DESNUDOS Y EN CASA

Apenas voy en el primer día de mi encierro y mi cerebro se agita al máximo, en la frontera del insomnio o la migraña. De mi trabajo llega una circular en la que el jefe dice que esto es encierro, NO VACACIONES Y QUE será de 30 días! Se trata de una circunstancia única en el planeta que, entre otras cosas, lleva a confrontamos - a todos y a cada uno - con nuestra realidad, con nuestra familia, con nuestras virtudes, riquezas y miserias, sueños o frustraciones. Para empezar y por 30 días, la casa no podrá ser más hotel de paso, se pospone la huida del adolescente a la escuela o del marido al trabajo, ( o a donde dice que va) se descarta el rupturismo de los que estaban a punto de la separación o divorcio, muestra su rostro el matrimonio, por amor, o simulado por necesidad o por pura conveniencia. En el llamado “salario mínimo” no está incluido el costo de la reproducción de la fuerza de trabajo, ( o sea el trabajo de casa no lo paga nadie) se hace más visible la falta de consideración o de respeto  que significa el agotador e inhumano quehacer doméstico y se hacen presentes las discusiones de a quién le tocan los baños y a quien las camas y los platos. En este encierro la “equidad de género” y las relaciones humanas están al desnudo en su tejido básico: la familia nuclear.  Algo grande nos espera; por lo pronto en España, Italia y otros países, al balcón se asoma la gratitud frente a la solidaridad emergente en las calles. “Pídele a Dios sabiduría”, me dijo mi hermano y no le pido mas, eso hago, con optimismo incurable, con esperanza. Salmo 91. El pesimismo no es Opcion, es callejón sin salida. En el peor de los casos, me digo y repito,  la muerte no es problema, es solución.  Así que más vale que agarre la escoba, saque la basura o tienda mi cama y deje el rollo para la madrugada de mañana. No hay mal que por bien no venga y habrá virus hasta que el cuerpo genere su anticuerpo. Siempre he pensado que las desgracias son para algo no solo por algo. Por pensar así me lloverán reacciones tóxicas y con gel o sin gel me digo, son parte de la vida.