lunes, 3 de febrero de 2014

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“ NO PUEDO YO SOLA”: RECTORA UV (I)






DESPERTAR A TIEMPO
Romeo González Medrano






“ NO PUEDO YO SOLA”: RECTORA UV (I)




EXHORTO O ADVERTENCIA. La primera Rectora de la Universidad Veracruzana, Dra. Sara Ladrón de Guevara convivió esa mañana con miembros e  invitados de la organización  Otero Ciudadano A.C. De lado y lado y con la frescura de un dialogo muy diferente al acostumbrado por la clase política,  en pocas palabras se dijeron muchas “netas”,  o sea, verdades sobre la UV que hace falta decir y escuchar con más frecuencia ante la comunidad universitaria, padres de familia, y toda la sociedad veracruzana.




 La anfitriona, Leonor de la Miyar, Presidenta de Otero Ciudadano,  directa marcó pauta en temas controversiales. En sus palabras de bienvenida dijo: “Qué alivio y qué gusto leer declaraciones de nuestra rectora cuando dice que el cargo no se lo debe a nadie más que a la comunidad universitaria. Ya era hora de escuchar esa contundencia de un rector de nuestra universidad. Quienes la eligieron, solo cumplieron con su deber para con la comunidad y con la historia. Qué gusto saber de sus primeros pronunciamientos en los que con firmeza toma partido para preservar lo que merezca permanecer y cambiar lo que haga falta cambiar. La selección de maestros, lo mas reciente”. No importa en lo que se escuden. Las resistencias, los temores o intereses adversos al cambio,  están reprobados por la realidad, por la sociedad y por el mundo globalizado y competitivo que nos rodea”.

..........“Duro, duro, duro”..... se escuchó entre los concurrentes que, como Leonor, saben que dentro y fuera de la UV, la resistencia ya opera la clásica estrategia de cerco - aislamiento del líder para que el impulso de cambio que represente, se quede en discurso. Prohibido afectar intereses. ¿Sacudir estructuras? sí pero siguiendo el ejemplo gubernamental, o sea solo “por encimita” y más en forma mediática que real, nada de profundizar la autocrítica en temas fundamentales. O sea, que se la lleve “tranquila” si no quiere que los porros de corbata “le armen” una de esas en las que son pésimos émulos de la vieja escuela . Veremos si se deja la prestigiada y comprometida académica y si lo permiten sus verdaderos aliados.

Varios colegas publicaron excelentes notas de ese convivio, entre ellos, Abriendo Brecha, Miguel Ángel Cristiani,  Francisco Licona, Felipe Hakim, Mario Mijares, Ángeles González Ceballos. Se diría que nada hay por añadir; sin embargo hay algo que creo vale la pena destacar, un tema que me parece central y a la vez transversal a la totalidad de la agenda universitaria: “ no puedo yo sola”.

 No se trata de una expresión casual de la funcionaria sino parte de las conclusiones de un diagnóstico que lleva implícita una concepción de necesidades y posibilidades del proceso  que, llevado a la practica, seguramente habrá de derivar en una estrategia para hacerlo posible; de una estrategia que implica colocar la participación activa de todos los actores internos y externos en el centro de  todos los esfuerzos de cambio, a diferencia de instituciones o programas gubernamentales para los cuales la participación solo es una asignatura o un  adjetivo que decora o, peor aun, palabrería y simulación. ¿Cómo enfrentarán las nuevas autoridades el desanimo de una  juventud cuya percepción de su futuro tiene de todo menos certidumbre de mejores oportunidades? 


  “Sola no puedo” es exhorto a sumarse a un plan no como lo acostumbra el mundo de los políticos, con alabanzas, matracas y protagonismo para arribismos ilegítimos sino en forma eficaz, constante y mediante formas específicas definidas por actor y comportamientos y cuotas de esfuerzo precisas, con resultados medibles y evaluables. Por cierto, ¿cuántos aspirantes a becas de la UV al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) aprueban el examen de ingles? El universo de destinatarios del exhorto es toda la comunidad universitaria y toda la sociedad veracruzana.

Difusión de logros, no espectáculo de protagónicos adictos al cultivo de su imagen. ¿qué van a venderle a la rectora los comerciantes del ego si ella ya dio instrucciones que no se compren esos “productos”? el tiro fue para la revista Nexos. Fina en su mensaje. La política de comunicación social de la UV debe ser instrumento de la estrategia que edifica logros, alienta la corresponsabilidad y moviliza potencialidades. Entiéndase, no es para seguir complaciendo egos académicos o de funcionarios oportunistas. El que trabaja y entrega buenos resultados, se supone que para eso le pagan.  Talento y creatividad extraordinaria es otra cosa.

El proyecto de transformación de la UV no es de Sara Ladrón de Guevara sino de toda la comunidad universitaria ya que recoge la memoria y conciencia propositiva de sus estudiantes, maestros, investigadores, trabajadores administrativos y funcionarios. Para hacerlo realidad  deben funcionar muy bien todos los espacios o vías para que esa participación sea con representatividad, transparencia, calidad y resultados medibles. A dejar de chillar, “flotar”, criticar, y/o protestar por problemas o situaciones de las que quizá somos coautores. Cierto que los activos son mas que las vergüenzas, pero estas son como la manzana podrida, una sola es suficiente para dañar a todas las demás.

Se entiende que a la sociedad civil organizada y no organizada le corresponde un papel fundamental, ¿cuál debería ser el papel de organizaciones civiles como Otero Ciudadano?
¿Qué espera  la rectora de estas organizaciones? Muchas son gestoras y/o pedigüeñas. Obligado  es distinguirlas de las que colocan en primer término la responsabilidad de cooperar.

¿Cuáles son las fortalezas en las que el proyecto transformador se apoyará para resistir y triunfar ante fuerzas e intereses internos que, alentados desde fuera, no están dispuestos a cruzarse de brazos al ver que la Universidad deja de ser botín presupuestal o trampolín del sistema político?
La funcionaria toma partido: Ante la crítica carente de objetividad por incompleta, apocalíptica, catastrófica y, lo más grave, paralizante, declara que prefiere focalizarse en las fortalezas que indiscutiblemente tiene. Como táctica de un liderazgo decidido a movilizar con lo que cuenta,  se entiende la postura de la funcionaria pero no se deben subestimar las debilidades y los riesgos. Tampoco hace falta la postura defensiva que derrocha recursos en maquillar imagen para que no se vean tan feas algunas realidades. El debido lugar a logros y fortalezas no debe impedir, en lo mas mínimo, reconocer practicas viciadas, asignaturas pendientes, errores y debilidades. Habrá que estar alertas. Uno de estos “baches” lo representa la disputa por el poder político y su impacto dentro de la universidad. Otros la inmovilidad de la gerontocracia estancada y otro más los feudos sindicales renuentes a todo compromiso con la eficiencia y la modernidad.

La antropóloga no es ni política de carrera ni “política a la carrera”. Orgullosamente universitaria, sin falsas modestias y con una vida de trabajos de investigación publicados en muchos países, es cabeza de un proyecto ajeno a la movilidad política sexenal porque así tiene que ser ya que no fue creada para formar profesionistas sexenales sino generacionales y trascendentes con responsabilidad social e histórica.

“Yo no puedo sola” es exhorto y en cierta forma reclamo de respuestas, lo mismo del estudiantado, que del personal docente y administrativo, incluso de ex estudiantes y organizaciones de la sociedad civil.

La corresponsabilidad no es una palabra. Si queremos celeste, que a todos nos cueste parece que nos dijo la Rectora. Concertación, acuerdos, compromisos , seguimiento efectivo de metas, detectores de  incongruencias, siempre necesarios en una mentalidad inclinada al protagonismo y la simulación. La UV no es la excepción porque es un reflejo de esta sociedad, no de otra. Ustedes dirán si le entran. Ninguna estructura mental o administrativa evoluciona sin periódicas sacudidas. El exhorto que también es advertencia, podría ser presagio no deseable si los cambios profundos, que de por sí son lentos, son arrasados por las peleas aldeanas o  bien por la fuerza de la categoría global dominante: la velocidad. 






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