Por: Romeo González Medrano
EPN Y LA
GOBERNABILIDAD AGOTADA
NO HAY PEOR CIEGO QUE EL QUE NO QUIERE VER y entre esos ciegos seguramente se encuentran aquellos integrantes de la clase política mexicana que creen que se puede continuar gobernado este país de nuevos ciudadanos con las viejas prácticas de ejercicio del poder a cuya matriz pertenece la tesis de que el poder no se comparte o sea, es asunto solo de una de las partes, entiéndase de un partido político, en el mejor de los casos porque en el peor, no pasa de ser patrimonio de una persona o puñado de familias, como ocurre aun en muchos municipios y localidades de México.
GOBERNABILIDAD AGOTADA es: hacer uso del poder institucional para beneficiar a un grupo empresarial, (capitalismo “de cuates” como lo llama D. Dresser) o para favorecer a un partido político o incluso entrometerse en su vida interna. Es hacer uso personal o clientelar, de las políticas públicas y de los programas sociales (sobre todo del padrón de usuarios previo a cada elección) Es, desde el poder, provocar o manipular organizaciones y conflictos para hacerse indispensable y sacar ventajas para la carrera política personal o de grupo. Es resolver plantones o marchas mediante negociaciones ilícitas. Es conducirse partidistamente en el ejercicio de funciones públicas tal y como lo hizo Felipe Calderón con las desastrosas consecuencias para su gobierno y su partido. Es, en otras palabras, la gobernabilidad agostada resabio de la época del partido hegemónico y de una alternancia sin transición y que con eficacia ha encarnado y reproducido en todos los niveles jerárquicos las prácticas del poder que desde adentro del gobierno han hecho el trabajo del comején, o sea comerse el barco del Estado Mexicano hasta llevarlo al límite de volverlo fallido.
DENTRO DEL TODOS LOS PARTIDOS POLITICOS, hay políticos que una vez en el ejercicio del poder, se han mostrado dispuestos a conducirse institucionalmente y a ver en la pluralidad ideológica y política, no un obstáculo infranqueable sino una oportunidad de dialogo que enriquece acuerdos y conduce a la realización de alianzas para cambiar lo que se necesita cambiar. Lamentablemente desde la alternancia del 2000, ha prevalecido la disputa de qué fuerza dirige a las demás y cuál se cuelga la medalla de la concertación, mezquindad que explica la tantas veces postergadas reformas estructurales que el país demanda anteponiendo la reforma electoral a todas las demás porque para los partidos primero están ellos y después la nación.
EN MEDIO DE ESTAS CONTRADICCIONES de viejas y nuevas prácticas de gobierno, el león no es como lo pintan y en la cúpula del poder no faltan las tribus anacrónicas de todo color y pertenencia que tienen en común la simulación del cambio. No pocos de estos se dicen “peñistas” cuando en realidad solo son oportunistas alineados y listos a operar como los más eficaces saboteadores de las tres propuestas que lanzó EPN las cuales, de llevarse a cabo a plenitud con el apoyo de todas las fuerzas políticas, significan una cirugía mayor en el corazón y arterias del Estado Mexicano, del ejercicio del poder político y, sin duda, junto los avances que se logren consolidar de la reforma política, serán pasos previos de una nueva etapa del desarrollo político y social de México.
REFORMA Y CONTRAREFORMA es la dialéctica de todo proceso socio histórico y como la mula no era arisca vale alertarse ya que a los intentos de cambio del próximo Presidente de México como de las que promuevan las diversas fuerzas políticas, en automático sacarán a flote el discurso de la simulación que, por una parte pregona su adhesión a los cambios y, por la otra se prepara para operar conforme a las más obsoletas y desgastadas prácticas autoritarias y patrimonialistas de ejercicio del poder propias de la gobernabilidad agotada. En ese contexto, el proceso de alternancia fundamental, trasciende el acto formal y protocolario (de toma de protesta y colocación de la banda presidencia) y se extiende a los procesos de transición al interior y exterior del conjunto de la administración pública federal, el sentido y orientación de las políticas públicas, el concepto de federalismo que se aplique, y una larga agenda que tiene en común el rechazo social a más de lo mismo.
http://despertaratiempo.blogspot.mx/2012/01/partidizar-es-desgobernar.html?m=1
PARTIDIZAR LAS POLÍTICAS PÚBLICAS ES DESGOBERNAR lo he dicho y reitero y, sobre todo, si tal deformación recae en la llamada “política interna o de gobierno” que por su naturaleza debe ser ejemplo de institucionalidad, concertación transparente, dentro de la legalidad y de absoluto respeto a la pluralidad que caracteriza a nuestra sociedad pues solo así llega a ser instrumento eficaz de estabilidad duradera. La misma Secretaría de Gobernación ha pasado por etapas de ineficacia para el dialogo y el consenso y ha sido vetada para la interlocución plural ante el Congreso de la Unión cuando sus titulares han confundido los roles, se han partidizado y a la vez se apartaron de la postura institucional a la que se deben.
LAS RAZONES por las que hay que dar por agotada (mas no aniquilada) la gobernabilidad que partidiza las decisiones de gobierno son muchas, aquí destaco algunas: a) Constitucionalmente el gobierno se instituye para servicio de toda la sociedad sin distingos de ninguna clase. b) Ciudadanos y organizaciones tienen derecho de inconformarse ante un ejercicio discriminatorio y partidista del poder. c) Los ajustes, cambio de rumbo o refuncionalización de las políticas públicas de corte neoliberal, exigirán un Estado promotor eficaz, que ejecute programas con fines productivos, de bienestar autosostenido, medible y evaluable en lugar de clientelas políticas cautivas. En este sentido, la confianza, la credibilidad y la colaboración de los ciudadanos y organizaciones sociales con la obra del gobernante, resulta incompatible con el ejercicio partidista y clientelar del poder. d) Las políticas paternalistas terminaron su ciclo histórico con la crisis del corporativismo y la ingobernabilidad que ocasiona el ejercicio clientelar del poder; e) lo crea o no la clase política de todos los colores, en las pasadas elecciones quedó demostrado que hay una nueva conciencia ciudadana, que valora el poder del voto secreto y frente a lo cual, las practicas de la gobernabilidad agotada no sirven ni para ganar una elección municipal o distrital y menos la presidencial. El insulto más grande al electorado ha sido afirmar que se compró la voluntad de cada uno de los 30 millones de electores en favor un candidato f) hoy cuando se dice y cobra consenso la idea de que ningún triunfo ni derrota son para siempre, el electorado está emitiendo otro mensaje de fondo: si esta vez ganó el PRI la Presidencia, y la parte que cada fuerza haya ganado en el Congreso o en los Poderes Estatales, todos pronto tendrán que demostrar y con resultados mediables, que el cambio de rumbo ya empezó, y si no lo hacen, el PRI volverá a salir de los Pinos y los demás de donde los haya colocado la voluntad popular g) En resumen, el reto no solo es para EPN, los nuevos gobernadores y los nuevos legisladores federales y estatales, es también para los gobernadores y representantes que vienen gobernado desde antes de estas elecciones y, quizá de estos, con más exigencia.
SIGUE AHORA EL TURNO a las políticas públicas que impulsen el crecimiento con equidad social, que promueven la cooperación, la participación social y la corresponsabilidad de los beneficiarios de los programas asistenciales o de fomento productivo. Más da la casualidad de que con este tipo de fines, solo son compatibles las organizaciones sociales autónomas, con vida propia, transparentes y eficaces en la ejecución de programas y en condiciones de ser sujetos de rendición de cuentas y de fiscalización por las autoridades facultadas para ello en el caso de uso de recursos públicos y, por los propios agremiados, en el caso de las organizaciones sindicales y demás organizaciones sociales o empresariales. Transparencia y rendición de cuentas es la asignatura pendiente de aprobar por parte de todos los actores tomando en cuenta que la ineficacia como la ineficiencia de la política social, la agropecuaria y de los programas de estas derivados, ha sido consecuencia de la perversión electorera de la organización social y la insaciable corrupción que les ha acompañado.
ESTABILIDAD DE PLANCHADOS, MUY CARA. Otra razón no menos importante por la que hay que dar por concluido el ciclo de la gobernabilidad agotada, es de tipo presupuestal. Entiéndase, que bajo ésta se encuentran los gobiernos “de bomberazo”, los “apaga fuegos” y muy reactivos a presiones que expresan, no el libre ejercicio de derechos políticos por autenticas demandas sociales, sino la cultura del chantaje clientelar del viejo régimen que sigue presente en el ADN de todo el sistema político mexicano y por ende, en los gobiernos de todos los partidos políticos. Es la carencia, casi total, de concertación política de mediano y largo alcance entre las principales fuerzas que, de existir le darían estabilidad al ejercicio del poder (incluso a la Bolsa de Valores) México es uno de los países en el mundo donde los factores políticos son de alta incidencia en el mundo bursátil. ¡Ningún Proyecto de Nación se construye con esa “gobernabilidad”!
LA BUROCRATIZACIÓN DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS y su incapacidad para la gestión social permanente ha manipulado en forma electorera o dejado a su suerte a las organizaciones sociales intermedias, de base y emergentes. Marchas plantones y protestas ya son parte de la economía informal solo que “los inversionistas” son organizaciones, líderes y políticos de diverso color que de esa manera se hacen de recursos públicos, acumulan plusvalía política, reparten migajas y refinancian sus actividades preelectorales o postelectorales, en algunos casos, con una capacidad de movilización cuyos elevados costos financieros solo pueden explicarse por la sustracción de recursos del erario público. En estas condiciones, partidos y organizaciones no son factor de gobernabilidad con estabilidad sino de todo lo contrario. Parte de la gobernabilidad agotada está representada por un sistema de partidos cuya obsolescencia no la ha logrado cubrir ningún barniz nacional o importado.
OPERADORES POLITICOS les llaman a esa clase de funcionarios que en la manipulación de líderes y marchas promueven sus “capacidades operativas”. No hay estabilidad duradera ni hay gobernabilidad democrática ni nada que se le parezca cuando el poder político que debería ejercerse con apego al estado de derecho, cae en el arreglo extralegal, en el truque por estabilidad precaria y se ejerce conforme las viejas prácticas de gobierno precisamente cuando los recursos públicos son cada vez más escasos e insuficientes ante el chantaje de grupos de presión que se multiplica por contagio. Da vergüenza pero en muchas entidades del país se ha visto que el recurso de un programa agropecuario da para “la mochada” del funcionario, la de los líderes, y de los costos de la movilización de una presión callejera.
LA GOBERNANZA aunque reciente como practica de algunos gobiernos, cobra importancia ante la gobernabilidad agotada que aquí se comenta, por su carácter incluyente. Sustentada en coaliciones o alianzas de largo aliento, la gobernanza privilegia la actuación institucional y es capaz de fortalecer a su partido de origen en forma indirecta a través de servir a toda la sociedad sin distingo partidistas ni de ninguna otra clase. Puede cerrar la pinza de este proceso modernizador, una gran capacidad de gestión y de educación política del partido gobernante, lo cual desgraciadamente es inexistente por lo menos en México. Bajo la llamada gobernanza está la práctica del dialogo y la concertación corresponsable y transparente con perspectivas de credibilidad, confianza, aceptación y colaboración de la ciudadanía y de las organizaciones de la sociedad civil. Solo así se logra el respeto y la autoridad ética e institucional obtenida por la vía de gobernar para todos y no solo para los de un partido o grupo y, por consecuencia, solo así se logra la colaboración de los diversos actores económicos y sociales en la ejecución transparente de las políticas públicas.
LAS PROPUESTAS DE PEÑA NIETO. No sorprende la resistencia al cambio en las prácticas de gobierno. Pero es necesario estar alertas ante la simulación. Todo esfuerzo por fortalecer la legitimidad política del gobernante pasa por la renovación de las practicas de gobierno, la sustitución del “arreglo” extralegal por el acuerdo legal y transparente, la opacidad por la fiscalización fortalecida con verdadera rendición de cuentas (Primera de las propuestas) el combate simulado de la corrupción por la creación de “la Comisión Nacional Anticorrupción: un órgano constitucional autónomo que, a partir de denuncias ciudadanas, tenga facultad de investigar y sancionar actos de corrupción de funcionarios en los tres órdenes de gobierno y los tres poderes de la Unión.”
Y, en cuanto al uso y abuso protagónico de la imagen del gobernante, su elevado costo financiero y, lo más grave, la hipoteca de la comunicación Estado - Sociedad ante los poderes fácticos, la esperanza está puesta en su sustitución por la creación de una instancia ciudadana y autónoma que supervise la contratación de medios de comunicación con fines publicitarios, en todos los niveles de gobierno. Esta tercera propuesta puede impulsar la renovación de los partidos al obligarlos a cumplir plenamente con parte del papel que por ley están obligados a cumplir pero…. será tema de otro artículo. COMENTARIOS: http://despertaratiempo.blogspot.mx/
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