- 1.4 millones de pesos costó la represa El Pipincal y se utiliza como basurero
- Cientos de familias al poniente de Xalapa afectadas en su salud.
Ya no es novedad hablar de Congregaciones
de Xalapa que están en completo estado de abandono por parte de las
autoridades. Gobiernos van y gobiernos vienen y los parientes pobres de la “Ciudad
de las Flores”, o sea los pobres dentro de los más pobres, siguen igual o peor.
Es el caso de las Congregaciones de Naranjillo, El Gallo, San Antonio Hidalgo y
Xolostla por citar algunas al poniente de la ciudad. Como es lindero entre dos
municipios, ni las autoridades de Xalapa ni las de San Andrés Tlalnelhuayocan
se ponen de acuerdo.
Solo en las campañas parece que se van a
componer las cosas aunque en realidad
todo se queda en promesas y más frustración. Las mismas que recibieron de
candidatos del PRI, del PAN y del PRD desde hace 18 o 20 años, son las que se siguen escuchando.
Está demostrado que los electores reciben las migajas que candidatos reparten en
campaña en busca del voto pero en el fondo la gente ya no se dejan engañar y
vota y votará por quien se les pegue a gana, si es que acuden ese día a votar.
Lástima que candidatos, partidos y gobernantes no se den cuenta de un hecho
contundente: la simpatía que consiguen con unas obras, siempre limitada por la
insuficiencia de recursos y la acumulación del rezago, la pierden en aquellas obras mal hechas, en el
cúmulo de promesas incumplidas o debido a la frustración por peticiones que no
se atendieron oportunamente. Este es el caso de CMAS, un brazo depredador
social y político del campo. Obras como la represa el Pipincal con un costo de
1. 4 millones de pesos está abandonada sin que nadie rinda cuentas, a ni al ORFIS
ni a la Contraloría del Estado.
Esta obra creó un cuerpo de agua que por
años suministró el líquido a los Lagos de la Universidad Veracruzana pero como la dependencia ya encontró otra
fuente mejor, se da el lujo no solo de abandonarla sino de permitir que esté
convertida en una bomba bacteriológica donde se almacena toda clase de
desechos, animales muertos, basura, descargas residuales, por decir lo mas
visible.
Por varios años el desazolvamiento lo
llevó a cabo la CMAS pero considerando solo el interés urbano, decidió suspender
esa acción sin importar que cientos de familias asentadas en los alrededores y
río abajo tengan que pagar elevados costos de
atención médica y medicinas por la proliferación de enfermedades a causa
de ese foco de infección en abierta violación
del derecho constitucional de vivir en un ambiente sano.
Vámonos entendiendo: Cumplir con una responsabilidad
pública y hacerlo con eficiencia, eficacia y transparencia, simplemente es la obligación
de todo gobernante y la de aquellos que de este dependan.
Cuando se trate de una obra o acción de
beneficio para la sociedad, sin reservas habrá que reconocer el hecho. El
mérito se otorga por el deber cumplido. Más allá de esta calificación, se encuentra el esfuerzo extraordinario, la
excelencia, aquello que es producto del talento visible, que supera metas en
cantidad y calidad con los mismos
recursos o con menos, gracias a la buena administración y/o al arte del acuerdo
y la concertación que lograra sumar, multiplicar y llevar beneficios a muchos más
familias o comunidades de las que ordinariamente
permite un recurso siempre limitado.
Por cierto una gestión exitosa de este
género, casi siempre implica no aceptar presiones de encumbrados en el poder o de
grupos de interés, siempre al acecho de licitaciones o contrataciones torcidas.
En este caso, también merece especial reconocimiento el gobernante y sus colaboradores.
Por el contrario, si los hechos demostrables
hablan de ineficiencia, negligencia, dispendio, opacidad, violación de derechos,
discriminación o daño patrimonial, también
hay que decirlo y ofrecer pruebas. Cito la discriminación por que casi nadie
se ha percatado que es derecho constitucional
y materia de tratado internacional por lo que los gobernantes y sus equipos
deben cuidarse de contar con la debida justificación para atender a unos ciudadanos
y no actuar de la misma forma con otros. Decidir qué obra es primero y cuál después,
es algo demasiado importante como para dejarlo en manos de los políticos o
programadores, también es asunto de especialistas en garantías y derecho
constitucional, no de improvisados consejeros de un ejercicio patrimonialista
del poder. Al tiempo.
No
se vale que mientras a unas congregaciones se les pide cooperación y hasta
trabajo voluntario, a otros sencillamente se les entregan las obras terminadas.
¿Sabía Usted que las congregaciones rurales de Xalapa y todo Veracruz con
frecuencia paga 3 o 4 veces más caro el servicio de agua potable que la población
urbana?
Por eso los aspirantes a representar al pueblo
ante el Congreso del Estado o en los ayuntamientos, vale más que se cuiden de
lo que prometen pues los ciudadanos ya no están dispuestos a dar su voto en blanco sin compromiso, sino fechado
y firmando como lo estiló el Presidente Peña Nieto. Además, candidato que aborde
solo el qué si explicar el cómo piensa
lograr aquello en lo que se compromete, sencillamente
pasará como demagogo y mentiroso que no merece credibilidad y menos el voto.
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