Los gobernantes van hasta donde los pueblos quieren, sea éste el camino de la injusticia y la corrupción o el de la honestidad y la justicia para todos.
Esta puede ser la primera lección del Pacto por México. Los que lo elaboraron y suscribieron se dieron cuenta que nadie gana si pierde México, o sea, si se empeora todo. También reconocieron que ninguna fuerza por sí sola es capaz de llevar a cabo los grandes cambios que hacen falta. En cuanto a aquellos que por diversas razones aún no lo han suscrito, podrían entrar en la siguiente clasificación provisional:
a). Los escépticos, desconfiados, resentidos, mal informados, y....la cargada convenenciera que se irá adhiriendo conforme vea logros y a otros más que se suman.
b).Los dogmáticos, fundamentalistas, vanguardistas o extremistas – de convicción o pagados- que le apuestan siempre a la “agudización de las contradicciones” bajo el supuesto - no demostrado aún- que empeorando la situación, el gobierno caerá y automáticamente ellos “ocuparán” el poder político.
Aunque el cuidado de la entrega recepción y el estilo pragmático del Presidente de México nos permita augurar avances inmediatos, la magnitud de lo pactado aconseja que los mexicanos nos preparemos para un proceso de acción prolongada que empieza por la aprobación del PEF 2013 y el dinero es el diablo hasta entre los defensores de las mejores causas sociales. No obstante, las expectativas son positivas desde el momento en que una considerable parte del contenido del Pacto recoge las propuestas que han estado haciendo las diversas izquierdas de México.
Sin embargo y con todo el clima de buenas esperanzas creado, el futuro del Pacto por México no está nada fácil:
OPCION 1. Si sólo lo suscriben los que lo suscribieron, o sea el Presidente y la cúpula del PRI, PAN Y PRD, no se descarte que muy pronto, algunos pueden "sacar el cobre", tratando de desinflarlo, con las razones que cada quien ofrezca y, hasta ahí habrá llegado, el punto de inflexión podría ser en el inicio formal del próxima elección para renovar la Legislatura federal y la presidencial de 2018.
OPCION 2. Si el Pacto además de las cúpulas iniciales lo suscriben, la clase política nacional ampliada incluyendo Gobernadores, Congresos Locales, sectores y principales organizaciones de la sociedad, otro será el resultado, su duración, y logros, pero también tendrá sus límites antes de entrar en posible crisis, también en el corto plazo.
OPCION 3. Si el pacto por México , además de todos los anteriores suscriptores se convierte en NUEVO PACTO SOCIAL DE LOS MEXICANOS, o sea cada ciudadano lo hace suyo y comparte obligaciones y compromisos, donde se participa, se coopera, vigila, exige, entonces el Pacto por México además de guía y programa para la acción, se habrá convertido en estrategia política de las principales fuerzas organizadas suscriptoras, capaz de impulsar la creación y consolidación de consensos y acuerdos que constituyan la correlación política de fuerzas capaz de llevar al máximo cumplimiento posible de sus objetivos y asegurando así la irreversibilidad de los procesos de transformación política, económica y social que demanda el país para llegar a ser potencia de todos los mexicanos y no sólo del gran capital y de la clase política dirigente. O Como alguna vez dijo el maestro Carlos Fuentes, “a la modernidad entramos todos o no entra nadie”.
La opción tercera implica, entre otras cosas, la más amplia difusión del pacto, el diálogo y reflexión pública de ciudadanos y organizaciones, sobre el mismo. Como dijo don Manuel Buendía, lo que por cierto me sirvió de criterio central de mi tesis de licenciatura: “El Sistema Alimentario Mexicano debe estar sembrado en el campo, en la conciencia y la voluntad de cada productor, para que cada uno lo haga suyo, si no se logra esta condición, habrá servido para beneficio de unos cuantos, sean líderes o burocracia” como sucedió. Hablando del problema de la soberanía alimentaria esto mismo le dije en cierta ocasión y en su oficina de Torre Animas a quien en ese momento era diputado federal por el distrito de Perote José Fco. Yunes Zorrilla. Con el Pacto por México, pienso que es válido el mismo esquema de razonamiento y consejo del prestigiado periodista.
Repito, los gobiernos van hasta donde los pueblos lo permiten y, de todos los objetivos del Pacto, el más vulnerable es el de la lucha contra la corrupción, la transparencia y la rendición de cuentas porque de este objetivo y lo que se vaya cumpliendo depende la credibilidad de los mexicanos en sus instituciones y en el resto de los acuerdos suscritos.
Nadie “soltará la chiche” por la buena, me dijo con certidumbre de sabiduría popular uno de mis cotidianos radares sociales. “Es ingenuo esperar mucho de ese pacto” remató el conductor a lo que repliqué “sobre todo si no le entramos todos” “ pero de verdad, porque hasta en eso de entrarle, puede haber simulación”.
Ojalá y a los dirigentes de los partidos no se les olvide tener presente que hay un cambio en los ciudadanos y que es real aunque para algunos sea imperceptible. Ojala y el Presidente Enrique Peña Nieto de verdad escuche todas las voces como lo ha ofrecido, coincidan o no con las ideas por él expuestas.
El momento político es de gran trascendencia; la sola alternancia es
significativa y ahora con la firma del Pacto
por México sin duda se abre un sin fin de posibilidades de trasformación
para el Estado Mexicano y para el país.
Los ciudadanos tenemos que decidir
continuar como espectadores, algunos muy críticos, otros medio críticos, otros cómplices beneficiados
o colaboradores, o de plano, redefinir un nuevo rol a jugar, si es que queremos
dejar un México mejor que el que tenemos.
Ser ciudadano hoy implica cumplir
obligaciones y ejercer derechos; acudir al Pacto y al mensaje inicial de EPN
como marco de referencia permanente, implica ser parte de los que alzan su voz
para exigir congruencia, denunciar incongruencias, o reconocer aciertos y
avances, también de coadyuvantes de los esfuerzos de formación de consensos a
favor de los cambios que se intentan dar.
Por si no se han dado cuenta,
comunicadores empresarios de los medios, están en medio de todo esto. El
compromiso de EPN en materia de publicidad
a fin de que en los tres órdenes de gobierno y, bajo los principios de
“utilidad pública, transparencia, respeto a la libertad periodística y fomento
del acceso ciudadano a la información” meter orden en materia de publicidad va
a afectar a muchos intereses. Para empezar, las precampañas y campañas ya no
podrán soportarse fácilmente en los recursos públicos destinados a la
“comunicación social” y los ciudadanos podremos exigir información específica
para apoyo de la participación y no para aturdir.
Mucho es lo que ciudadanos podemos contribuir
con las transformaciones que implica la ejecución de los acuerdos contemplados
en el Pacto - en su mayoría propuestas de las izquierdas - si exigimos a los
gobiernos estatal, federal y municipal congruencia programática y con medición
de resultados. Tómese en cuenta que el talón de Aquiles de todos los acuerdos
como de las políticas públicas está en su ejecución. Habrá que empezar por conocer y difundir esos
documentos. Son para pensar dijo el zorro de don Emilio Gamboa. Por lo tanto, no importa
si Usted votó o no por EPN, en todos los casos el Pacto será un referente obligado
para exigir, evaluar, ajustar, proyectar, articular, cooperar, sumar, disentir,
etc.
Por eso hay que leerlo y releerlo y
consultarlo como un contrato; para hacer exigible su contenido. Si usted cree
en el Pacto o en EPN o en el Pacto, eso poco importa. Si usted es de los que le
llaman chico de telenovela y no lo soporta ver ni oír, le sugiero que haga sus
respetables pero viscerales reacciones a un lado y mejor léalo. Si no le gusta
leer, que es lo más común, escúchenlo, se puede bajar el audio.
Si usted es de los que piensan que todo lo
dicho por un Presidente es “pasado” y que no importa más que la noticia del
momento, perítame decirle que está equivocado; ese mensaje citado como el Pacto
es la información ADN DEL GOBIERNO ENTRANTE. Mucho le servirá saber para saber
qué sí se está cumpliendo y qué no.
Podrá saber cuándo su Gobernador y o su alcalde se suman y cuándo reman en contra
a pesar de que en palabras digan que reman en la misma dirección o si el estado
de su debilidad política, aconseja pegarle al árbol para que se caigan las
hojas muertas, prestas a formar parte de otro mundo y que su lugar lo ocupen
servidores de probada lealtad y honestidad al gobernador, al alcalde y a la
sociedad a la que se debe.
Sólo el despertar de los ciudadanos y su
comportamiento como ciudadanos que participan y exigen congruencia llevará, a México
en la dirección acordada.
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