DESPERTAR A TIEMPO
Romeo González Medrano
SALUD, MENTIRA NACIONAL Y EN CADA FAMILIA
"La salud es primero" no, no es primero, así debería ser, pero no lo es, pues si ya lo fuera, no estarían inundándose de enfermos los hospitales México. En cuanto a las estadísticas oficiales sobre la salud de los mexicanos, estas solo dicen lo que les ordena el gobernante en turno. La realidad está hoy en cada familia, en cada hogar, donde casi todos cuentan con un enfermo de cáncer, diabetes, arterioesclerosis, hipertensión arterial y enfermedades cardio-vasculares, desnutrición o sobre peso, obesidad, por citar algunas de las más frecuentes. Gracias a la sobre medicación muestra población de adultos mayores aumento su “esperanza de vida”” y muchos viven más años, pero no con mejor calidad de vida.
No se niega el hecho de que México tenga hospitales con el más moderno equipo del mundo y con cuerpos de especialistas de alto nivel que lo mismo atienden dos días a la semana en los mejores hospitales privados de EU, que el resto de la semana en hospitales públicos como La Raza, Siglo XXI o el 20 de Noviembre del ISSSTE donde pacientes de todo el territorio nacional son atendidos por poco más de 4000 trabajadores, médicos, enfermeras, equipo de robótica y alta tecnología y un excelente cuerpo de especialistas de todas las especialidades. Compleja responsabilidad del Dr. Dr. Luis Ernesto Gallardo Valencia, Director General.
No obstante nuestro país durante décadas no ha cumplido con el porcentaje de gasto público para la salud de los mexicanos (9 % del PIB), recomendado la OCDE. Hoy apenas es 6.3% y persisten problemas estructurales y graves de fondo que tampoco se resolverían con mas recursos.
Por ejemplo, el hecho de que el sistema de salud mexicano nació, creció y ha estado siempre “de cabeza”: Gasta demasiado en la atención tardía de enfermedades (costosas como el Cáncer) mientras resulta deficiente e insuficiente lo que invierte en prevención y atención primaria de la salud. Además invierte mucho menos en atacar las condicionantes sociales de la salud, llamado internacionalmente "promoción de la salud " un concepto adoptado por la Organización Mundial de la Salud, (OMS) que comprende el abasto del agua potable para todos, drenaje y saneamiento, producción y consumo de alimentos, control ambiental, fomento a la generación de empleo, seguridad y estrés de la población, cultura de la salud, etc.. Esto es lo que significa “promoción de la salud”, mas no parece ser prioritario ni para el Estado ni en cada familia cuyo modo de vida no es precisamente saludable, ni preventivo, ni corresponsable con su salud.
Expongo el caso del ISSSTE en Xalapa donde apenas se creó la Clínica de Medicina Familiar que cuenta con medicina preventiva, trabajo social, odontología, farmacia y otros servicios y que permanentemente padece la falta de recursos. A solo un año de su creación, la unidad ya está saturada por la cantidad de derechohabientes y familiares que acuden cada día. ¿por qué pasa esto? Muy sencillo, porque se crea tarde y porque está imposibilitada para promover la salud mas allá de sus puertas o sea como cultura en la población en todo aquello que mejora la calidad y estilos de vida. Este tipo de acciones no están en el sector sino en otros feudos administrativos. Un médico que labora en el ISSSTE, IMSS, SSA, puede estar muy preparado, pero nada puede hacer para mejorar la salud de sus enfermos cuando estos carecen de agua potable, drenaje, salud pública y calidad ambiental, seguridad laboral, vivienda digna, y mala alimentación.
La atención primaria de la salud, en lugar de ser lo que debiera ser (la puerta por donde se previene y promueve la salud en la población), está convertida en la puerta por donde ingresa al instituto el descuido y la atención tardía que prevalece en una población acostumbrada a buscar ayuda cuando ya es tarde. Lógico que la atención primaria se vuelve una “aduana pasa fácil” y urgente por lo que una vez sobre medicada debe pasar a los otros tres niveles de atención que son de mucho costo. Prevenir y promover la salud puede parecer al gobierno y a cada familia “más costoso” pero en realidad no hay nada más caro que la atención a destiempo de enfermedades. Eso explica que países como China con una superpoblación la política de salud sea fundamentalmente preventiva y de promoción de la salud. Aquí no acabamos de entender esta diferencia porque así conviene al uso clientelar y político y a los intereses particulares. Es más rentable a la clase política gobernante inaugurar hospitales y derecho a la salud para todos (Seguro Popular) que asumir el reto que implica mejorar las condiciones de vida de la población. A esto se añade los conflictos de interés que han penetrado a las instituciones del sector.
Investigué al respecto en varias oficinas centrales (financiero, administrativo) y quedé peor pues mientras en la delegación estatal de Veracruz se dicen que “no han bajado los recursos de México” y el comentario recurrente del personal de médicos y enfermeras es “que no hay presupuesto” allá en la Ciudad de México, oficinas centrales alegan que la Delegación “no ha cumplido con todo lo necesario”. Otras fuentes más experimentadas informan que el problema de fondo no es de liquidez sino de disputa por quien decide las compras y los contratos. Vaya Usted a saber cuál es la verdad, pero estos tiempos electorales son tradicionalmente los más perversos en el comportamiento de las dependencias y los programas oficiales. Conclusión: ni la salud es lo primero en la política y presupuesto de salud del Estado Mexicano ya que siempre hay otros intereses, ni tampoco en la vida cotidiana del gasto familia. Los mexicanos en general carecemos de una cultura de la vida y de la salud y lo que tenemos es una cultura de la muerte y de la enfermedad. De eso no hay duda.
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