HÁBITOS SUICIDAS
DIABETES Y ESTILOS DE VIDA
O cambiamos de hábitos o no habrá dinero que alcance para tratamientos de enfermedades. Por ejemplo la Diabetes Mellitus (DM) es una de las principales enfermedades prevalecientes entre los veracruzanos y en general en todos los mexicanos.
Al respecto el ex Director de Salud Publica y actual Subsecretario de Salud en el gobierno Federal expresó: “La sociedad actual sufre presiones importantes, pues debe combatir la inequidad y los rezagos en salud. México experimenta una transición epidemiológica hacia el predominio de enfermedades crónico-degenerativas como es el caso de la diabetes y la hipertensión arterial y las neoplásicas que tiene que ver con cáncer en todas sus manifestaciones. Es evidente que esto ocasiona una sobrecarga considerable en los sistemas de salud, así como un aumento progresivo en los costos de la atención que hoy por hoy y a pesar de todos los esfuerzos, sigue empobreciendo a las familias, sobre todo aquellas que menos tienen”.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo relaciona con el crecimiento y envejecimiento de la población, el incremento de la obesidad, hábitos erróneos de la alimentación y modos de vida sedentarios, lo que la sitúa como una de las principales causas de muerte de las sociedades desarrolladas o en vías de desarrollo. Todo esto lleva a que represente un problema personal y de salud pública de enormes proporciones.
La DM es un grupo de trastornos metabólicos de carácter crónico caracterizados por un elemento común, la hiperglucemia, lo que quiere decir que el nivel de azúcar en nuestro cuerpo está alto. Esto ocurre porque una hormona que se llama insulina no se produce, o se produce en cantidades pequeñas o se produce de forma defectuosa.
La insulina se produce en el páncreas que está situado al lado del estómago y cuando no hay insulina, nuestro cuerpo no puede usar el azúcar para producir la energía que necesita para su buen funcionamiento.
Hay dos tipos de diabetes y es necesario distinguirlas porque no tienen ni las mismas consecuencias ni cuesta lo mismo su tratamiento.
Respecto a la diabetes tipo II ó no insulinodependiente cabe señalar que aparece en personas de más de 40 años, y que con frecuencia no tienen molestias importantes. En estas personas su páncreas es capaz de producir insulina aunque sea de forma anormal. El tratamiento consiste en dieta y ejercicio. A veces si es necesario se añaden unas pastillas que disminuyen el exceso de glucosa en sangre (hipoglucemiantes orales).
Por otra parte, la diabetes tipo I ó insulinodependiente aparece en niños ó jóvenes de menos de 30 años. Estas personas empiezan a tener los síntomas considerados clásicos de la diabetes: orinar frecuentemente, tener mucha sed, comer mucho y con buen apetito pese a lo cual se adelgaza, y encontrarse cansado. Su páncreas no produce insulina, por lo que tienen que administrarse insulina. La dieta y el ejercicio también son importantes en el tratamiento.
Lo que importa saber es que la diabetes tiene tratamiento mediante el cual se pretende que el azúcar en la sangre no esté alto. Se puede conseguir un buen control de la diabetes a través de un tratamiento con una alimentación adecuada, ejercicio, controlando el peso corporal y añadiendo medicamentos si estos son necesarios.
Es obvio pensar, que para abordar éste problema, bajo el punto de vista asistencial, hay que utilizar todos los recursos sanitarios disponibles, así los equipos de atención primaria que se ofrecen en los centros de salud, los cuales han asumido desde el año 1999 las funciones de detección, tratamiento y educación sanitaria de los pacientes con Diabetes, aunque no han sido suficientes y la población constantemente solicita atención, y sobre todo, los medicamentos específicos que regulan el nivel de azúcar en la sangre.
A partir de la implementación del Seguro Popular en Veracruz en 2004, las autoridades sanitarias han reforzado la atención de esta población vulnerable, sin embargo todo ello ha sido insuficiente para atender a toda la demanda.
Ante tales señales, instituciones como al Régimen Estatal de Protección Social en Salud (Organismo responsable del “Seguro Popular”) suscribió un convenio de prestación de servicios, que refuerza aún mas la atención para estos pacientes a través de clínicas privadas y especializadas en la atención de este mal del siglo.
No obstante, es fundamental invertir más en salud preventiva inyectando recursos a la atención primaria la que se otorga a través de centros de salud para más que curar eduque a la población a través de nuevas campañas y con personal médico altamente capacitado, es claro que la forma en que hemos venido trabajando no funciona.
Y en contra parte ahora si el ciudadano o familia que valore la salud, debe construir nuevos estilos de vida, acción que debe ser entendida y regulada ya, como una corresponsabilidad.
No es un asunto de importancia menor sino de economía para la sobrevivencia. No es casual que cada vez haya mas voces autorizadas que califican de civilizatoria la crisis por la que ahora pasan todas las naciones, es decir, queramos o no, nuestra civilización tendrá que cambiar y adecuarse a tiempo, de no hacerlo padeceremos las consecuencias y no se vale decir que la culpa la tuvo otro.
Evidentemente es insuficiente lo que viene haciéndose por parte del gobierno y que el reto se plantea para todas las fuerzas políticas. Por ejemplo, la plataforma del PRI propone el impulso a programas de nutrición para la población a fin de combatir la desnutrición y la obesidad, del mismo modo en educación para la salud.
También propone promover una planeación integral que otorgue prioridad al previsible incremento de la demanda de servicios derivada del impacto de la transición epidemiológica, en la cual participen de manera coordinada las instituciones de los tres órdenes de gobierno y prever las nuevas y principales enfermedades que más afectan a la población a fin de garantizar su oportuna atención de la población tales como la obesidad, depresión, hipertensión arterial, etc
Lo que importa es que estas y otras propuestas se conviertan en Agenda Legislativa y se llegue a los consensos y acuerdos que les conviertan en realidad. Al Estado Mexicano el corresponde una parte del esfuerzo, a cada ciudadano, a cada familia la creación de una cultura de la salud.
DIABETES Y ESTILOS DE VIDA
O cambiamos de hábitos o no habrá dinero que alcance para tratamientos de enfermedades. Por ejemplo la Diabetes Mellitus (DM) es una de las principales enfermedades prevalecientes entre los veracruzanos y en general en todos los mexicanos.
Al respecto el ex Director de Salud Publica y actual Subsecretario de Salud en el gobierno Federal expresó: “La sociedad actual sufre presiones importantes, pues debe combatir la inequidad y los rezagos en salud. México experimenta una transición epidemiológica hacia el predominio de enfermedades crónico-degenerativas como es el caso de la diabetes y la hipertensión arterial y las neoplásicas que tiene que ver con cáncer en todas sus manifestaciones. Es evidente que esto ocasiona una sobrecarga considerable en los sistemas de salud, así como un aumento progresivo en los costos de la atención que hoy por hoy y a pesar de todos los esfuerzos, sigue empobreciendo a las familias, sobre todo aquellas que menos tienen”.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo relaciona con el crecimiento y envejecimiento de la población, el incremento de la obesidad, hábitos erróneos de la alimentación y modos de vida sedentarios, lo que la sitúa como una de las principales causas de muerte de las sociedades desarrolladas o en vías de desarrollo. Todo esto lleva a que represente un problema personal y de salud pública de enormes proporciones.
La DM es un grupo de trastornos metabólicos de carácter crónico caracterizados por un elemento común, la hiperglucemia, lo que quiere decir que el nivel de azúcar en nuestro cuerpo está alto. Esto ocurre porque una hormona que se llama insulina no se produce, o se produce en cantidades pequeñas o se produce de forma defectuosa.
La insulina se produce en el páncreas que está situado al lado del estómago y cuando no hay insulina, nuestro cuerpo no puede usar el azúcar para producir la energía que necesita para su buen funcionamiento.
Hay dos tipos de diabetes y es necesario distinguirlas porque no tienen ni las mismas consecuencias ni cuesta lo mismo su tratamiento.
Respecto a la diabetes tipo II ó no insulinodependiente cabe señalar que aparece en personas de más de 40 años, y que con frecuencia no tienen molestias importantes. En estas personas su páncreas es capaz de producir insulina aunque sea de forma anormal. El tratamiento consiste en dieta y ejercicio. A veces si es necesario se añaden unas pastillas que disminuyen el exceso de glucosa en sangre (hipoglucemiantes orales).
Por otra parte, la diabetes tipo I ó insulinodependiente aparece en niños ó jóvenes de menos de 30 años. Estas personas empiezan a tener los síntomas considerados clásicos de la diabetes: orinar frecuentemente, tener mucha sed, comer mucho y con buen apetito pese a lo cual se adelgaza, y encontrarse cansado. Su páncreas no produce insulina, por lo que tienen que administrarse insulina. La dieta y el ejercicio también son importantes en el tratamiento.
Lo que importa saber es que la diabetes tiene tratamiento mediante el cual se pretende que el azúcar en la sangre no esté alto. Se puede conseguir un buen control de la diabetes a través de un tratamiento con una alimentación adecuada, ejercicio, controlando el peso corporal y añadiendo medicamentos si estos son necesarios.
Es obvio pensar, que para abordar éste problema, bajo el punto de vista asistencial, hay que utilizar todos los recursos sanitarios disponibles, así los equipos de atención primaria que se ofrecen en los centros de salud, los cuales han asumido desde el año 1999 las funciones de detección, tratamiento y educación sanitaria de los pacientes con Diabetes, aunque no han sido suficientes y la población constantemente solicita atención, y sobre todo, los medicamentos específicos que regulan el nivel de azúcar en la sangre.
A partir de la implementación del Seguro Popular en Veracruz en 2004, las autoridades sanitarias han reforzado la atención de esta población vulnerable, sin embargo todo ello ha sido insuficiente para atender a toda la demanda.
Ante tales señales, instituciones como al Régimen Estatal de Protección Social en Salud (Organismo responsable del “Seguro Popular”) suscribió un convenio de prestación de servicios, que refuerza aún mas la atención para estos pacientes a través de clínicas privadas y especializadas en la atención de este mal del siglo.
No obstante, es fundamental invertir más en salud preventiva inyectando recursos a la atención primaria la que se otorga a través de centros de salud para más que curar eduque a la población a través de nuevas campañas y con personal médico altamente capacitado, es claro que la forma en que hemos venido trabajando no funciona.
Y en contra parte ahora si el ciudadano o familia que valore la salud, debe construir nuevos estilos de vida, acción que debe ser entendida y regulada ya, como una corresponsabilidad.
No es un asunto de importancia menor sino de economía para la sobrevivencia. No es casual que cada vez haya mas voces autorizadas que califican de civilizatoria la crisis por la que ahora pasan todas las naciones, es decir, queramos o no, nuestra civilización tendrá que cambiar y adecuarse a tiempo, de no hacerlo padeceremos las consecuencias y no se vale decir que la culpa la tuvo otro.
Evidentemente es insuficiente lo que viene haciéndose por parte del gobierno y que el reto se plantea para todas las fuerzas políticas. Por ejemplo, la plataforma del PRI propone el impulso a programas de nutrición para la población a fin de combatir la desnutrición y la obesidad, del mismo modo en educación para la salud.
También propone promover una planeación integral que otorgue prioridad al previsible incremento de la demanda de servicios derivada del impacto de la transición epidemiológica, en la cual participen de manera coordinada las instituciones de los tres órdenes de gobierno y prever las nuevas y principales enfermedades que más afectan a la población a fin de garantizar su oportuna atención de la población tales como la obesidad, depresión, hipertensión arterial, etc
Lo que importa es que estas y otras propuestas se conviertan en Agenda Legislativa y se llegue a los consensos y acuerdos que les conviertan en realidad. Al Estado Mexicano el corresponde una parte del esfuerzo, a cada ciudadano, a cada familia la creación de una cultura de la salud.
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