MUCHO MAS QUE SECTOR SALUD,
MEDICOS Y HOSPITALES
“Desde el 2002 – a raíz del Informe sobre
la salud del mundo-, la OMS se dio a la tarea de preparar una estrategia para
hacer frente al problema, misma que fue aprobada en mayo del 2004 por la 57
Asamblea General del organismo y a la que México se adhirió desde entonces.
Partiendo de los dos principales factores de riesgo de las enfermedades
no transmisibles (inadecuada alimentación y la falta de actividades físicas),
la estrategia diseñada por la OMS, plantea cuatro objetivos principales:
1)
reducir los factores de riesgo de
enfermedades no transmisibles… mediante una acción de salud pública esencial, y
medidas de promoción de la salud y prevención de la morbilidad;
2)
promover la conciencia y el
conocimiento generales…así como del potencial positivo de las intervenciones de
prevención;
3)
fomentar el establecimiento, el
fortalecimiento y la aplicación de políticas y planes de acción mundiales,
regionales, nacionales y comunitarios encaminados a mejorar las dietas y
aumentar la actividad física, que sean sostenibles, integrales y hagan
participar activamente a todos los sectores, con inclusión de la sociedad civil,
el sector privado y los medios de difusión; Y,
4) seguir de cerca los datos científicos y los principales efectos sobre el
régimen alimentario y la actividad física; respaldar las investigaciones sobre
una amplia variedad de esferas pertinentes, incluida la evaluación de las
intervenciones; y fortalecer los recursos humanos que se necesiten en este
terreno para mejorar y mantener la salud.
Además de las recomendaciones relativas al indispensable cambio en el
régimen alimenticio y al impulso de actividades físicas, la estrategia mundial
de la OMS establece, prácticamente como condición sine qua non, el papel rector
de los gobiernos y de las políticas públicas.
Para ello, entre otras, establece las siguientes consideraciones:
“La
función de los gobiernos –dice la OMS- es
decisiva para lograr cambios duraderos en la salud pública. Los
gobiernos tienen una función primordial de conducción y rectoría en la
iniciación y el desarrollo de la Estrategia, han de velar por su aplicación y
deben vigilar sus repercusiones a largo plazo.
“Se
alienta a los gobiernos a que aprovechen las estructuras y procesos existentes
que ya abordan diversos aspectos del régimen alimentario, la nutrición y la
actividad física. En muchos países, las estrategias y los planes de
acción nacionales pueden utilizarse para aplicar esta Estrategia; en otros
pueden representar la base para impulsar el control de las enfermedades no
transmisibles. Se alienta a los gobiernos a establecer un mecanismo coordinador
nacional que se ocupe de la dieta y la actividad física en el contexto de un
plan de prevención integral de las enfermedades no transmisibles y de promoción
de la salud. Las autoridades locales deben participar activamente en estas
actividades. También es preciso establecer consejos asesores de expertos que
tengan un carácter multisectorial y multidisciplinario e incluyan técnicos y
representantes de organismos gubernamentales, con un presidente independiente para
evitar los conflictos de intereses en la interpretación de las pruebas
científicas.
“Los
ministerios de salud tienen una responsabilidad esencial en la coordinación y
facilitación de las contribuciones de otros ministerios y organismos gubernamentales.
Entre los organismos cuyas contribuciones deben coordinarse figuran los
ministerios y las instituciones gubernamentales encargadas de las políticas en
materia de alimentación, agricultura, juventud, recreación, deportes,
educación, comercio e industria, hacienda, transportes, medios de comunicación, asuntos sociales y planificación ambiental y urbana…”