Parece que
ahora le atinaron las autoridades encargadas de la seguridad al aplicar el
principio de gobernar con el pueblo. Porque eso es, en teoría, Vecino Vigilante y Policía en tu Colonia, programas puestos en marcha esta semana en Boca
del Río por el Secretario de Seguridad en el Estado, Arturo Bermúdez Zurita. El
concepto no es nuevo, varios municipios del estado de Veracruz han tenido
experiencias al aplicarlo con resultados diferentes. La base en la que se
sustentan estos programas, es la pronta denuncia ciudadana, comportamiento que debería ser parte de una
cultura cívica y de la legalidad que, desgraciadamente no existe entre los
mexicanos.
Todas las fuentes estadísticas que se quiera
han coincidido en afirmar que la mayoría de los hechos delictivos cometidos en México no se denuncian. Los
ciudadanos prefieren abstenerse de acudir a las autoridades. Una desconfianza que
no solo se relaciona con las policías, federal y estatal sino también con los
agentes del ministerio público y todo el poder judicial. El cuestionamiento
ciudadano involucra a las Procuradurías de Justicia por permitir que los
delincuentes duerman unas noches en los penales, pronto se reincorporen a sus actividades
delictivas y, en otros casos, ni la cárcel pisen.
La confianza en las instituciones se ha
perdido - si es que alguna vez existió- por la impunidad de que gozan los que
roban, asaltan, o cometen ilícitos y todo lo que atenta contra la seguridad a
la que tenemos derecho. Comprende también
al inspector ambiental, los agentes sanitarios, inspectores de comercio, entes fiscalizadores,
agentes de transito, etc., en pocas palabras, a todos los servidores públicos
de los tres Poderes y de los tres ordenes de gobierno; incluye la rendición de
cuentas y el combate a la opacidad en la función pública por los órganos de
fiscalización que se dan golpes de pecho mientras siguen surgiendo nuevos ricos
y no se sabe en qué termine el caso de las constructoras fraudulentas y el
alcance de las instrucciones del Gobernador al caballero cordobés.
¿Qué pasa cuando unos servidores públicos
“jalan” para delante, otros para atrás y otros mas para los lados? Nacen con
fallas de origen los intentos de promoción de la
participación ciudadana que únicamente puede ser eficaz con el ejemplo. Ningún
llamado puede sustituir al buen ejemplo. La “integralidad,” como cualidad del
Plan de Seguridad, debe incluir la procuración de justicia, el combate a la
impunidad, procesos judiciales transparentes y ejemplares, sentencias justas e
inobjetables, etc. Esto le dije personalmente al Maestro Enrique Galindo
Ceballos, Comisionado General de la Policía Federal en ocasión de su ponencia
magistral en el Colegio Veracruz y, recientemente lo reiteré al comandante José Feliciano Torres
Pelaez, durante el esplendido
desayuno organizado por Leonor de la Miyar, Presidenta de Otero Ciudadano A.C.
En su respuesta a mis cometarios de esa mañana, el funcionario dijo “No hay en
la historia de la humanidad un caso en el que se haya logrado una seguridad
completa solo a través de los cuerpos de seguridad o la procuración de justicia” siempre la
ciudadanía ha sido muy importante, es la que va a nutrir la inteligencia y
nutre nuestra interacción en ella.”
Tendremos que seguir esperando
resultados. Pienso que cuando haya aprensiones ejemplares, juicios
ejemplares, sentencias apegadas a
derecho y evidencias de buenos
resultados en el combate a la corrupción y la impunidad de que gozan los
delincuentes de todo género y tamaño, surgirá
en los ciudadanos plena confianza y
credibilidad en las instituciones del Estado Mexicano. Entonces la cultura de la legalidad y, como
parte de esta, de la denuncia, serán una realidad tanto en Boca del Rio como en
todos los municipios.
Cuando eso se haya logrado, la
colaboración de los ciudadanos en el combate de la delincuencia será una
realidad en toda la palabra y cada demostración se vivirá como un alto honor, tal
y como ocurre en el vecino país, donde miles de personas, por citar un ejemplo,
hicieron posible que con sus videos se ubicara y detuvieran al segundo
terrorista de Boston. Particularmente
fue determinante la colaboración de los habitantes de la localidad de Watertown. El mismo Director del FBI hizo público
este reconocimiento.
Desgraciadamente en el México premoderno
y paternalista, por siglos nos acostumbramos a ver que todos los méritos son
del Tlatoani sin importar que politizar reconocimientos, despoja al ciudadano
de lo mas sagrado e importante para que una campaña de promoción de la
participación tenga éxito y que es creer en sí mismos.
Señores promotores, compartan el reto
porque lo quieran o no, es de todos los responsables de las instituciones del
Estado Mexicano. Háganlo ahora que está de moda la llamada “estrecha
coordinación interinstitucional”. Cantar victoria antes de tiempo es simulación,
un eficaz abortivo de las políticas publicas. Me consta en 42 años de servidor
público.
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