viernes, 15 de febrero de 2013

XALAPA: EL PROGRAMA DE MOVILIDAD URBANA





Hay problemas tan complejos que las autoridades prefieren sacarles la vuelta, darles “una manita de gato”, ponerles un parchecito, dales a los afectados una aspirina, y endosarlos a nuevas autoridades. Desde antes de arribar al poder, nuestros representantes generalmente eligen la prioridad de realizar acciones que garanticen el siguiente cargo. El criterio prevaleciente no es el de la rentabilidad social sino electoral. Nadie escapa a esa tentación. Sería un descaro que con la administración municipal de 4 años no se frenara un poco esa adicción de la clase política de todos colores.  




Durante varias administraciones, este ha sido el caso de la movilidad de Xalapa, la capital de todos los veracruzanos, la sede de los Tres Poderes del Estado, la Atenas Veracruzana, la ciudad administrativa, el polo del conocimiento y la cultura, entre otras calificaciones recibidas.


En este caso, como el de otras tantas ciudades medias conurbadas en las que por su número Veracruz destaca a nivel nacional, la ciudad capital evidentemente ha sido rebasada por el crecimiento de la población ya que durante varias décadas la inversión pública de los tres órdenes de gobierno ha sido insuficiente para responder a las necesidades del crecimiento urbano. La planeación es letra muerta.


En Veracruz como en todas las entidades del país, el Estado Mexicano siempre ha caminado atrás de la mancha urbana y todo lo que eso implica. Al parecer, el gobierno federal que empieza tiene claro el grave predicamento en el que está metido con esa dinámica de la administración pública siempre deficitaria no solo frente a  la demanda de servicios sino también ineficaz  ante la responsabilidad de garantizar el orden y la legalidad en todas las actividades de la comunidad. 

Habrá que darle seguimiento a lo que se derive de la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Federal que creó la nueva Secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano y cuyo segundo de abordo, Gustavo Cárdenas Monroy nos visitó esta semana para ocuparse con el Secretario de Gobierno Gerardo Buganza de la punta de la madeja: el problema agrario.  Le sigue el de reserva territorial y vivienda, atribución de la misma dependencia.


Mientras tanto, faltan espacios, y se utilizan las calles y las banquetas para estacionarse; no hay señalamientos y se abusa de la velocidad, faltan reservas y se alienta la desesperación y la invasión de lotes; no vemos una grúa y nos estacionamos en doble fila, no nos ve nadie al pegarle a otro automóvil y nos hacemos los occisos o nos pasamos un alto. Me consta que hay ciudades – no de México- en donde el peatón tiene preferencia, nada que ver con Xalapa dominada por el salvajismo de  conductores neuróticos e irresponsables. Da la impresión que la ciudad es propiedad exclusiva de conductores de vehículos: Impunidad, falta de autoridad, ciudad sin ley eso parecen las calles de Xalapa y sobre todo en el primer cuadro. 


¿A qué autoridad hay que demandar por el incumplimiento de su responsabilidad de no hacer cumplir el reglamento de tránsito? 

Siempre son dos o más los infractores, el ciudadano y la autoridad que lo permite. Si la denuncia con fotografía vía celular se premiara con pago de tiempo aire, habría verdadera y sobrada vigilancia ciudadana y contraloría social y no su remedo. 

¿Con qué derecho se utiliza la vía pública para usufructo particular? ¿Por qué no se establece el refrendo del examen de manejo para otorgar licencias? 

¿Qué nos dicen los doctores en derecho en torno a esta violación del espacio público? 

¿Qué tiene que decir el ORFIS y la Contraloría del Estado por las faltas administrativas y/o actos delictivos en que incurren por omisión los funcionarios que permiten el  uso particular del espacio público construido con los impuestos de todos?  


Se abre una esperanza con el anunciado Programa de Movilidad  Urbana, aunque sea presionados por la proximidad de los Juegos Centroamericanos.

 La acción es integral, comprende cambios de sentido de calles, construcción de glorietas, instalación de semáforos inteligentes y se limitará el transporte al centro de la capital, equipamiento de paradas y un reordenamiento general de la vialidad.

Una vez más se podrá a prueba la capacidad de dialogo incluyente y la negociación y concertación  de acuerdos entre la multitud de actores que confluyen a esta problemática. 

Con este Programa es posible que la gobernabilidad se vea  fortalecida por la gobernanza y por la buena disposición de  ciudadanos y organizaciones  para hacer viables las medidas que se adopten a raíz de este Programa.


Eficazmente, la cultura de la legalidad sólo puede promoverse con el ejemplo. Lo he dicho en otros artículos: Xalapa tiene solución. Para eso habrá que poner en caja de cristal  todas las medidas y las reacciones a fin de que disimulados, nadadores de a muertito y doble cara y cómplices no pesen demasiado. 

Por ejemplo 65%  de propietarios de vehículos no realizan verificación vehicular y 100% del transporte urbano y suburbano tampoco según lo declaró recientemente Antonio López Rosas, integrante del Consejo Estatal  de la Alianza Veracruzana de Centros de Verificación Vehicular A.C 


También en caja de cristal hay que poner a todas las dependencias involucradas ya que la falta de cultura de equipo es crónica  entre funcionarios y en cambio el protagonismo politiquero es endémico. A su vez, y mediante una campaña inteligente, será necesario  apelar al máximo de conciencia ciudadana posible, después de todo,  aunque revueltos, no somos iguales pero vivimos bajo el mismo techo. Xalapa será lo que todos hagamos de ella.





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