Ahora el vocero de la arquidiócesis de Xalapa le habla directo y por su nombre al gobernador Cuitláhuac quien desde las cenizas de una administración saqueada y desmantelada, empieza al lado y con el apoyo del Presidente Obrador un gobierno de cambio profundo. “La gente ha ido perdiendo la confianza. Lamentablemente el desánimo y el desencanto van ganando terreno” dijo el clérigo que no mide como sus palabras rebotan sobre el juzgador y al hacerlo se suma a los voceros de los expulsados del poder. Jamás a la mafia juzgó durante 50 años no obstante los abusos, los crímenes y el saqueo de la nación , más bien practicó el silencio e inculcó la paciencia y la sumisión del pueblo , raíz que le viene desde la conquista española. ¿Porqué el Sr. Suazo en lugar de lamentarse de los errores del gobierno - que sin duda los hay-,convoca a sumar fuerzas para hacer avanzar la transformación demandada por más de 30 millones de electores y que exige de la participación de todos? ¿Porqué al menos no dice una misa para que el total de los senadores llegue a un acuerdo en torno a la Guardia Nacional de lo que sí depende frenar y abatir la violencia y restablecer la seguridad de los mexicanos? porque no pide a Dios que le dé sabiduría al gobernante para enmendar errores y dar pasos certeros en el cumplimiento de la voluntad popular? ¿Qué no fue eso lo que la iglesia pidió por décadas. ¿Porqué a los dos meses al gobernador Cuitláhuac le niega lo que por años pidió para los gobernadores del PRI y del Pan? Sr. Suazo su declaración lo coloca del lado que partidiza la inseguridad y por eso no siembra paz ni paciencia con entendimiento y no es justo y solo de los justos puede ser el reino de los cielos .
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