Esta más que claro, si el Presidente Enrique Peña Nieto dijo ayer que la
ayuda “llegará a todos” y que no se permitirá “sacar ventaja política” de la
desgracia, es porque eso es lo que ya está
ocurriendo. El sentido común nos ha enseñado a leer ese tipo de
expresiones.
Si la politiquería abusiva y mediocre ocurre en plena desgracia, justo
cuando el pueblo desesperado sufre de pérdida de vidas y de todo su patrimonio
familiar, ¿qué no habrán de hacer los partidizados
a la hora de que a sus respectivos gobernantes ejerzan recursos extraordinarios
del FONDEN para obras de reconstrucción?
Quien se atreve en forma manifiesta o subliminal a pintar de color
partidista o de precandidaturas los recursos de la emergencia y la solidaridad,
no tiene madre y es capaz de hacerlo con los recursos normales o los provenientes de fondos para la
reconstrucción.
RECONSTRUCCIÓN ¿FALSA O VERDADERA? Quien
hace lo mismo no debe esperar resultados diferentes. Así de simple. No veo
porqué el Presidente y sus colaboradores, los Señores gobernadores y los mismos
alcaldes se hacen los disimulados. Este no es el primer desastre natural que
padecemos. Además, lo reconozcan o no sus voceros oficiales, es parte de la
cultura de protección civil adquirida en décadas recientes, la percepción
crítica del actuar de nuestros gobernantes ante tales fenómenos.
Por lo pronto, la sacudida del egoísmo y la indiferencia ante la inequidad, ha sido un
impacto saludable. Es evidente que ante la pérdida aún no calculada de bienes
públicos y familiares, se extiende por todo el país la respuesta solidaria.
Lo ideal sería que esa conciencia, esa respuesta humanitaria, llegado el
momento, se elevara de categoría en términos del máximo de conciencia social posible
hasta configurar el consenso que haga
exigible una auténtica política de reconstrucción sustentable.
Es burla nacional e inmundicia encubierta de populismo el ejercicio
corrupto de los recursos autorizados por el Congreso para la atención de
contingencias como la que ahora se padece. Todo Veracruz y todo el territorio
nacional es objeto de decisiones públicas que atentan contra la seguridad
empezando por las licencias de construcción y la edificación carente de sustentabilidad.
En su gira por el estado de Guerrero, el Presidente lamentó la existencia
de subejercicio de recursos para la atención de desastres; pero no fue más
adentro. Debió por lo menos hacer mención de algunas de las causas. ¿Por qué
habiendo recursos autorizados Veracruz no ha saldado su deuda con todas las
comunidades afectadas por desastres de años anteriores? ¿Qué pasa con la
Auditoría Superior de la Federación y la rendición de cuentas de este tipo de
recursos?
Si las reformas estructurales que podrían darle viabilidad a México y varias
de sus generaciones son objeto de chantaje a cambio de más poder mediante
nuevas reglas ( Reforma Política ) a qué
no estará dispuesta la clase política toda por acceder y decidir el uso de
recursos públicos para programas y proyectos de reconstrucción con sello
electorero y/o de empresas o proveedores favorecidos. Lo han hecho antes y lo
volverán a hacer
La clase política, los partidos todos, en su ambición por más poder,
deforman toda obra y toda acción Gubernamental. Desde hace rato el ejercicio
del presupuesto del gobierno federal, de gobiernos estatales y municipales ha
sido penetrado por el manejo electoral y si los recursos para tales obras provienen del FONDEN, ¡la
tentación y es mayor!
Quien detenta el poder sabe que tiene sólo un tiempo contado para preservar
o reconquistar clientela electoral. Si en ese plazo no da resultados eficaces
medidos en la percepción clientelar, el voto de castigo es seguro. Precisamente
porque los partidos políticos no son partidos ni los gobernantes son todo institucionales
que presumen es por lo que la advertencia del Presidente, es como un llamado a
misa.
Hacer carreteras, escuelas, vivienda social, clínicas, puentes, de calidad y a prueba de fenómenos naturales
como los recientes, es política pública de reconstrucción sustentable que
incluye rigurosos estudios de suelo, de hidrología, de impacto ambiental, de
ordenamiento territorial, en pocas palabras de rigurosa planeación urbana
y..... Eso lleva su tiempo, casi siempre más que el requerido por la obra reactiva,
clientelar y electorera.
La declaración del Presidente de ICA
(Ingenieros Civiles Asociados) de que con la Autopista del Sol faltó
planeación, además de un descaro, es alerta de lo que puede pasar con cualquiera
de las grandes obras de infraestructura de que tanto se jactan los gobernantes.
¿Por cuál camino tomarán nuestros gobernantes? ¿Por la reconstrucción
electorera o por reconstrucción sustentable?
Más vale que no se equivoquen. La
paciencia ya toco límites y si la desigualdad es fuente de inconformidad, el
abuso, la impunidad desde los cargos públicos y el robo de recursos públicos
puede ser la antesala de una explosión social que ninguna de los intermediarios
oficiales podría contener.
“La Pintada” Guerrero donde murieron
muchas familias, puede estar en todos lados. ¿O es que las demás comunidades ubicadas
en zonas de riesgo deben esperar a sepultar en vida a sus habitantes para hacer
algo?
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