jueves, 8 de diciembre de 2011

CAOS - VS- LEY

CAOS - VS- LEY

Sin orden, lo que reina es el caos, a veces también llamado “río revuelto para ganancia de pescadores”. El desorden en cualquier sociedad humana, es tierra fértil para la injusticia, la inequidad y toda clase de abusos. El caos (o simulación de orden, que para el caso es lo mismo) es paraíso de la “ley del más fuerte”.
Sin embargo, entender la relación orden y poder, más allá de apariencias perceptibles por el sentido común, es asunto del derecho y la ciencia política, ambas hasta cierto punto “independientes” ya que al tener por objeto la misma realidad histórico concreta en sociedades específicas, son necesariamente interactuantes y complementarias.
La voluntad soberana de la sociedad representada en el Poder Legislativo otorga a este la facultad creadora de leyes y, por ende, de instituciones al frente de las cuales sus operadores también están obligados a apegar todos sus actos a derecho. Ninguna actuación de ciudadanos, gobernantes y servidores públicos tiene validez al margen de las facultades otorgadas por la vía del derecho.
El llamado “Estado Fallido” no es otra cosa que el resultado de la supraordinación de poderes fácticos sobre el poder legalmente instituido. Metafóricamente estos poderes se equiparan a la obra del comején, comedorus de madera, que “come” y no para de comer hasta que el barco se hunde a menos que la tripulación lo impida.
Se trata del cáncer desinstitucionalizador que expresa el abuso y el predomino de intereses particulares o de grupo por sobre el interés general. Hablar de “estado fallido” es admitir la existencia de desgobierno ahí donde la voluntad política de la sociedad instituida en la representación legal, de facto ha sido sustituida por la voluntad de grupos e intereses particulares.
Desde que surge el Estado Moderno aparece también la fuerza permanente de presiones y procesos contrarios a derecho, consecuentemente desinstitucionalizadores. La eterna controversia entre estado y mercado o Estado y sociedad civil, es reveladora de esa permanencia en el tiempo.
Una contradicción polarizada en cuyos extremos se ubican, por un lado, los líderes del capital financiero internacional representados en las reuniones de Davos, Suiza, y, por el otro, los gobiernos locales y las organizaciones sociales reunidas en Porto Alegre Brasil.
No sin reservas, en la primera ya sospechan que sin los estados nacionales es imposible darle viabilidad a la globalización económica. Por su parte, en el foro de Porto Alegre, abiertamente se plantea entre otras tesis, el fortalecimiento de los estados nacionales y la búsqueda de alternativas al modelo capitalista y neoliberal. En esos extremos se encuentra hoy el planeta con un resurgir de las propuestas que sostienen diversos modelos de capitalismo, sistema político, la racionalidad y el retorno de los estados nacionales. Es también el referente ineludible de los derroteros que tome la agenda legislativa con las reformas pendientes del Estado Mexicano.
Si es desaparición, adelgazamiento o retorno reformado de los estados nacionales, nada de ello está escrito sobre el futuro. Mientras tanto, en el caos interior de los estados nacionales, por obra y gracia del soborno, es prácticamente imposible que triunfe la competencia con calidad total ya que la corrupción, de la que se han beneficiado algunos capitales, también es obstáculo a la expansión normalizada del capitalismo globalizado.
Tal vez por eso ya empezaron a ponernos en orden desde el Banco Mundial, a partir de la idea de la nueva contabilidad gubernamental. Imposible de operar, por ejemplo, con 32 sistemas contables (uno por cada entidad federativa mexicana) diría un inversionista japonés o alemán.
Es en este contexto que la reforma legislativa y la capacidad creativa de quienes en cada momento son depositarios de la voluntad soberana en el Poder Legislativo, no tienen más opción que invertir esfuerzos de constante adecuación de la norma a la realidad y de alineamiento nacional e internacional, a fin de hacer un poco menos ingobernable la realidad por la vía del derecho y, en la medida de lo posible, otorgar a los inversionistas de gran calado, la certidumbre exigida.
Ciudadanos que someten su actuación al Estado de Derecho, gobernantes y servidores que apegan todos sus actos al mismo y legisladores que dediquen el tiempo justo y necesario a sus funciones legislativas y de control. Esto es lo que hace falta y lo resumo en una acción fundamental: fomento de la cultura de la legalidad.
¿Quién dijo que la simple publicación de una ley o reglamento en la Gaceta Oficial es suficiente para que el Estado cumpla con la obligación de publicitar las leyes y hacer viable su conocimiento y observancia por todos los ciudadanos?
En el contexto de estas reflexiones, es de reconocer la aportación del gobernador Javier Duarte con la creación del Sistema de Información Leyes de Veracruz (SILVER), edición electrónica de los ordenamientos vigentes que rigen las acciones de gobierno y la vida social, económica y participativa de los veracruzanos, cuya consulta en línea está en www.segobver.gob.mx/juridico
Un paso en firme, positivo y en el sentido en que lo demandan las circunstancias que no son otras que las de hacer prevalecer el estado de derecho, por la vía de la difusión inteligente de las normas, haciendo posible el libre acceso a su conocimiento, tanto por la sociedad como por el legislador. Cada actor con su aportación, la vigencia del Estado de Derecho es obra de toda la sociedad. Solo en las dictaduras es obra exclusiva del gobierno.
SILVER es el espacio público de consulta de la legislación estatal, ligada con la legislación nacional que incorpora criterios de carácter didáctico e histórico para introducir perspectiva y profundidad en el conocimiento del origen, evolución y actualidad de la normatividad veracruzana.
No cabe duda que la tecnología de las nuevas comunicaciones es un aliado de la democratización de la información y el conocimiento que bien organizado, puede ser un instrumento eficaz en favor de la cultura de la legalidad.



domingo, 30 de octubre de 2011

¡¡¡¡XALAPA TIENE SOLUCION!!!!!






¡XALAPA TIENE SOLUCIÓN!
1. La ciudad capital y su economía van derecho al infarto o parálisis parcial por congestionamiento de sus arterias, que son las vías por donde circula el consumo de productos y servicios. Si hay actividad económica, se ve en las calles.

2. Xalapa va derecho al desastre ecológico total por la creciente contaminación y de continuar el deterioro del control de las autoridades sobre los asentamientos periféricos, en 10 años más, la capital habrá perdido el 90% de su cinturón verde y volverá a padecer déficit de servicios básicos como los de agua potable y drenaje.

3. Hay abuso en el uso del automóvil en traslados que no lo ameritan. El acentuado individualismo, el egoísmo, la cultura de un confort mal entendido y los complejos de estatus, están detrás de ese abuso y están ocasionado paulatinamente nuevas enfermedades por exceso de sedentarización y falta de ejercicio. La alcaldesa prometió impulsar la cultura física como las caminatas pero parece no tener colaboradores en esta materia.

4. Por solidaridad o por comodidad hay algunas familias que se turnan para compartir su vehículo al llevar a la escuela a sus hijos. La Dirección de Tránsito y el Ayuntamiento deberían hacer algo para fomentar y aun estimular esta práctica.

5. No se justifica el otorgamiento de licencias a gran número de malos conductores. Un riguroso examen de manejo arrojaría que es causa de muchos accidentes. Por cierto, una empresa particular examina, pero el que firma con los ojos cerrados las licencias, es un funcionario. Me parece raro.

6. Altamente sensible al más pequeño choque se ha vuelto la circulación, lo que aumenta el congestionamiento. A la Dirección de Transito le hace falta una brigada de peritos pero en moto no en carreta pues se caracterizan por su lentitud.

7. Xalapa parece selva motorizada. No existe cultura vial, ni en conductores ni en peatones y tampoco hay autoridad que, en serio, se ocupe de hacer algo para fomentarla. La señalización prácticamente no existe, excepto en contados cruceros. Faltan muchos semáforos vehiculares y peatonales.

8. Autos en las banquetas. Cada que esto sucede no solo se viola un paso peatonal, también se deteriora la imagen de la autoridad. Hay que elevar esta infracción y aplicar operación grúa señor Demonier. Del mismo cuero pueden salir las correas, nada más que haya recibo.

9. Nadie respeta los horarios de carga y descarga. Sondeos de opinión indican que los ciudadanos piensan que hay soborno de agentes de tránsito porque se dan por todas partes y en su presencia.

10. Faltan estacionamientos y mucho más son los que se necesitan si las autoridades cumplieran con el deber de despejar las calles y avenidas que 50% y hasta 75 % del ancho es ilegalmente ocupado como estacionamiento cuando no fueron ni financiadas ni construidas para eso. El parquímetro urge, la comodidad no puede ser gratis ni a costa de terceros. El ayuntamiento con fondos de BANOBRAS puede fomentar un programa de apoyo al empleo e ingreso familiar mediante financiamiento de espacios pequeños y medianos para estacionamiento.

11. ¡Ciudadanos al poder! casi así dice el Plan Veracruzano de Desarrollo. ¿Estarán esperando las autoridades que ciudadanos afectados o ONG’s, alentadas desde las redes sociales, con justa razón y derecho promuevan denuncias ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos o amparos en contra de actos de autoridad responsables de la omisión en la aplicación de normas y reglamentos permitiendo el usufructo privado de las vías públicas? ¿O en contra de las autoridades que toleran la circulación de unidades que no cumplen con la verificación vehicular? O acaso en la culta Atenas Veracruzana ¿ vale cinco centavos el Protocolo de Kioto?

12. El desgobierno nace en el gobierno. Es urgente que el ayuntamiento practique una auditoria técnico-administrativa a su Dirección de Ordenamiento Urbano para constatar lo que es evidente: que se otorgan permisos de construcción sin reunir el requisito de construir cajones para estacionamiento, tanto de casas habitación como de negocios dentro de los cuales, destacan centros escolares y universidades privadas. Por cierto, algunas tiendas departamentales ilegalmente cobran estacionamiento que por ley deben proporcionar.

13. El gasto familiar en gasolina se ha incrementado y, con excepción de las pocas familias con altos ingresos, los sueldos no alcanzan. Es necesario fomentar el uso del transporte público y del automóvil compacto de 4 cilindros, (no digo que la bicicleta porque aun es suicida, quizá más adelante) Habría que construir incluir estímulos fiscales.

14. Todos coludos o todos rabones, el no circula debe ser parejo Si de los 166 mil vehículos existentes en la capital, dejaran de circular 20% cada día de lunes a viernes, se liberaría del espacio de circulación ¡32 mil vehículos diarios! Con esta medida bajaría la neurosis, le haríamos un favor a la calidad del aire, a la salud y se consolidaría una fuente de ingresos familiares que es el transporte público.

15. Las paradas no son de ganado. Muchos conductores de taxi y de autobuses paran sus unidades donde se les pega la gana. Hace falta – y así se lo sugerí al Director de Transito, Carlos Demuner Pitol - un programa de paradas y, en el reglamento, una severa infracción porque hay mucha resistencia a cambiar de hábitos.

16. ¡Cero autobuses en el primer cuadro! Xalapa no fue diseñada para ser estacionamiento de 166 mil vehículos, a lo más unas 100 carretas, que bonitas podrían circular y devolverle un toque a la identidad histórica. Por más de un siglo la capital toleró el abuso motorizado y ni las avenidas construidas en tiempos de Miguel Alemán ni los puentes del Fidel han significado gran cosa. ¡Hay que impulsar la conversión tecnológica y sustituir por combis y microbuses! ¡nuevos, limpios, seguros, y con choferes modelo! Está en manos del Gobierno del Estado tal medida ya que quien tiene la facultad de condicionar las concesiones.

17. Creación de ejes viales. Hay que relanzar con inteligencia este programa con estricta reglamentación que proteja al peatón y cárcel y retiro de licencias a quien viole límites de velocidad. Por cierto, y va para el Instituto de Acceso a la Información: aplicadores del alcoholímetro, si la aplicación de una multa es información pública, ¿Por qué no se hace pública la lista de los sancionados? La vergüenza de borrachos “balconeados” puede ser factor de cambio familiar y la Alcaldesa y el Tesorero del Ayuntamiento se pondrían muy contentos por el aumento de los ingresos.

18. Vita pistas y ciclo pistas. Hacen falta; hay que evaluar y ensayar. En el DF y en el norte ya existen, hay que ver su experiencia. Se pueden llevar una sorpresa los políticos “busca votos”.

19. Ciudad Gobierno. El gobierno paga anualmente muchos millones de pesos en arrendamiento de inmuebles para sus oficinas y en cambio tiene inmuebles que no ocupa como uno que está en la Avenida Américas. Habría que rescatar y evaluar el proyecto CIUDAD GOBIERNO elaborado en la administración del Ex gobernador Miguel Alemán Velazco. Se van a llevar sorpresas por ser autofinanciable y detonador de un nuevo polo de desarrollo urbano.

20. Pregunta al Diputado Pepe Yunes, Ricardo Ahued y Silvio Lagos ¿Qué pasó con el Proyecto de Distribuidor vial “Ruiz Cortines”? ¿Hasta cuándo se va a permitir preferencias partidistas en la distribución de recursos federales? Chequen el estado del Presidente (Me refiero a Michoacán).

21. Gobernantes con visión de Estado, y también urgen inversionistas – nacionales o extranjeros - con visión de mediano plazo que descubran que son autofinanciables las grandes obras (ejes, terminales, distribuidores, segundos pisos, etc) que a Xalapa le hace falta, claro, en el marco de un gran plan de desarrollo regional urbano sustentable, rescate del centro histórico, dignificación de la capital sede de los poderes del estado, centro ecoturístico y tecnopolo de la cultura y el conocimiento. Por ahora todos estos nombres le quedan grandes a Xalapa.



jueves, 15 de septiembre de 2011

¡VIVA MEXICO CABRONES DESMEMORIADOS!

¡VIVA MÉXICO, CABRONES DESMEMORIADOS!
Cuando en el México de los 60´s no había libertad de expresión, los medios masivos de comunicación – los mismos de hoy - eran los encargados de difamar a los estudiantes como partidarios de la violencia, terroristas fabricantes de bombas molotov y uso de armas de fuego. ¡Entonces sí no había libertad de expresión! Una libertad que exigíamos al lado del pueblo en marchas de cientos de miles de asistentes pacíficos y organizados para evitar provocaciones de los agentes de seguridad. Había mimeógrafo y process, no twitter, facebook, ni nada de internet.
Por el espacio que se me facilita para desempeñar mis labores en el Palacio del Gobierno del Estado de Veracruz, casi todos los días soy un testigo más de marchas y plantones en la Plaza Lerdo de la capital del estado. De todos colores, motivos, tonos y adjetivos, en contra del gobernador Javier Duarte o de otras autoridades. Permanecen por un rato, se expresan y luego se reiteran. Inconformes por el aumento de tarifas del transporte urbano, hace unos días vi a un grupo de violentos estudiantes meter un autobús por la puerta central del palacio y lanzar retadoras y machistas frases al gobernador. He visto la Plaza Lerdo llena, lo mismo de Antorchistas, de encuerados de los 400 Pueblos que de seguidores de López Obrador.
Jamás he visto una golpiza de la fuerza pública, es más, ni siquiera una agresión verbal a estos y otros muchos manifestantes con diversas demandas. Veracruz ocupa uno de los primeros lugares en medios impresos y electrónicos con la más diversa orientación política. Con la excepción de algunos respetables y auténticos críticos del gobierno duartista; lamentablemente lo que predomina son pasquines que como su modus vivendi, alternan entre la adulación y los golpes a políticos o funcionarios públicos, fenómeno que evidencia el para qué se utiliza la libertad de expresión. Indigna y es totalmente cuestionable el asesinato de periodistas, sin embargo me dijo un prestigiado columnista, sin embargo, la mayoría de los asesinatos están relacionados con factores distintos a lo que se conoce como represión del periodismo político o de la publicación de ideas contrarias al gobierno.
¡Se ve que son muchos los jóvenes que ignoran lo que es carecer de libertades políticas!
¡Se ve que no son pocos los que desconocen el precio que el pueblo de México pagó por sus derechos políticos! Recordamos “a los héroes que nos dieron Patria” como versa la expresión común en estas fechas sin que este hecho se traduzca en auténtica valoración de las instituciones o en conducta ciudadana ejemplar. Como el día de la Madre, también hay algo que no convence de nuestras fiestas patrias.
Hace 43 años (18 de septiembre de 1968) cuando con cientos de estudiantes fui privado de mi libertad por el Ex Presidente Gustavo Díaz Ordaz y meses después junto con un grupo de 150 estudiantes y maestros, sentenciado a 17 años de cárcel ¡Nunca me imaginé que casi medio siglo después, la libertad de expresión llegaría a utilizarse para todo, aunque mucho menos para lo que aquella generación con sus presos y sus muertos demandó en las calles!
Ojalá y el núcleo de usuarios de las redes sociales utilice la tecnología, no para fugarse de la realidad como la adicción moderna de la globalidad sino para la recreación liberadora y para que cada vez más se comparta información, conocimiento y experiencias que fortalezcan las capacidades creativas de la sociedad civil, y en especial al ciudadano subordinado a la partidocracia y al excesivo poder de los medios masivos de comunicación.
Redes que sirvan para denunciar injusticias, corrupción, ineptitud de funcionarios o de gobernantes; corrupción de jueces y ministerios públicos, fraude en la mala educación pública y privada, combate del consumo chatarra, el abuso del automóvil y el exceso de sedentarización; la contaminación que hacemos todos, denunciar prácticas nocivas de la industria y el comercio o bien, edificar productos y servicios de calidad. Redes que promuevan la tolerancia y la convivencia con respeto en la diversidad y coadyuven al desarrollo de la espiritualidad, lo que por esta se entienda. Afortunadamente sí hay muchos twitteros y actores de las redes que participan de estas actitudes. Ellos son esperanza para todos.



jueves, 23 de junio de 2011

VERACRUZ,AGUA,VIDA Y MUERTE








Romeo González Medrano
CON EL AGUA ¡NO MAS PALOS DE CIEGO!
La administración pública toda tiene que cambiar y no en el papel, decretos, y organigramas sino en el actuar de los servidores públicos que en ella laboran, en sus actitudes, hábitos y en general todos sus comportamientos.
Desde el gobernante hasta el último servidor público ha de tomar conciencia que no hay futuro para el Estado de Derecho y sus instituciones sin verdadera rendición de cuentas, sin verdadera transparencia y buenos resultados medibles y esto exige eficacia, eficiencia y productividad en todas las áreas y en todos los niveles de la administración federal, estatal y municipal.
Buenos propósitos imposibles de lograrse sin servidores de convicciones y comprometidos, sin trabajo de equipo y para eso se requiere cultura de equipo. Una cultura que debe empezar por la cabeza. Esto significa otra mentalidad en seres responsables y conscientes convencidos que a nada bueno conduce el que cada uno jale por su rumbo. O sea, aunque algún funcionario ofrezca pruebas de que rema muy bien, si no se coordina con los demás remeros, definitivamente no se contribuye a navegar por la ruta trazada ni hacia el puerto que se quiere.
Ejemplos sobran. Por eso el PROGRAMA ADELANTE fue bien recibido con simpatía porque el caos de los programas sociales había llegado a extremos. ¿Logrará la estrategia de Duarte ese propósito de hacer que los programas sociales se ejecuten de manera coordinada en cada localidad del estado?
Ello depende de muchos factores. Pesan en contra inercias de décadas. Sin embargo, no hay duda de que se impone la necesidad de un autentico orden al interior y entre los tres niveles de gobierno para que los frutos sean buenos y sobre todo para que alcancen a más mexicanos. El concepto del día se llama “políticas públicas transversales” como es el caso de protección civil, enfoque de género, ambiental, etc. En la práctica todas las políticas públicas tienen un grado de transversalidad que de inmediato remite a un problema de poder. Quién debe coordinarse con quién. Siempre ha sido un problema en el funcionamiento de la administración pública y esto pasa con todo, por ejemplo con las dependencias de gobierno involucradas en el tema del agua.
Veracruz tiene más agua que nadie en el país. Tanta es el agua que hay hasta para que nos inundemos. Desgraciadamente ya empieza a faltar en algunas ciudades y tenemos menos superficie agrícola de riego que otras entidades como Sinaloa dotada de menos recursos hídricos. ¿Por qué pasa esto? Sencillo, la abundancia es nuestra bendición y también nuestra desgracia, tenemos tanta agua que nos damos el lujo de permitir la deforestación poniendo en peligro el ciclo de las lluvias, nos damos el lujo de las descargas de aguas negras a los ríos, tenemos ingenios y beneficios de café irresponsables con el medio ambiente o drenaje con descargas al mar.
La mayoría de los usuarios del agua actuamos como niños que creen que los cajeros automáticos regalan dinero a papá. Igual creemos que el agua de la casa está en la llave. ¿Cuántos habitantes de Xalapa sabrán desde dónde se abastece la ciudad, cuántos saben lo que fue necesario hacer para traer esa agua y cuánto cuesta potabilizarla y distribuirla? Definitivamente quien desconoce el costo de un servicio que recibe está ciego y renuente para cumplir con el pago del mismo.
Evidentemente somos incapaces de valorar el agua que tenemos. Incapaces de cuidarla, administrarla, distribuirla, canalizarla, y menos limpiarla para volver a utilizarla como en otros países en donde ya van en el cuarta o quinta reutilización. Sabemos que el agua es vida pero no tenemos ni idea de lo que eso significa.
Hay otras ciudades mejor satisfechas en sus necesidades de agua y con mucho menos disponibilidad del líquido.
¿Es que merecemos un castigo? ¿Acaso eso estamos esperando? Nadie piensa bien. Nadie piensa más allá de su tinaco, de su llave o necesidad particular; todas las dependencias tienen su “visión” y su “misión” muy particular sin darle mayor importancia lo que ocurra a los lados. Ahora sí que por ver el árbol, no vemos el bosque.
“¿Para qué pensar bien si voy de paso?” Así piensa un político-funcionario con mente burocratizada. Sin embargo, para un estado dotado de las riquezas hídricas como Veracruz, el agua debiera ser cultura, forma de vida, fuente de energía limpia, hábitos y prácticas de reutilización, cultura de pago y de cuidado, cultura de turismo ecológico, cero impunidad con acciones de contaminación de ríos, cultura ecológica, de captura y almacenamiento de lluvia, preservación de nuestros bosques y selvas, de investigación y talento invertido en proyectos ambiciosos, de planeación estratégica pensado en las futuras generaciones, no en las elecciones. Cultura del agua, cultura de la vida. O sea, la cultura que no tenemos.
Es necesario que la gestión de gobierno que se inició con Javier Duarte, empiece bien, que aborde integralmente este tipo de problemas y deje para siempre los palos de ciego que por décadas han dañado tanto las riquezas que Dios nos dio.
La gobernabilidad agotada es la que se limita a ser “apaga fuegos”. La nueva gobernabilidad ( se le llama también gobernanza) es la que en cada “fuego” que apaga le tuerce la manita a quien sea necesario para que comparta y participe en soluciones de fondo, integrales, planificadas que generalmente involucra a muchos sectores y a los tres niveles de gobierno. Es la gobernabilidad que va a las causas de los problemas no solo para evitar que se conviertan en conflicto sino para que se ofrezcan soluciones duraderas, soluciones para varias generaciones, o “sustentables” para utilizar la palabra técnica de moda.
El problema del agua, sea para consumo humano o para uso agrícola, es grave porque hay demasiadas dependencias y programas metiendo su cuchara, federales, estatales y municipales y cada una se ocupa de su parcela y punto. Poco se considera la interacción pues las metas de las que cada quien ha de dar cuentas son por dependencia.
¿Es muy difícil entender que sólo es capaz de gobernar a los demás aquel que es capaz de gobernarse así mismo? La coordinación- ordenarse con otros—es casi imposible si no hay una voluntad política que la impulse.
La desgracia de México es tener políticos y funcionarios individualistas que eligen no coordinarse con otros para cacarear “el huevo solos” y si pueden, cacarean el huevo ajeno. Son así porque anteponen sus aspiraciones y proyecto político personal al cumplimiento de sus responsabilidades como servidores públicos pero también porque faltan cabezas que pongan el ejemplo.
Hace falta sancionar y exhibir al funcionario que así actúa y desde luego crear un sistema de estímulos para quienes demuestren en los resultados, responsabilidad y cultura de equipo que no es otra cosa que la capacidad para armonizar y cooperar con otros para así optimizar el uso de los recursos públicos y mejorar las soluciones. ¿Será posible tanta belleza en vísperas de otro proceso electoral?
En ningún momento la contienda entre aspirantes al poder debiera afectar la formulación y ejecución de políticas públicas integrales, consensuadas, de corto, mediano y largo plazo y menos cuando lo que se aproxima es una sucesión presidencial que pone a la nación en dialogo público ofreciendo un oportunidad para presentar experiencias locales – en estados y municipios- como aval de propuestas de políticas públicas nacionales para los próximos años.
El agua es vida. La dotación privilegiada que del líquido tiene Veracruz lo compromete a propuestas sólidas y duraderas que respondan a la dimensión de las necesidades de las actuales y futuras generaciones. Comentarios e-mail: romeo-gonzalez@hotmail.com; Twitter y facebook



miércoles, 18 de mayo de 2011

POBREZA SOCIAL Y POBREZA CONCEPTUAL



POBREZA SOCIAL Y CONCEPTUAL
En México la pobreza llamada “extrema” es objeto de la política social a través de la Secretaria de Desarrollo Social; una función que comparte con la institución ejecutora de la política asistencial, el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF federal, estatal y municipal) más la que llevan a cabo los gobiernos estatales a través de diversos programas destinados a la población vulnerable existente en todo el país.
Al margen de la controversia en torno a si estos programas han logrado disminuir o no el número de pobres o los márgenes en que han dejado o no de serlo, lo cierto es que hay dos temas que cuestionan de fondo la política social del estado mexicano.
El primer tema – eternamente omitido - es el de su ineficacia total por ser curativa, a posteriori de lo que son los efectos pauperizadores de la política económica.
El otro tema y objeto de estas notas, es el de las relaciones sociales de y entre los beneficiarios de esta política; una categoría de las ciencias sociales que parece haberse patentado para permanecer encerrada en la academia y en uso exclusivo de disciplinas como la sociología o la antropología.
Los representantes sociales analizan y discuten el presupuesto, (PEF), proponen ajustes, algunos a nombre del federalismo, otros instrumentales y punto. El Poder Ejecutivo se concreta a gastar esos recursos conforme a la compleja normatividad que rige su ejercicio sin que se haya logrado una medición confiable de los resultados finales a pesar de los esfuerzos de la Comisión Nacional de Evaluación (CONEVAL). O sea la pobreza extrema continúa como asignatura pendiente del Estado Mexicano lo que entre otras cosas explica la controversia que sobre el particular ofrecen organismos internacionales como Organización Interamericana para el Comercio y el Desarrollo (OCDE) y el Banco Mundial.
Más eso no es todo; tal parece que al Poder Ejecutivo como a nuestros representantes en el Congreso, la única pobreza que les ocupa es la material. Para ellos, como para muchos, el único concepto de pobreza es el relacionado con las necesidades materiales. Concepto que parte del supuesto - aun no demostrado ni en México ni en ninguna economía ni época histórica – que afirma que atendiendo de esa manera tales necesidades, automáticamente disminuirá la desigualdad, se avanzará en el desarrollo humano y la felicidad anhelada inundará todos los hogares. Es la misma mentalidad de los padres que suponen que con solo darles apoyos y bienes materiales a los hijos, en automático esto hará de ellos mejores seres humanos.
Estas visiones esquemáticas y simplificadoras se parecen a las del viejo marxismo leninismo de tipo economicista del siglo pasado durante la mejor época de la URSS. Me refiero al pensamiento que difundía el PCUS y que en nuestra adolescencia repetíamos como pericos en los Partidos Comunistas del mundo. Una filosofía que también sostenía que acabando con la propiedad privada y mejorando las condiciones materiales de los trabajadores, automáticamente la sociedad avanzaría en igualdad hasta llegar a una etapa de desarrollo “humanizado” o de a cada quien sus necesidades y sus capacidades. El tiempo y la desintegración de la URSS, entre otros hechos históricos, finalmente desmintieron esos supuestos.
Por su parte, el capitalismo salvaje tampoco se quedó atrás. La cultura del confort que aun se vende como modelo de vida a los habitantes de las grandes potencias, no ha resultado trasferible a otros países pues tan solo por consumo per cápita de energía se necesitarían varios planetas para generala con suficiencia para los 6 mil millones de seres humanos que hoy poblamos el planeta. En resumen, el desarrollo social es una asignatura pendiente de México y de toda la humanidad y aspecto esencial de este concepto corresponde a las relaciones sociales que se han propiciado al amparo de las políticas asistenciales. Diagnóstico que ha sido ratificado uno a uno en los foros internacionales convocados por la ONU.
¿Acaso se han logrado abatir los índices de violencia intra familiar por el hecho de ser beneficiario de los programas asistenciales? En México como en otros países el paternalismo en los programas sociales ya demostró que no es la vía para promover modificaciones de fondo que promuevan desarrollo humano integral y procesos de transformación humanizadora donde prevalezcan valores de equidad, tolerancia, respeto y capacidad de convivencia en la diversidad, etc.
La razón es muy sencilla: el paternalismo es una relación acrítica, opuesta a la corresponsabilidad de los beneficiarios e inherente a un sistema político clientelar. Objetivamente sus fines son otros muy distintos a los declarados.
En este contexto, y en relación a la lucha contra la pobreza y la marginación, parece necesario, urgente y oportuno repensar muchos conceptos; desde luego hace falta una profunda revisión del papel del Estado, de la sociedad, de cada ciudadano y de todos los actores. Revisión que va desde lo conceptual, el marco jurídico institucional, las relaciones intergubernamentales, la política de desarrollo, etc. Nadie puede decir que tiene la última palabra; sí que puede llegar a ofrecer opciones sobre todo si se parte de que vivimos la construcción de nuevos paradigmas de política social abiertos a su enriquecimiento y más nos vale que nos demos cuenta que solo los esquemas abiertos no fallecen al nacer.
Este puede ser parte del contexto en el que surge el PROGRAMA ADELANTE, dado a conocer por el Gobernador de Veracruz Javier Duarte.
Desde mi tesis para obtener el grado de licenciatura en la UNAM, (1981) llevo 30 años ocupándome del tema sin que vea cambios sustanciales. Recuerdo que siendo parte del equipo coordinador del Sistema Alimentario Mexicano (SAM) con aquella elemental investigación académica y a riesgo de que me borraran de la nómina, con la elección del tema de tesis pretendí cuestionar la política alimentaria del ex Presidente José López Portillo. Mi sorpresa fue tan grande como mi ingenuidad ya que recibir toda clase de felicitaciones y reconocimientos. No sé porqué insisto; debe ser porque es más fácil pensar en los pobres que ser parte de ellos.
Hoy la lucha por abatir la pobreza extrema se mezcla con la disputa por el poder porque México carece de una verdadera política social de estado. Esa sería la dirección en que habría que ir para delante.
Es de lamentar algunas de las reacciones que suscitó la presentación del Programa Adelante. Sobre todo habiendo pruebas oficiales y consenso evidente que cuestionan la política social hasta ahora llevada a cabo. La reacción inteligente no es la que defiende lo indefendible sino la que con visión estratégica asume la crítica y se adhiere a la propuesta correctiva del Gobierno del Estado de Veracruz – o de quien sea - para lanzarla más adelante. El rumbo cuestionado es el de la nación de la que los veracruzanos somos una parte.
¿Quiénes son los pobres? Hay pobreza social y pobreza conceptual; material y espiritual. Por eso afirmo que tan urgente es actuar como pensar en serio. Creo que estas reflexiones continuarán. Comentarios: romeo-gonzalez@hotmail.com



sábado, 19 de marzo de 2011

LA SALUD ENTRE COMILLAS



DESPERTAR A TIEMPO
Romeo González Medrano
LA SALUD ENTRE COMILLAS
A mi querida hermana Haydeé Julieta:
Mexicana, ejemplo de amor a la vida y de cultura
empresarial en Estados Unidos.


Desde hace miles de años la salud humana se le considera como uno de los bienes más preciados del hombre y no es para menos pues de ella depende la capacidad para trabajar, sobrevivir y disfrutar la vida. Desgraciadamente entre más arenga el hombre su valor, más parece alejarse de ella y ningún sistema de información epidemiológica del mundo convence de lo contrario. Cualquier cifra positiva manejada en forma aislada no contradice el deterioro de la salud como tendencia general.
La proliferación de toda clase de enfermedades se extiende por el planeta lo que incluye tanto a las sociedades de la abundancia como a las menos desarrolladas que hoy están peor que hace medio siglo pues sin haber salido completamente de las enfermedades de la pobreza en cambio ya adoptaron, y en forma creciente, el patrón de las enfermedades cardiovasculares y crónico degenerativas prevalecientes en las naciones más desarrolladas desde donde el capital industrial y financiero las ha convertido en la mercancía más rentable del planeta.
Mientras tanto los medios masivos de comunicación se encargan de alentar la admiración por la belleza de la salud del cuerpo humano aunque solo sea a través de eventos del deporte profesional como los juegos panamericanos o las olimpiadas al mismo tiempo que millones de espectadores, en estadios o en sus casas, se refrescan con bebidas alcohólicas y arraigan su sedentarismo.
¿Qué está pasando con la salud de los mexicanos? ¿De verdad estamos haciendo por ella todo lo que decimos y que tanto cacarean nuestros gobernantes? ¿Hay algún funcionario federal o estatal que tenga el atrevimiento de publicar un informe certificado del estado de salud de los veracruzanos después de las inundaciones recientes? El diputado local Flavino Ríos recientemente preguntó y pidió explicaciones sobre la proliferación del cáncer en el sur del estado. Nadie contestó lo que preguntó. ¿No será que ya llegó la hora de hablar con la verdad y salir del engaño más grande en el que hemos vivido por medio siglo durante el cual los mexicanos creamos el mal llamado “sistema nacional de salud” que ni es sistema ni es de salud?
¿No será ya el momento de reconocer que lo que “hacemos por la salud” lo deshacemos con el modo de producir y de vivir? ¿Por qué las autoridades eclesiásticas predican la compasión por los enfermos y no condenan la producción y el consumo contaminante y cancerígeno? ¿Por qué en este aspecto el papel del sistema educativo es tan pobre? “Nada va a cambiar si no cambia cada persona” me dijo mi hermana. De acuerdo pero pasé dos meses en Estados Unidos y no vi en ningún canal de televisión el masivo bombardeo promoviendo el consumo de productos chatarra que tiene a México en el primer lugar mundial en obesidad infantil, antesala de la diabetes mellitus y otras enfermedades.
Desgracias por fenómenos naturales o por riesgos industriales, hambre y miseria, calamidades o pandemias todo se ha vuelto “hechos normales” , espectáculo o noticia “de impacto” de efímera sensibilidad en los televidentes; ¿será verdad que los públicos cautivos de los medios masivos demandan “reality show” no importa cuál sea el grado de violencia, de sufrimiento o de crueldad? Hay de sobra en el mundo hechos que prueban que la salud como la preservación de la vida es mucho más palabra que acción y que en realidad vivimos en un engaño que hasta aplaudimos. Vivimos en riesgos químicos y radiactivos permanentes y no lo sabemos o si lo sabemos no decimos nada. Todo esto se maneja como “secretos de Estado” o “aquí no pasa manda” ¡ y menos en tiempos preelectorales!!!! Y es que la salud ¡ también es bandera política y de las más rentables!
¿Acaso abatir la mortalidad materno infantil es suficiente para que nuestros gobernantes canten victoria mediante informes de clara intencionalidad política? Está certificado ante la Organización Mundial de la Salud que en las últimas cinco décadas México ha logrado aumentar la esperanza de vida de su población y que en ello ha ocupado un papel importante la política de salud. Esto es verdad pero muy a medias pues es mentira que esos logros signifiquen más la calidad de vida. O sea, ciertamente medio siglo de programas de salud han permitido vivir más años pero con mala calidad al incrementarse las enfermedades cardiovasculares y crónico degenerativas precisamente porque no hubo cambio de calidad de vida en la mayoría de los mexicanos. En consecuencia, la atención de estas enfermedades dispara las necesidades presupuestales a niveles inalcanzables. Si México le pidió prestado al Banco Mundial para comprar la vacuna contra una gripa ¿De dónde sacará los recursos para la hospitalización y tratamiento de los canceres que aceleradamente se incrementan y son mil veces mas caros?
Sin duda, abatir la mortalidad materno- infantil es una noble meta social. Lo que a esa como a todas las metas y programas de salud la convierten en demagógica es el uso manipulador que las presenta como “la gran obra social” de un gobierno cuando se trata de un derecho constitucional que mal se cumple porque no es lo mismo el derecho a la salud que recibir servicios médicos para recuperarla sin modificar las causas socio económicas que llevaron a perderla o sea el atraso en “las determinantes de la salud” expresado en la jerga de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Un ejemplo es más que suficiente: la ciudad de Córdoba necesita una inversión estimada de 1000 millones de pesos para contar con un verdadero sistema integral de agua y saneamiento ya que el 95% de sus aguas residuales las vierte sin tratamiento a los canales y ríos que la atraviesan afectando la salud, la calidad de vida y el poder de atracción de inversión productiva. ¿Qué no es mucho mas lo que ha perdido de ganar y lo que ha pagado por sanar a sus habitantes?
Entre los políticos de todos los partidos mucho se habla del “sistema de salud mexicano”; también entre expertos en foros internacionales sin embargo nadie se atreve a dudar que como tal exista ese sistema cuando en realidad lo tenemos son varios sistemas para la atención de enfermedades, que no es lo mismo.
Los gobernantes acostumbran decir que su máxima preocupación es la salud y repiten de mil maneras frases con ese significado aunque sea más lo que se habla que lo que se hace. ¡Nadie se suicida moral y políticamente poniendo en duda de que lo que se hace por la salud es ¡lo mejor!
A la cabeza de un gobierno puede estar un profesionista con visión social, experiencia política y administrativa y con la voluntad de mejorar la calidad de los servicios de salud – una de las demandas más sentidas hoy por la sociedad. Sin embargo, en el caso de Veracruz esos servicios dependen de casi 20,000 trabajadores de todos los niveles y perfiles integrados en varias organizaciones y estructuras mientras que la rectoría de la política de salud corre a cargo de la federación desde donde se toman las grandes decisiones. Si el objetivo es mejorar la calidad de los servicios de salud todo esto configura debilidades y no fortalezas de una política pública donde las mejores voluntades se estrellan al toparse con toda clase de intereses creados sean sindicales, políticos o de tipo económico.
Cuando publiqué La Gobernanza en la Política de Salud albergué la esperanza de que con la nueva administración se emprendiera un esfuerzo de diálogo y concertación entre todos los actores que intervienen en el sector salud y de esa manera se hicieran explícitos compromisos y expectativas bajo una estrategia movilizadora de recursos para la promoción de la salud como la única ruta certera y sustentable tal y como recomienda la OMS y como lo dice el Plan Nacional de Desarrollo. Creo que me equivoqué y como me reitera un prestigiado periodista y analista político, “sigo soñando” al pedirle peras al olmo.
Sin embargo la realidad es mucho mas terca que el ser humano y tarde o temprano la verdad se impone y cada vez son más las voces que admiten que la salud como la vida no son compatibles ni con el capitalismo salvaje; ni con el centralismo de la administración pública y menos con el paternalismo gubernamental provenga de aquellos que bajo cualquier sigla o ideología lo practican y reproducen desde las estructuras del poder público o bien provenga de la población usuaria adaptada al mismo.
¿Alguien duda que en la actualidad el dolor humano como la atención de toda clase de enfermedades constituya la mina de oro y el negocio más lucrativo del mundo? ¿En qué cabeza cabe pensar que a ese mega negocio le conviene el descenso o desaparición de enfermos y enfermedades? Y si se trata de fortalecer legitimidad política ¿acaso los programas de salud no son los mejores instrumentos?
El negocio del siglo – la industria farmacéutica- alcanza tal poder que opera en absoluta libertad, por encima de todo interés colectivo y de todo gobierno. La legislación y normatividad internacional y de gobiernos nacionales es mero requisito. A la cabeza se encuentra la FDA hoy por hoy cuestionada por miles de organizaciones no gubernamentales y proyectos alternativos.
Mucho se habla y escandaliza sobre la narcoviolencia en México y en el mundo pero nada del asesino silencioso, los cánceres y toda clase de enfermedades crónico degenerativas, que si bien son multifactoriales tienen un denominador común: la inconsciencia y la irresponsabilidad con la que vivimos prisioneros de tecnologías, modos de producción, de consumo y hábitos de vida que están acabando la salud y vida mientras acrecientan las fortunas de unos cuantos.
¿Somos una sociedad cada vez más fuerte y sana o somos una sociedad cada vez más débil, enferma y vulnerable en su sistema inmunológico?¿Quien dice la verdad sobre el estado de salud de los veracruzanos o de todos los mexicanos?
No nos engañemos, no es más sana la sociedad que tiene más hospitales, médicos y medicinas, sino la que menos necesita de ello. Claro, es más barato y viable invertir en hospitales, médicos y medicinas que mejorar la alimentación, los sistemas de agua y drenaje, la vivienda, el control eficaz de la contaminación, la prohibición de productos cancerígenos, etc
Bueno sería que la Cámara de Diputados, así como acordó e integró una comisión especial para dialogar con sus homólogos norteamericanos sobre el comercio de armas se constituyera otra comisión que con los mismos representantes del país vecino dialogara sobre el comercio de miles de productos cancerígenos que importamos, muchos de los cuales ya han sido prohibidos en Estados Unidos o Europa. ¿Por qué mejor nuestros diputados federales no exigen que nuestro representante ante la ONU promueva un acuerdo que establezca que los productos cancerígenos sean prohibidos a escala mundial? Solo de esa manera dejarían de prohibirse en unos países y autorizarse su venta en otros. No cabe duda que hay demasiada salud entre comillas.