La salud del pueblo no puede dejarse a merced del mercado porque la salud de los seres humanos no es una mercancía y no debe tratarse como mercancía que se compra o se vende. Este planteamiento lo ha dicho y reiterado AMLO y es una definición de tipo marxista. Ello no significa que el presidente sea marxista y menos que así se defina la política social de su gobierno. En todo caso significa que la salud como un derecho constitucional que atiende el estado se sustraer de las leyes del mercado y se atiende como parte de su responsabilidad social.De alguna manera la postura del presidente y del proyecto de transformación que encabeza es un componente fundamental de un nuevo paradigma de la relación Estado-sociedad. Un modelo que apenas empieza a construirse
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