martes, 22 de octubre de 2013

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UV: Grave señal








Que no se confundan mis lectores, siempre será preferible una juventud participativa, de conciencia crítica, cuestionadora del statu quo, de la arbitrariedad y el abuso del poder, etc., que una juventud indiferente, sometida, pasiva ante los problemas comunes, el abuso o la injusticia.


 Sin embargo, en el caso de la historia de la vida universitaria- y en particular de la Universidad Veracruzana- abundan los casos de acciones de presión detrás de los cuales existió la mano que se esconde después de tirar la piedra o sea autores intelectuales emboscados dentro de la misma universidad o del poder político.   

No siempre pero sí en muchos casos y dicho con franqueza, hay universitarios en acción consciente y organizada, y los hay que son objeto de manipulación de otros intereses completamente ajenos a la universidad.

Es esta una premisa de la que es necesario partir para analizar con objetividad cada caso de protesta universitaria. En el intento de diferenciarlos, es indispensable analizar la representatividad y el consenso, los métodos de lucha o de acción y, desde luego, el análisis de objetivos o demandas.

Si a las carencias de la UV y a la  existencia de autoridades, empleados o maestros prepotentes y arbitrarios se añade la pobreza y la lumpenización que padece la mayoría de los estudiantes, no debe extrañar ni la frecuencia explosiva y paralizante ni las oportunidades de manipulación por parte de otros intereses que no acuden a los cauces institucionales para disputarse los cargos sino como los piratas, al asalto y el secuestro del barco y de la tripulación por cuyo rescate luego piden algo que incluye migajas para cabecillas. Por si fuera poco, desde el poder se patrocinan lo mismo grupos porros y grupos de choque hasta configurar lo que he llamado en otros artículos la gobernabilidad agotada.

Muy grave la toma de instalaciones de la Facultad de Ingeniería de la UV y peor que sus autoridades y la comunidad universitaria lo permitan. Parece que para algunos no fue suficiente la lección de la elección de Rector.

¿Es nuestra máxima casa de estudios incapaz de ser ejemplo de gobernabilidad y de gobernanza donde prevalezca la razón, la norma y la institucionalidad y no la fuerza, el caos y la presión grupuscular como “método” para afrontar sus problemas?¿a dónde se cree que va la UV por este viejo camino?

Tiene sentido acudir y apelar al derecho de expresión cuando la autoridad es cerrada. Lo que parece absurdo es que contando con una autoridad abierta al diálogo y respetuosa de la diversidad  se tenga que acudir a un acto violatorio de las normas que se ha dado la comunidad. Para eso hay mecanismos y procedimientos que la propia normatividad establece. ¿no funcionan? ¡construyan conciencia crítica, hagan consenso y exijan y promuevan las reformas necesarias! ¿Que alguna autoridad obstaculiza el funcionamiento de esos mecanismos? Pues lo mismo, por los cauces institucionales promuevan la denuncia del caso y exijan el dictamen correspondiente.

Protesten, manifiéstense, repartan volantes, digan lo que quieran en redes sociales¡ pero por favor no hagan más daño a la universidad y al desarrollo normal de la vida académica porque está de por medio no solo la imagen de la institución, sino la continuidad en la formación de futuros profesionistas y su competitividad¡ Si de por sí la calidad no siempre es la deseable y a eso se le añade la reducción de horas semestre de clases, ¿qué creen que tendremos al final de la carrera? Los que paralizan constantemente la vida de la UV están contribuyendo a la privatización de la educación superior que por cierto, en Xalapa tiene próspero asiento.

Pregunto:¿Qué van a decir mañana sus egresados ante el mercado local, nacional o internacional, ,.....usted disculpe pero mi mediocre formación se la debo al total de horas de clase perdidas por paros, huelgas, desalojos por amenazas de bomba, puentes patrióticos ¿es que eso sirve para algo?

Y la autonomía, la organización institucional, y los mecanismos de representación y todo eso ¿para qué se hizo?

Toda la comunidad universitaria debería saber que el horno no está para bollos. ¿Tienen problemas? Pues madruguen! Levántense temprano y duérmanse tarde y dediquen tiempo extra a sus clases y tareas para dialogar con sus compañeros, construyan consenso, pasen de minoría enojada a mayoría que acuerda y pesa en los mecanismos de representación.

Las minorías tienen derecho de existir, de expresarse, de exigir ser escuchados, incluso tienen derecho de convertirse en mayoría; a lo que no tienen derecho es a pretender sustituirla o representarla y menos afectarla porque así nunca se la ganaran.

No hay derecho de ser tratado como mayoría cuando no se ha hecho nada para serlo.

Que la directora o el director, el secretario o tal o casual maestro son unos déspotas arbitrarios y corruptos, cosa que no se duda que pueda haber, ¡pues reúnan pruebas y demanden que la autoridad competente tome cartas en el asunto!

“Una presión no es una buena señal ....".....la toma de instalaciones no es necesaria para que yo los escuche. Existen mecanismos de comunicación que están claramente señalados en nuestra Legislación”, expresó la máxima autoridad de la UV Dra. Sara Ladrón de Guevara.



Con la investidura del cargo y sobre todo con la autoridad moral del origen de su elección, la Rectora asume una postura institucional ante el grupo de estudiantes que recién tomó las instalaciones de la Facultad de Ingeniería de la UV.

Si Sarita (como le decimos muchos desde hace años) fuera Secretaria de Gobernación de EPN, o Secretaria de Gobierno de J. Duarte, y sostuviera la misma postura de ahora, otro gallo nos cantaría. Desgraciadamente múltiples hechos demuestran que el gobierno mexicano pasa por una crisis de legitimidad política y de pobreza de autoridad que al parecer se encuentra entre la espada y la pared.


¿Cuál es el modelo o paradigma que se desea construir?

Lo que no se vale es jugar con la esperanza de los veracruzanos, de los padres de familia que están detrás y tampoco con los recursos que la sociedad aporta para el sostenimiento de la Universidad Veracruzana.

 La UV vivió recientemente una experiencia ejemplar con la elección de su máxima autoridad;   habría que partir de valorar es hecho histórico para inaugurar una nueva era de la UV que deje en el pasado todo lo que le ha hecho mucho daño.

Dejar en el pasado la violencia, el porrismo,  la vagancia que se disfraza de “huelga” pero también todo signo de improductividad, fosilización, autoritarismo, dispendio  y corrupción burocrática, discriminación de todo tipo, faltismo, simulación de excelencia, simulación de competitividad, etc.

La presión es válida para exigir ser escuchados, no para exigir decisiones que competen a la autoridad y procedimientos.

 La presión puede ser impulsora del cambio positivo cuando se produce en el seno de sociedades y organizaciones cerradas a la diversidad, al diálogo y al respeto de todas las voces o donde reina la arbitrariedad, la inequidad de género, la discriminación y se carece de canales de participación.


Yo fui estudiante rebelde y protestatario toda mi vida escolar desde primaria hasta la facultad y en la UNAM pedíamos permiso a los maestros para interrumpir unos minutos la clase para explicar un problema, pedir un apoyo o convocar a una lucha estudiantil o popular. La única ocasión que recuerdo que participé en la toma de instalaciones fue en 1968. ¡Pero esas eran otras condiciones del país y de los universitarios!

 Hoy no me explico qué le pasa a nuestros universitarios y sobre todo si tienen conciencia de la realidad que les espera al egresar. Me da pena la pobreza de objetivos y de voluntad e imaginación en sus métodos de lucha.








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