·
· DE DIMENSION NACIONAL E INTERNACIONAL DE
ESTE CÁNCER
La
corrupción es cáncer extendido y "metastatizado" que emigró de los
espacios tradicionales de administración de recursos públicos a la totalidad de
las instituciones del estado y de la sociedad.
Contra la creencia común, la corrupción no solo
está compuesta de corruptos ya que es a la vez un complejo sistema jurídico,
administrativo, político, económico de grupos y relaciones de poder creados
para delinquir, sacar provecho de la función pública y a la vez simular
honestidad, transparencia, rendición de cuentas, etc.
Grandes capitales que se ostentan como
honorables y productivas empresas tuvieron por origen la corrupción
gubernamental. En los años 60’s las investigaciones académicas llegaron a
reconocerla como “burguesía burocrática”
Las ramificaciones
de la corrupción comprenden desde la vida local, comunitaria hasta las redes
que conducen al capital financiero internacional depositario y operador de las
fortunas que genera el mercado de las drogas naturales, químicas, el comercio
ilegal de armas, la trata de personas, el tráfico de órganos humanos, junto con
los medios de comunicación que le sirven de instrumento de presión.
Frente a esa realidad, las series de NEFLIX se quedan muy cortas. Es
un mundo del que forman parte lo mismo corporaciones legales que empresas “legales”
intermedias lavadoras de dinero. No se excluyen ONGs, fundaciones filantrópicas
o religiosas incluso áreas de seguridad de gobiernos instituidos en todos los
continentes.
Este cáncer es mundial como lo es el sistema
económico del que forma parte. Hay intereses que tratan de convencernos sobre
la ineptitud de los gobiernos nacionales para combatir la corrupción a fin de
vendernos la “necesidad” de una policía mundial o justificar la injerencia de
agencias policiacas. En sus variadas y complejas manifestaciones, la corrupción
tiene alcances tan extensos que es impensable acabarla en el corto plazo, al
menos no sin una revolución cultural y puntuales arreglos y acuerdos
internacionales que empiecen por legalizar la totalidad de las drogas (no solo
la marihuana), desmantelen la economía bélica, logren el desarme nuclear y la
pacificación mundial, y la erradicación de la violencia y de la impunidad,
objetivos que no parecen viables en el contexto del actual escenario
geopolítico mundial. La descomposición es grave y las soluciones han de ser a
fondo de lo contrario todo se queda en simulación, que es la forma superior de
la corrupción.
En México, por ejemplo, sin resultados notables
en la administración de Enrique Peña Nieto se creó el SNA (Sistema Nacional
Anticorrupción) Un aparato jurídico administrativo de enromes dimensiones, muy
costoso y afectado de las mismas debilidades de todas las instituciones
públicas: abundante burocracia elitista, mediana y de base, creativa en tramitología,
sin resultados y eso sí, casi nula participación ciudadana.
Para avanzar con éxito en el empeño de sanear
la vida pública de México, la IVT tendrá que contar con una correlación
política de fuerzas que impulse y que concluya su etapa primera: sentar
las bases que aseguren la irreversibilidad de los cambios logrados y haga
imposible el retorno al poder de los grupos de interés que saquearon a
México y que se acostumbraron a contar con “gobiernos de amigos” e incluso de
narco gobernantes durante todo el periodo neoliberal. A su vez, lograr esta
meta es impensable sin una constante profundización de todos los procesos de la
vida democrática del país. Democratización de todas las organizaciones
sindicales, de cooperativas, de las asociaciones de productores locales,
regionales esto y más enfatizó el maestro Armando Bartra anoche durante el foro
Análisis de Coyuntura el caso de SI por MEXICO, la derecha hueca a la caza
de inconformes. Ningún sistema
anticorrupción en el mundo lleva a nada bueno sin mejor vida democrática. Por
eso la lucha contra la corrupción es a la vez una lucha en favor del desarrollo
político que implica el despertar de conciencias y la democratización de todas
las organizaciones existentes.
La lucha contra la corrupción es pedagogía
política porque incide en la consolidación y amplifican del consenso de que
goza un gobierno y su presidente. La derecha se integra y articula alianzas en
torno a una meta, quitarle la mayoría del Congreso a morena y retornar a la presidencia.
Urge llevar a cabo una profunda reforma
política que incluya instituciones, organizaciones y partidos políticos. Una
asignatura pendiente en la agenda legislativa. Es inadmisible que con erario público
se sostengan organizaciones que carecen totalmente de vida democrática y además
no contribuyen ni en lo más mínimo con el desarrollo de la cultura cívica de
los mexicanos, obligación que hoy es solo de papel, en la ley.
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