Lo hemos dicho y reiterado, igual que en muchos otros países, el sistema
o los subsistemas de salud de México están financieramente colapsados desde
hace ya algunas décadas por diversos factores y, su fase terminal, es cuestión
de tiempo. Tal ha sido una advertencia reiterada lo mismo de organismos
internacionales que en múltiples foros mundiales realizados ex profeso, uno de
estos efectuado en México y convocado por el ex Presidente Vicente Fox.
Con localizadas excepciones, el sistema de salud padece exceso de
burocracia, opacidad, incrementos crecientes en costos de operación,
adquisición de instrumental y medicamentos, pero sobre todo enfrenta la
necesidad de ofrecer soluciones más complejas y de elevados costos por los cambios
en el padrón epidemiológico de la población mexicana la cual ha visto incrementada la esperanza
pero sin calidad de vida lo que ha dado
por resultado un creciente predominio de
enfermedades cardiovasculares y crónico
degenerativas, que comparativamente, son las más costosas del planeta.
Obviamente las causas de todo esto se encuentran en un modo de
producción y de consumo que no está
enfocado hacia la preservación de la salud ni a la atención de necesidades así como la inexistencia de políticas de sociales
y de salud que otorguen la debida prioridad,
en términos presupuestales, a los programas para la prevención de la salud.
El “derecho a la salud” se confunde con el derecho a recibir atención
médica y medicamentos cuando el concepto consensuado por las instituciones
internacionales de la salud lo vinculan a las determinantes de la salud (OMS) o
bien mejores condiciones de vida de la población. http://despertaratiempo.blogspot.mx/2010/08/enfermosnegocios-y-verdades.html
A pesar de que México tiene
suscritos acuerdos internacionales que lo comprometen a invertir más en
programas de prevención de la salud, esto se ha quedado más en discurso,
coordinaciones, buenos propósitos o declaraciones
triunfalistas sobre la llamada “cobertura
universal” mientras que los resultados de la Comisión Nacional de Evaluación (
CONEVAL) dados a conocer recientemente indican que los gobiernos de Fox y
Calderón no lograron disminuir cifras de mortalidad materna (La Jornada
19/sep/2012) por citar uno de tantos indicadores del estado real de la salud de
los mexicanos.
En un sistema federado y en cierta medida centralizado, es poco lo que pueden decidir
los gobiernos estatales o municipales. Por ello es importante aprovechar las
coyunturas que se presenten; por
ejemplo, en ocasión de la primera iniciativa de Ley de Protección a No
fumadores enviada a la Legislatura el Estado
por el Gobernador Javier Duarte de Ochoa. Con con su representación asistí y
participé en el debate de la misma, en presencia de expertos internacionales,
asociaciones civiles y legisladores
locales de todos los grupos parlamentarios.
Las preocupaciones y propuestas de
esa ocasión fueron recogidas e
incorporadas en un nuevo proyecto de ley
gracias al cual hoy Veracruz tiene una gran oportunidad de sobresalir a
nivel nacional, precisamente en materia prevención de la salud mediante su
propia Ley de Protección a los No Fumadores.
Cabe destacar que esta ley ha merecido excelentes comentarios
por parte de los expertos, sanitaristas, la academia, de asociaciones civiles y
de ciudadanos en general aunque en Veracruz solo fuma el 14% de
su población.
La citada ley representa un avance muy significativo en derechos
sociales y de gran impacto en lo que a protección de riesgos a la
salud se refiere ya que pone a Veracruz a la vanguardia a nivel nacional
en la lucha contra una de las adicciones más graves y de consecuencias catastróficas,
tanto para la salud pública, como para las finanzas, toda vez que enferma, discapacita y mata
aproximadamente 165 personas diarias en el país y a 14 en el estado,
de las cuales 1.3 fueron fumadores involuntarios.
Sin embargo esta ley solo puede ser aplicable mediante su respectivo reglamento
cuya publicación, al parecer ¡está por salir!
Hay que tomar en cuenta que el Estado Mexicano gasta más de 45 000 millones de pesos paliando los daños a la
salud y se calcula que en Veracruz ese gasto es de 2 500 millones de pesos anuales.
En resumen en relación al consumo de tabaco, la prevención más
efectiva que puede brindarse a la población son los espacios cien por ciento libres
de humo de tabaco y la ley de Veracruz ya los contempla cumpliendo así con
criterios establecidos en el Tratado Marco de Control del Tabaco, suscrito por México ante la OMS.
La lucha en contra de las tabacaleras es a nivel mundial y en
el país solo tres estados de la república ha legislado sobre esta materia (Cd. de México, Tabasco,
Morelos).
Ojalá y la urgencia de publicidad sea atendida lo antes posible, se difunda el reglamento, se pueda aplicar la ley
a fin de que nuestro estado, con la comprensión de los fumadores se
coloque a la cabeza de la prevención y control de los daños a la salud que
produce el consumo de este producto.
Lo que estamos presenciando es un proceso mundial irreversible; la lucha
contra el tabaco es prioritaria para la salud pública mundial. Veracruz está en
la palestra de los estados que han legislado a favor de
la prevención de los daños a la salud que produce el tabaco.
La prevención ya es ley y pronto contará con su reglamento; ahora sólo falta
hacerla respetar en forma participativa en el contexto de una cultura de vida
que buena falta nos hace, particularmente entre la juventud. Comentarios:
http://despertaratiempo.blogspot.mx/
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