miércoles, 15 de mayo de 2013

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INTELIGENCIA SOCIAL, DETERMINANTE PARA LA SEGURIDAD PÚBLICA






INTELIGENCIA SOCIAL,
DETERMINANTE PARA LA SEGURIDAD PÚBLICA

 El derecho a la seguridad de las personas y sus bienes es una responsabilidad fundamental del Estado Mexicano, sin embargo cumplir con eficacia no solo es asunto de estrategias de coordinación, de armamento, capacitación, profesionalización y especialización de las corporaciones policiacas. En las condiciones actuales, ninguna política de seguridad pública  es capaz de  garantizar eficacia si no cuenta con  la disposición y colaboración de los ciudadanos y sus organizaciones destacando las redes sociales. En países como Estados Unidos, la colaboración ciudadana es condición de éxito. Un ejemplo reciente  lo vimos en la localización y detención del segundo de los terroristas de Boston. Para el FBI fue especialmente importante la información de personas que tomaron y compartieron fotos y videos.  Desgraciadamente en México esa colaboración no sea da y uno de los factores que lo impiden, es la impunidad de que gozan los delincuentes.




En Veracruz, qué bueno que haya acciones que buscan fortalecer los lazos de colaboración con la Policía Estatal como dice un boletín de prensa: “mediante recorridos con platicas en  los municipios de Coatzacoalcos, Minatitlán, Cosoleacaque, Nanchital y Acayucan  visitando negocios y comercios para instruir sobre prevención del delito, orientar sobre el uso correcto de las líneas de emergencia 066 y de denuncia anónima 089, así como dar información para reaccionar correctamente ante extorsiones telefónicas”.



Sin embargo como se lo expresé al mismo Director de la Policía Federal, Mtro. Enrique F. Galindo Ceballos,  en ocasión de su conferencia en el Colegio de Veracruz – y al parecer él estuvo de acuerdo - no hay razón para esperar una respuesta entusiasta y participativa de la inteligencia social de los mexicanos si la autoridad  competente no se ha ganado el respeto, la confianza y la autoridad moral.  No hay otro camino  para ocupar este lugar en el ánimo ciudadano que la congruencia, el sometimiento a la ley de todos los actos, empezando  por los de las autoridades.

La impunidad siempre tiene dos actores, el delincuente y la autoridad que no cumple ni hace cumplir la ley. Por su importancia testimonial  la  protección al ciudadano informante, debe revisarse y ampliarse  porque nadie, absolutamente nadie llega primero al lugar de los hechos que los ciudadanos presentes, luego llegan los servicios de auxilio y al final, las autoridades, la prensa  y estudiosos “en la materia”.

Muchas veces se ha dicho que la mayor parte de los delitos  que se comenten en México (90%) no se denuncian, y que “no hay Cultura de la denuncia”  ¿y quién va a hacerlo si no hay confianza en las instituciones encargadas de la seguridad  y la justicia?

¿Cuántos servidores públicos de los tres órdenes de gobierno son ejemplo de honestidad, austeridad, responsabilidad, transparencia y  estricta actuación con apego a derecho? ¿Cuántos de ellos son ejemplo de institucionalidad y no de ambiciosos proyectos personales? Se cuentan con los dedos de la mano, como decían nuestros sabios abuelitos.








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