jueves, 27 de septiembre de 2012

Tlatelolco a 43 AÑOS



La próxima semana se cumplirán 43 años  de aquella herida profunda causada a la nación la noche del 2 de octubre de 1968 por el régimen autoritario del ex presidente Gustavo Díaz Ordaz. Las redes sociales y  quizá otros medios de comunicación seguramente publicarán notas sobre algún mitin en Tlatelolco o  en otras ciudades.  Se recordará a los que murieron en la lucha por las libertades democráticas, particularmente la libertad de expresión.

Entre los congregados, no faltaran las voces diciendo a coro ¡el pueblo unido jamás será vencido!  Y mantas o cartulinas en las que se lea: ¡2 de octubre no se olvida!  Otros como el que escribe, uno más de aquellos, murmurará: ¡2 de octubre sí se olvida!; es más, ¡ya se olvidó!



lunes, 24 de septiembre de 2012

DESILUSIÓN EN LA IZQUIERDA (II)


DESPERTAR A TIEMPO
Romeo González Medrano

Una gran desilusión es lo que se percibe en muchos mexicanos, sobre todo jóvenes, que casi con fe religiosa creyeron en Andrés Manuel López Obrador. Les resulta inexplicable que el enorme capital político representado en la simpatía alcanzada entre millones de electores, aunado al respeto que le profesan o dicen profesarle no pocos de los dirigentes del PRD y de otras organizaciones, el líder tabasqueño haya decidido utilizarlo para convocar a la formación de otra nueva organización en lugar de dar la batalla, en lugar de que la bandera externa de regeneración nacional, la lanzara inteligentemente para propiciar la auto regeneración  del instrumento, el Partido de la Revolución Democrática del que fuera su fundador hace ya 23 años. Nada de esto ocurrió. AMLO no lo consideró un objetivo posible de alcanzar o que valiera la pena. Igual como ocurre en algunos matrimonios de los que se dice que desde hace tiempo la separación era un hecho consumado y que si convivieron un poco más, fue “por pura conveniencia recíproca”.
Para el análisis político, la memoria histórica es fuente invaluable de consulta obligatoria y cualquiera de los registros de esta, nos muestran a una izquierda mexicana en constante división; fenómeno que disminuye en la adversidad o en la represión coyuntural y, en cambio, se incrementa, cuando se trata de acceder al poder o tiene que compartir la parte conquistada en las urnas. Este ha sido su péndulo. Por eso, para quienes llegamos a participar en los orígenes de las izquierdas a partir de los 60´s, o sea antes de su legalización  (con la reforma de Jesús Reyes Heroles), la ruptura sin divorcio de AMLO no es novedad sino la repetición cíclica de un fenómeno cuya esencia es parte de una cultura política no precisamente democrática de la que formamos parte todos los mexicanos.
Desde 1969 lo vengo señalando cuando por más de dos años conviví con representantes de todas las izquierdas en lo que fue el penal de Lecumerri hoy Archivo de la Nación: la formación teórica, la ideología, la concepción filosófica, las creencias religiosas, sólo son posibilidades de transformación personal, nunca sinónimo o garantía que haga esencialmente diferentes a los seres humanos ni en lo individual ni como integrantes  de alguna organización.
 Ninguna ideología hace diferente a las izquierdas ni a las derechas del resto de la sociedad, ni siquiera de aquellos a quienes consideran sus adversarios. Ejemplo de fascistas, los hay y los ha habido siempre, lo mismo de izquierda que de derecha. Es más, el carácter dogmático, sectario, autoritario y antidemocrático que ha caracterizado la vida interna de muchas de las organizaciones de izquierda, en gran medida es producto histórico de la misma sociedad de la que emergen y consecuencia del régimen autoritario y antidemocrático contra el que tantas veces se ha levantado.



miércoles, 19 de septiembre de 2012

VERACRUZ ANTE UN TRATADO INTERNACIONAL




Lo hemos dicho y reiterado, igual que en muchos otros países, el sistema o los subsistemas de salud de México están financieramente colapsados desde hace ya algunas décadas por diversos factores y, su fase terminal, es cuestión de tiempo. Tal ha sido una advertencia reiterada lo mismo de organismos internacionales que en múltiples foros mundiales realizados ex profeso, uno de estos efectuado en México y convocado por el ex Presidente Vicente Fox.
Con localizadas excepciones, el sistema de salud padece exceso de burocracia, opacidad, incrementos crecientes en costos de operación, adquisición de instrumental y medicamentos, pero sobre todo enfrenta la necesidad de ofrecer soluciones más complejas y de elevados costos por los cambios en el padrón epidemiológico de la población mexicana  la cual ha visto incrementada la esperanza pero sin calidad de vida lo  que ha dado por resultado  un creciente predominio de enfermedades  cardiovasculares y crónico degenerativas, que comparativamente, son las más costosas del planeta.  
Obviamente las causas de todo esto se encuentran en un modo de producción y de consumo  que no está enfocado hacia la preservación de la salud ni a la atención de necesidades así  como la inexistencia de políticas de sociales y de salud  que otorguen la debida prioridad, en términos presupuestales, a los programas para la prevención de la salud.
El “derecho a la salud” se confunde con el derecho a recibir atención médica y medicamentos cuando el concepto consensuado por las instituciones internacionales de la salud lo vinculan a las determinantes de la salud (OMS) o bien mejores condiciones de vida de la población. http://despertaratiempo.blogspot.mx/2010/08/enfermosnegocios-y-verdades.html
 A pesar de que México tiene suscritos acuerdos internacionales que lo comprometen a invertir más en programas de prevención de la salud, esto se ha quedado más en discurso, coordinaciones, buenos propósitos  o declaraciones triunfalistas  sobre la llamada “cobertura universal” mientras que los resultados de la Comisión Nacional de Evaluación   ( CONEVAL) dados a conocer recientemente indican que los gobiernos de Fox y Calderón no lograron disminuir cifras de mortalidad materna (La Jornada 19/sep/2012) por citar uno de tantos indicadores del estado real de la salud de los mexicanos.
En un sistema federado y en cierta medida  centralizado, es poco lo que pueden decidir los gobiernos estatales o municipales. Por ello es importante aprovechar las coyunturas que se presenten;  por ejemplo, en ocasión de la primera iniciativa de Ley de Protección a No fumadores enviada a  la Legislatura el Estado por el Gobernador Javier Duarte de Ochoa. Con con su representación asistí y participé en el debate de la misma, en presencia de expertos internacionales, asociaciones civiles  y legisladores locales de todos los grupos parlamentarios.
Las preocupaciones y propuestas  de esa ocasión fueron recogidas  e incorporadas en un nuevo proyecto de ley  gracias al cual hoy Veracruz tiene una gran oportunidad de sobresalir a nivel nacional, precisamente en materia prevención de la salud mediante su propia Ley de Protección a los No Fumadores.
Cabe destacar que esta ley ha merecido excelentes comentarios por parte de los expertos, sanitaristas, la academia, de asociaciones civiles y de ciudadanos en general aunque en Veracruz solo fuma el 14% de su población.
La citada ley representa un avance muy significativo en derechos sociales y de gran impacto en lo que a protección de riesgos a la salud se refiere ya que pone a Veracruz a la vanguardia a nivel nacional  en la lucha contra una de las adicciones más graves y de consecuencias catastróficas, tanto para la salud pública, como para las finanzas, toda vez que enferma, discapacita y  mata aproximadamente  165 personas diarias en el país y a 14 en el estado, de las cuales 1.3 fueron fumadores involuntarios.
Sin embargo esta ley solo puede ser aplicable mediante su respectivo reglamento cuya publicación, al parecer ¡está por salir!
Hay que tomar en cuenta que el Estado Mexicano gasta más de 45 000  millones de pesos paliando los daños a la salud y se calcula que en Veracruz ese gasto es de  2 500 millones de pesos anuales.
En resumen en relación al consumo de tabaco, la prevención más efectiva que puede brindarse a la población son los espacios cien por ciento libres de humo de tabaco y la ley de Veracruz  ya los contempla cumpliendo así con criterios establecidos en el Tratado Marco de Control del Tabaco,  suscrito por México ante la OMS.
La lucha en contra de las tabacaleras es a nivel mundial y en el país solo tres estados de la república ha  legislado sobre  esta materia (Cd. de México, Tabasco, Morelos).
Ojalá y la urgencia de publicidad sea atendida lo antes posible, se  difunda el reglamento, se pueda aplicar la ley a fin de que nuestro estado, con la comprensión de los fumadores se coloque a la cabeza de la prevención y control de los daños a la salud que produce el  consumo de este producto.
Lo que estamos presenciando es un proceso mundial irreversible; la lucha contra el tabaco es prioritaria para la salud pública mundial. Veracruz está en la palestra de los estados que han legislado a favor de la prevención de los daños a la salud que produce el tabaco. La prevención ya es ley y pronto contará con su reglamento; ahora sólo falta hacerla respetar en forma participativa en el contexto de una cultura de vida que buena falta nos hace, particularmente entre la juventud.  Comentarios: http://despertaratiempo.blogspot.mx/




jueves, 13 de septiembre de 2012

MORENA: DIVORCIO SIN RUPTURA (I)






La izquierda mexicana, al parecer, una vez más va para atrás. Ojalá y me equivoque. México necesita ya  de una nueva  izquierda. El domingo pasado en el Zócalo de la Ciudad de México AMLO dio a conocer su renuncia al PRD y,  en automático, concluyó la alianza.  En seguida el líder convocó al Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) a constituirse en asociación civil o en nuevo partido político.

Como divorcio anunciado y de mutuo consentimiento, López Obrador y, el PRD con su  pasividad y el silencio, partieron en dos a la izquierda mexicana,  justo en el momento en que por primera vez en la historia de México y con 16 millones de votos, el tabasqueño apoyado por el Movimiento Progresista logró ser  la segunda fuerza política de México.  Ni modo, se dejó ir lo que hasta ahora fue su  mejor oportunidad  de consolidarse como partido capaz de garantizar una participación unificada en el 2018. Al mejor cazador se le va la liebre, si era suya, volverá la oportunidad de cazarla en otras condiciones y con mejor estrategia.

Mientras tanto, la separación o divorcio arrojó más preguntas que respuestas. El porqué de la renuncia, o las razones, desde luego que las hay, más no son teóricas, ideológicas,  ni políticas, tampoco discrepancias de táctica o de estrategia, de política energética, etc. No hubo ruptura porque al parecer tampoco hubo discrepancias sustanciales.  Nada, nada de esto sino “razones” estrictamente personales, como personal es el liderazgo ante sus seguidores.

En AMLO como en las personalidades ausentes en el zócalo: ¿prevaleció el interés de grupo y la visión subjetiva y personal, sobre la responsabilidad política y orgánica? La inexistencia de ruptura indica que para los próximos años se repartieron estrategias paralelas: lucha popular – lucha institucional para reencontrarse en “una segunda oportunidad” y de cara a la próxima coyuntura electoral.

Sobra decir que en el PAN, hay más de un aventurado a declarar que lo ocurrido “les conviene” aunque la hoy tercera fuerza política, en realidad, está sometida al desgaste interno con perfil de canibalismo entre sus  grupos, uno de los cuales encabeza el aún Presidente,  Felipe Calderón.

En  cuanto al PRI, habrá quienes piensen que la división de la izquierda por lo menos, le allana terreno en su afán de conquistar el centro, eje de mejores posibilidades para permanecer en el poder. (Si lo aprovecha o no, es otro boleto) Por lo pronto es evidente que las inercias con las que arrastra el PRI hacen pensar que “le queda grande”  la presidencia democrática  comprometida por el Presidente electo Enrique Peña Nieto. Vamos a ver  cómo le hacen sus dirigentes porque es obvio que el gobierno del Presidente EPN y fracción priísta de ambas Cámaras, no la tienen nada fácil.

En un contexto más amplio,  a México lo que le hace falta y urge es que verdaderamente se transformen a fondo sus instituciones políticas empezando por sus partidos los que, con diseño real opuesto la que ley les exige, están convertidos en simples maquinarias electorales, muy abajo de las demandas sociales  y aún más de la conciencia alcanzada por la mayoría de los mexicanos.

Si los partidos políticos en serio quieren recuperar el respeto y  la credibilidad de los ciudadanos sin partido (que son mayoría) necesario es que sus dirigentes y militantes hablen menos de democracia y que la practiquen interna y externamente, que maduren como organizaciones, que sean claras, transparentes  y definidos en sus objetivos, ideología y plataforma programática, y una vida interna libres de hordas, de grupualismos, clanes familiares, neocorportivismo, facciones de cuota, dogmatismos, sectarismos, “vanguardismo” cuyo denominador común es la lucha por el control y el poder.  

En el mitin del zócalo de la ciudad de México, AMLO anunció que se realizará un proceso de “diálogo interno” de MORENA con miras a determinar el camino que tomará. En cuanto a la separación de su alianza con las demás organizaciones de izquierda, al parecer López Obrador  la consultó solo consigo mismo. Lo más lamentable es que la izquierda que se denomina “madura” tampoco objetó la decisión de quien fuera su fundador hacer 23 años y su candidato a la Presidencia de la República por segunda ocasión. Dudo que esa forma de conducirse deba llamarse “a mano” como la calificó Andrés Manuel López Obrador.  http://despertaratiempo.blogspot.mx/

Segunda Parte



MORENA Y PRD: DIVORCIO SIN RUPTURA (II)


Me pregunto qué hubiera pasado si la simpatía de que goza AMLO entre millones de mexicanos y el respeto que le profesan o dicen profesarle muchos dirigentes de las izquierdas, en lugar de concluir en la formación de otro partido - cuyo costo financiero se añadirá al  PEF - su liderazgo se utiliza constructivamente en el marco de un proceso de evaluación democrática y autocrítica de su participación y la de todos los actores en las recientes elecciones. ¿Acaso era pedirle demasiado a las organizaciones integrantes del movimiento progresista?

¿Qué hubiera pasado si con la fuerza de su liderazgo y autoridad moral,  AMLO presiona y obliga al partido del que fuera su fundador, a ser congruente con su apellido – PRD DEMOCRATA –convocándolo a dialogar con respeto en la diversidad y a debatir coincidencias y divergencias, con miras a su depuración y reorganización? En estas circunstancias ¿qué habría sido del PRD y de las organizaciones aliadas­? Quizá los dirigentes recordaron la escasez de civilidad en experiencias de las elecciones internas recientes y prefirieron cuidar la imagen de triunfo como segunda fuerza a fin de aprovecharla productivamente en el  quehacer legislativo.

Tal parece que aquella cualidad personal que más fuerza le dio a AMLO como candidato a la Presidencia de la República - el ego de la dignidad por su honestidad – con la que se identifica la mayor parte de la población más lastimada y desesperanzada de México,  al final se convirtió en su maxima debilidad al colocar la necesidad de trascendencia de su imagen, de su liderazgo personal y preservación de su capital político, por encima de la responsabilidad histórica de impulsar en este momento la transformación del PRD con miras a darle a México un gran partido de izquierda, moderno, plural, democrático, muy superior a su partes y  a sus opositores. Esto hubiera sido benéfico no únicamente al PRD sino también para los adversarios porque los hubiera obligado a intentar esfuerzos semejantes para poder competir.

La autocritica y evaluación de todos y cada uno de los partidos, tan demandada por la base militante y los ciudadanos sin afiliación, de ser atendida,  sin duda  hubiera sido un paso en el desarrollo político de gran beneficio  para todos los mexicanos. Depurado y unificado, el PRD se habría convertido desde 2012 en una fuerza política capaz de ser y hacer contrapeso a los poderes fácticos  y presionar con eficacia y por las vías institucionales para que los órganos del estado se sacudieran a quienes siguen participando de la corrupción; habría sido la segunda fuerza política organizada capaz de presionar con eficacia al gobierno del Presidente Electo y a sus propios gobernadores, para que cumplieran a plenitud sus compromisos. Dirán que de todos modos van a jugar ese papel e incluso propositivo, pero también más divididos que antes de las elecciones.

Desgraciadamente el hubiera no existe y nada de anotado ocurrió. En lugar de la salida lógica y racional, triunfo la dignidad del caudillo y el confort en “los chuchos”. No triunfó el esfuerzo orgánico, colectivo, racional y democrático. Digo yo, si los partidos no se ocupan de estas tareas antes de ejercer el poder, menos cabe pensar que lo harán una vez ejerciéndolo cuando ya se preparan para la siguiente contienda electoral. No cabe duda que la carrera por el poder, todo lo ha vuelto pragmático. ¡Hasta no pocos electores!

Muchos jóvenes de hoy no lo saben, pero algunos de los que quedamos de los 60’s tenemos presente que esa misma historia se repitió durante medio siglo hasta el cansancio: la formación, división y nueva constitución de organizaciones de izquierda desde que José Revueltas rompió con el Partido Comunista Mexicano, hasta la fecha.

Bajo la influencia de los partidos comunistas de la segunda mitad del siglo pasado, las corrientes y organizaciones de izquierda  en México no han sido capaces de evitar  la caída en ese ciclo  aunque que antes de que existiera el financiamiento a los partidos políticos con erario público, los protagonistas invariablemente se sentían obligados al debate previo de posiciones y abundantes argumentaciones; se discutía antes de proceder a una separación y, otro tanto, previo al acuerdo de formar una nueva organización.

Se aceptaba como un hecho que las organizaciones políticas no era propiedad de sus líderes sino de todos sus integrantes y, no sin resistencias, se cubría el expediente de analizar y explicar decisiones y acuerdos de sus líderes.  Hoy parece que no importan las razones, las causas, los argumentos, ni  el diagnóstico político que explicaría y daría el fundamento  a las decisiones de sus dirigentes y seguidores.

Hace medio siglo, en la izquierda se admitía y defendían  paradigmas de sociedad y las ideologías eran sustento de convicciones partidistas, y toda expulsión, fusión, alianza, ruptura o separación, contaba invariablemente con argumentaciones que se emitían desde congresos extraordinarios, guerra documentada y hasta edición de libros como Un Proletariado sin Cabeza  de José Revueltas donde su autor, entre otras tesis argumentó su ruptura y la del Comité Central del DF con el PC pro soviético.  

Recuerdo que en el plano teórico, el mínimo de textos clásicos de aquella época era el “¿Qué Hacer? (1902) y “Un paso adelante, dos pasos atrás” (1904) ambos de  V.I. Lenin. En el terreno de la vida de la pareja, los izquierdistas acudíamos a la obra clásica de otro marxista austriaco Igor Caruso, (1968) con su obra, La separación de los Amantes. Lo prevaleciente era que toda postura política e incluso existencial debía fundamentarse. 

Para dirigentes o militantes de las organizaciones de izquierda de esa época, ignorar la existencia de ideología en una decisión política era una manifestación de voluntarismo, de caudillismo, cuando no de desviación pequeñoburguesa o de conciencia enajenada.

Lo que trato de significar es que medio siglo después de aquellas fusiones, alianzas y rupturas de la izquierda mexicana plagadas de apasionados debates, de la cultura del dialogo y de la argumentación teórico-histórica, nada quedó. 

Partidos y organizaciones de izquierda, (y también de la derecha, el centro, o de cualquier perfil ideológico) parecen estar autosecuestradas en el más puro pragmatismo lo que entre paréntesis permite a sus cúpulas decidir aliarse en unas elecciones con quienes ayer fueron considerados enemigos acérrimos o votar a favor de la Ley Televisa y más tarde declarar a esa empresa enemiga numero uno y progenitora de candidatos a la presidencia. Sin explicación, de ese tamaño han sido sus bandazos. Omito otros muchos casos citados por el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas que no oculta y promete seguir hablando. Por eso no extraña entre los ciudadanos que exista una opinión generalizada que señala que todos políticos y todos los partidos son iguales.

Transcurrida ya la primera década del siglo XXI y a ante una sociedad que descubre y defiende su derecho a la diversidad y  una ciudadanía mejor informada, más crítica y pensante, tal parece que por lo menos en esta coyuntura, lo que la izquierda es capaz de ofrecer son sólo sus decisiones verticales, de líder único, las cuales no se discuten ni por sus seguidores ni por aquellos de quienes se separa.

 Bien lo dijo el Ingeniero Cárdenas a principios de año en conferencia dictada en el Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset. “Pensar las izquierdas: Latinoamérica y España”.  “¿Qué es la izquierda, qué son las izquierdas? Se trata, sin duda, de una extensa gama de corrientes de pensamiento, fuerzas políticas y agrupaciones”: Comentarios: http://despertaratiempo.blogspot.mx/



viernes, 7 de septiembre de 2012

LAS MULTAS A LOS PARTIDOS



Por unanimidad, el Consejo General del IFE aprobó  las sanciones aplicadas a los partidos políticos como resultado de las auditorias 2011 llevadas a cabo por la Unidad de Fiscalización  de ese organismo. Falta saber cuáles serán las sanciones que resulten de las auditorias que se apliquen a los gastos del 2012.
Sorpresa causa a los dirigentes porque lo que es para el ciudadano común, nada tiene de novedoso el asunto como lo confirman  todas las encuestas realizadas hasta ahora y en las que aparece de manera reiterada la percepción que coloca a los partidos políticos en la más baja credibilidad en el manejo de recursos públicos que les son asignados.
Los dirigentes que se inconformen, podrán alegar que una cosa son “irregularidades” y otra muy diferente corrupción. Otros “argumentaran” que no es lo mismo un pecadito de 2 o 50 millones de pesos que “pecadotes” de cientos o miles de millones; como si se pudiera hablar de “mini embarazo”, “medio embarazo”.
Pierde tiempo toda defensa, el IFE  no hizo más que sacar una pequeña parte en procura de su propia legitimidad. Auditorias integrales  seguramente arrojarían de todo en todas las cantidades. Lo que hoy se sabe y lo que sabiéndose se oculta, tiene muchos significados:
Los partidos políticos todos, independientemente de su ideología y principios,  son organismos públicos integrados por seres humanos corruptibles, no por beatos o santos.
Las “irregularidades”, no son obra de la militancia sino de los dirigentes. La falta de democracia en su interior es la causa principal, no la única, del manejo de recursos y decisiones en forma discrecional y contraria a sus reglamentos internos y las normas jurídicas que los rigen.  
Una cosa es que las dirigencias nacionales informen y otra muy distinta es que la militancia cuente con mecanismos que le permita fiscalizar el uso de los recursos que, en su mayor parte,  no proceden de cuotas  de sus miembros sino de las asignaciones del erario público y, en el caso de las campañas, todo mundo sabe que la aportan en gran medida los mismos candidatos.
Si los partidos políticos quieren preservar la poca credibilidad de la que aun gozan o creen tener, sus representantes en el Congreso tendrán que profundizar la reforma política que los obligue  a transparentar los recursos que provienen de nuestros  impuestos. De lo contrario continuaran como simples maquinarias electorales  en proceso de  decadencia.
De no contar con una reforma que transparente y modernice estos organismos, que no se quejen de la creciente fuerza de los poderes fácticos como los de las televisoras.
LAS MULTAS
PRD: “fue sancionado con 32.6 millones pesos. Tuvo 56 faltas. No pagó las cuotas de seguridad social de sus trabajadores, impuestos, ni el Infonavit por un monto de 145 millones de pesos. Tampoco comprobó compras por más de dos millones de pesos en propaganda utilitaria ni el gasto de 1.2 millones de pesos en anuncios espectaculares. Presentó facturas presuntamente falsas en sus informes. Anomalías en la venta de un inmueble por 50 millones de pesos y además no lo dio de baja en sus activos.
PT: la multa fue aún más alta. Alcanzó 33.7 millones pesos. Irregularidades en viajes, contratación de hoteles, transportación, impresión de folletos y cursos. Se omitió justificar más de 9 millones de pesos que gastados en transportación terrestre y no comprobación por casi 2 millones supuestamente gastados en cursos y material didáctico.
En el caso del Movimiento Ciudadano, la sanción es de 2 millones 367 mil 473 pesos;  giró cheques por 400 mil pesos sin cumplir con los requisitos legales.
PAN pagará una multa de 10 millones 187 mil 634 pesos.
PRI 7 millones 745 mil 885 pesos.
PVEM fue multado con 420 mil 115 pesos y
Nueva Alianza con 229 mil 888 pesos.
El IFE dio vista de las irregularidades detectadas en las cuentas de los partidos a 29 instancias como la SHCP, el SAT, la CNBV y el IMSS entre otras”. (Claudia Flores, esmas.com/nacional/496521/)



miércoles, 5 de septiembre de 2012

EMPODERAMIENTO CIUDADANO



EMPODERAMIENTO CIUDADANO (II)

En México, el “empoderamiento ciudadano”  que alude a la relación Estado- Sociedad, evidentemente presenta varias e importantes asignaturas pendientes frente a las cuales, todo lo que se presente  como “logro”   habrá que verlo con mucha reserva, entre otras, por dos razones: a) buena parte corresponde a figuras organizativas creadas de “arriba para abajo” o sea desde la organización gubernamental y b) cada régimen las ha promovido para legitimar sus políticas y programas o bien como parte un modelo de fiscalización desarticulado a la manera de piezas de un rompecabezas diseñadas por separado, en diferentes momentos de la historia legislativa y para fines también distintos.

Entre otras materias me refiero a la rendición de cuentas,   transparencia, derecho de acceso a la información pública, entes fiscalizadores, imposición de multas y sanciones resarcitorias y, por lo que se refiere a los cargos de elección popular, la revocación del mandato. Cf. http://www.cronicadelpoder.com/columnas/despertar-tiempo/rendicion-de-cuentas-o-tapadera-de-todos-ii

Por eso, ya que el tema del Senador veracruzano es “el empoderamiento ciudadano”, en la perspectiva de la reforma política reciente, resulta  pertinente preguntarnos  ¿está la sociedad mexicana integrada por eso que llamamos “ciudadanos”? El enfoque histórico en el tratamiento del tema es determinante para su mejor comprensión y, desde luego  amerita otro artículo.

Las imágenes recientes también ayudan.  Por ejemplo el primero de julio se apreció un cambio radical en el electorado que hace pensar que estamos ante un “nuevo ciudadano” o por lo menos en vías de serlo. Hablar de electores  “volátiles” que demostraron que el que da también quita y que el que premia también castiga, es  parte del mismo fenómeno.   Incluso, algunas manifestaciones de protesta, de debate, movilización post electoral como #Soy132,  llevaron a pensar que eran parte del “empoderamiento ciudadano”, según se destaca en el articulo del Senador Héctor Yunes Landa que comenté anteriormente.

Empecemos por la primera conclusión de este tema: Del llamado empoderamiento ciudadano, falta  lo más importante, es decir, que sea realidad de verdad,  en términos de cultura de participación autogenerada (no inducida por programa clientelar). Ello dependerá, entre otros factores,  de que se profundice el proceso de democratización de las instituciones políticas lo que  a su vez pasa por los  acuerdos que tomen las fuerzas políticas representadas en  el Congreso de la Unión a la hora de precisar sus posturas ante las propuestas estrategias del Presidente Enrique Peña Nieto. (Anticorrupción, fiscalización y publicidad gubernamental)  

¿Va la nueva legislatura federal a poner los cimientos de otro sexenio” a modo” o va a poner los cimientos del proyecto de nación en la era de la globalización? ¿Van a llegar a acuerdos trascendentes para varias décadas o solo para facilitarles a los partidos el camino hacia el próximo reacomodo en el poder?

Habrá que esperar y ver si la reforma política que ya registra algunos avances, culmina en lo que deberían ser las bases jurídicas que hagan posible una nueva etapa de desarrollo económico y social de México, viable sólo con más y mejor desarrollo político de los mexicanos. La democracia político electoral ya tocó el desencanto ciudadano al generar en este la percepción de que solo políticos, únicamente buscan el poder por el poder mismo. Construir vasos comunicantes entre desarrollo económico, social y político es una de las tesis de don Jesús Reyes Heroles que conserva plena vigencia.


Vale la pena empezar por ponerse de acuerdo sobre el término “empoderamiento ciudadano”. Por ejemplo,  a principios del siglo pasado, y teniendo por sujeto a los obreros de la época, el  concepto lo encontramos  en los llamados “soviets”  y, más tarde, en las comunas organizadas por el Partido Comunista.

Como parte de la filosofía política contemporánea,  no pocos historiadores ubican el concepto en la corriente educativa impulsada en los 60’s por Paulo Freire. Otros más lo refieren  a los movimientos feministas y el empoderamiento de la mujer  mientras que  los programas de salud lo enfocan a la autorresponsabilidad.

En las últimas dos décadas, el empoderamiento social desde el gobierno ha sido parte de los programas participativos promovidos  a nivel federal a través de la Secretaria de Desarrollo Social,  en paralelo a  convocatorias o programas, lo mismo de la UNESCO que del Banco Mundial. En el ámbito privado  le encontramos en la comercializada industria de la “automotivación” y la creación de redes sociales en Internet o Social Networking lo que representan uno de los ambientes comunicativos más significativos de de la web.

Actualmente, en el marco de la reforma política aprobada por el Congreso, el llamado “empoderamiento ciudadano” está estrechamente vinculado al sistema político, de gestión pública y a las posibilidades de desarrollo político de la sociedad. Por lo tanto, hasta no ver no creer. En resumen, mientras el llamado empoderamiento ciudadano no esté sustentado en una conciencia social organizada, solo es fuerza de presión al servicio de líderes o partidos que son los que negocian y acuerdan con el  gobierno.

¿Hasta qué punto los grupos de presión expresan también empoderamiento ciudadano? ¿Se puede incluir al movimiento #Soy 132 como una expresión de empoderamiento ciudadano?

¿Hay alguna organización social en México, por ejemplo de productores agropecuarios, creada desde alguno de los aparatos del estado que no haya sucumbido a la corrupción y burocratización? ¿Qué clase de empoderamiento puede haber en este tipo de organizaciones? La política social y la agropecuaria son claros ejemplos de la creación de "empoderamiento ". También  las políticas de fiscalización social o legitimación de las políticas públicas por medio de los comités de "contraloría ciudadana" puesto así entre comillas porque sabemos que no encierran verdadero empoderamiento.

 Falta mucho para que el llamado “empoderamiento ciudadano” en México – individual y social- sea una realidad irreversible sobre la que se edifique un nuevo desarrollo político capaz de expresar y encauzar la energía social en forma productiva y con capacidad de auto transformación. Para empezar, falta que haya ciudadanos, no como creación desde el poder gubernamental sino como resultado de la evolución desde una dinámica social participativa y de conciencia social organizada desde “la base social” y no desde los aparatos del Estado. Alguna vez se escuchó este planteamiento  a voceros del EZLN y asustó al gobierno y la partidocracia para quienes la única vía de realización individual o comunitaria, es el Estado.

En este contexto, los primeros reprobados son todos los partidos políticos cuya “gestión social” y “educación política” se ha quedado en puro clientelismo electoral incumpliendo con la legislación que los acredita como organismos de interés público con derecho a  prerrogativas financieras. O sea, cobran sin cumplir con la ley.

Habrá que ver si el “empoderamiento ciudadano” frente a los partidos políticos llega a ser parte de las reformas en proceso o si van a continuar como estructuras piramidales y autoritarias. A propósito ¿Con qué clase de partido (PRI) va a gobernar Enrique Peña Nieto? Comentarios: http://despertaratiempo.blogspot.mx/