conceptos para evitar una  confusión y aproximarse a un deslinde que puede ser determinante para todos pero especialmente para quienes luchan por una sociedad más libre, menos injusta, más humana.

La libertad de expresión es derecho que engloba a toda la sociedad en tanto la llamada libertad de prensa atañe solo al ejercicio de quienes se dedican a las actividades de comunicación.
El primero es tan amplio que no tiene límites, comprende el arte, la cultura, de cátedra y científica, las creencias religiosas, los derechos políticos de los ciudadanos, la libertad de asociación y manifestación de ideas, el derecho a recibir o exigir información sobre los asuntos públicos, etc.

 Corresponde al Estado Mexicano la obligación de garantizar la libertad de expresión, no solo a los periodistas sino por igual a todos los mexicanos. En congruencia con este principio constitucional, recientemente el Secretario de Gobierno del Estado de Veracruz, Ing. Gerardo Buganza Salmerón expresó algunos de los criterios de la política interna encaminados a garantizar el ejercicio libre y seguro del periodismo.

El funcionario expresó:  “es una tarea que compete no sólo al gobierno, sino también a los medios de información y a los propios comunicadores”. La autoridad “ha hecho lo que corresponde y más” para atender la circunstancia que se ha vivido y que ha agraviado a este gremio y también a todos los veracruzanos. “Como gobierno, hemos atendido las peticiones de apoyo de diversos comunicadores que se han acercado a nosotros, los hemos respaldado y lo seguiremos haciendo en la esfera de nuestra obligación legal e incluso más allá, de ser necesario”.

Hay que recordar que el gobierno de Javier Duarte de Ochoa en respuesta a las circunstancias que vienen padeciendo los periodistas presentó ante el Congreso y fue aprobada, la iniciativa de ley que creó la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas, organismo autónomo. Ahora habrá que exigirle a todas las instancias gubernamentales que cumplan con lo estipulado en la ley y esperar a que la participación de todos, consolide el nuevo mecanismo.

Sin embargo, el asesinatos de periodistas, la trata de personas, la violencia, la impunidad, la violación de los derechos humanos, el mismo feminicidio, son problemas de fondo del sistema jurídico-político y, disguste o no el termino,  alcanza perfectamente para aplicarle  la categoría de manifestaciones de “Estado  Fallido”.
En ese contexto las propuestas a que se refiere el Secretario de Gobierno hay que buscarlas, no solo en el terreno jurídico o de formulas de administración de la justicia sino sobre todo en el ámbito de la cultura política y la gobernabilidad democrática de la sociedad.

Esto significa que lo que se reconozca como expresión de deterioro del Estado de Derecho incluyendo todas las formas de la corrupción, encuentra explicación en la falta de desarrollo político y en el estancamiento de la democratización de la sociedad.

En la medida en que México cuente con una ciudadanía cada vez más participativa, mas critica, mejor informada, mejor organizada que haga contrapeso a monopolios y grupos de interés que se han beneficiado del abuso del poder y de la opacidad,  seguramente se restablecerá el Estado de Derecho,  se consolidará el proceso de transición democrática mediante  acuerdos que lleven al perfeccionamiento de las instituciones y, la libertad de prensa como derecho de los comunicadores y de los propietarios de los medios, también se fortalecerá. No es a la inversa.

Aunque  muchas veces como testigos activos de los movimientos sociales, lo cierto es que la trasformación democrática de las sociedades no la han realizado los periodistas, ni los artistas críticos y protestatarios de los medios de comunicación.

No obstante,  el ejercicio de la libertad de prensa siempre ha encontrado y encontrará futuro y cobijo de sus derechos en la medida en que su quehacer se identifique y forme parte de los esfuerzos democratizadores de toda la sociedad. Conforme el periodismo trabaje y se ponga al servicio de las reivindicaciones sociales, políticas y de la democracia como modo de vida, -  en los sindicatos, en los partidos, en la familia, en todas partes, - en esa misma medida los periodistas estarán creando la mejor fortaleza y la mejor garantía del ejercicio de su profesión.

Ese es el ejemplo Francisco Zarco, articulista político combativo, fundador de periódicos, defensor de la libertad de expresión; también el caso los hermanos Flores Magón, políticos y periodistas opositores al régimen de Porfirio Díaz.

En resumen, la mejor defensa de la libertad de prensa y de la integridad de los periodistas se encuentra en la defensa de la libertad de expresión de todos y en la consolidación de los procesos democráticos así como en una ciudadanía participativa y con cultura de la legalidad. http://despertaratiempo.blogspot.mx/






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