CAMPAÑAS: El Debate Evadido
Por fortuna Veracruz cuenta con una ciudadanía que percibe cada vez mejor el sentido en que ha de inclinar su voto en las urnas y aunque expuesto a la confusión, intuye cuando hay manipulación que pretende comprarle su voluntad. Se equivocan los que subestiman la conciencia de la sociedad.
Por eso cuando decimos que el pueblo opta por el abstencionismo, o bien, que está cansado de promesas, no es tan simple la cosa como decir que se trata de ciudadanos carente de sentido de responsabilidad ciudadana sino de una forma pasiva de protesta y en todo caso de un estado de la conciencia social.
Cuando fui estudiante de la Facultad de Ciencias Políticas en la UNAM recuerdo muy bien la pasión con la que sosteníamos las tesis de Pepe Revueltas sobre la inexistencia histórica del Partido Comunista de México, entre aquellas tesis se encontraba la propuesta del papel de un partido político como institución promotora de la conciencia y de cultura política democrática, es decir, los partidos políticos concebidos como instituciones organizadas y organizadoras de esa conciencia.
Más tarde - en los 70´s - cuando se llevaron a cabo las primeras reformas electorales, la legislación mexicana estableció responsabilidades de los partidos en esta materia, sin embargo, tal parece que todo esto del papel educador de los partidos se ha quedado en letra muerta.
Con excepción de contados intentos, en general lo que menos hacen los partidos es despeñarse como instituciones promotoras de la cultura política de los ciudadanos y menos de una cultura democrática.
Tal parece que los Partidos políticos se han rendido ante este reto, se han quedado en simples maquinarias electorales y no han podido hacer más. No hay tiempo, ni voluntad más que para aspirar al poder. El “para qué” del poder no importa; debatir “el cómo” tampoco y menos “el hacia donde” de las propuestas. Todo es oferta inmediatista para el hoy – para el trienio o el sexenio- como si no existiera México para las nuevas generaciones y nuestros hijos de primaria o secundaria carecieran de un destino en su propio país. El debate plural y a fondo es la materia reprobada por todos los partidos y sus “inteligencias” organizadas en fundaciones más oportunistas que pensantes.
Un axioma que no requiere demostración es el siguiente: quien no sabe a dónde va, ya llegó porque cualquier destino sirve para justificar que “hizo su mejor esfuerzo”, así, por ejemplo el PAN pide que se saque de las contiendas electorales lo que ayer le sirvió para seducir electores: el empleo porque los dirigentes de ese partido no es un problema creado por el llamado “Presidente del empleo” Felipe Calderón, sino mundial.
Precisamente la ausencia de ese dialogo sobre el Proyecto de Nación, es lo que explica la rebatinga de meritos por obras o acciones realizadas tratando de conquistar votos. Cuando la dimensión de una obra de gobierno no solo ha derramado beneficios sino también generado confianza, además de despertar la voluntad asociativa y de trasformación, es porque hay pisada, camino y rumbo (parafraseando a M. Jiménez Guzmán). Este es el caso de FHB, por ello la generosidad de su declaración hace unos días cuando dijo:
“Nadie que reciba un beneficio de gobierno, sea este Federal, Estatal o Municipal, está obligado a comprometer su voluntad o proyecto personal”…. las obras no deben ser utilizadas para efectos político electorales ya que solo expresan el cumplimiento de un deber y de un compromiso que se contrae desde que se pide el voto, el cuál es para servir y no para servirse del poder.
Tiene FHB tesis para otro nivel del debate que viene por eso no se explica el debate enmudecido. Hizo el mandatario veracruzano un importante pronunciamiento que debiera estar en la memoria, en el decir y en el hacer cotidiano de todos sus colaboradores y de todos los funcionarios de los tres niveles de gobierno.
Hacer obras públicas, ejecutar programas sociales no es ningún favor personal de quienes tienen por obligación ser los primeros en cumplir con la ley. Dentro de estas obligaciones tenemos el Presupuesto de Egresos de la Federación que año con año aprueba el Congreso y con cuyos recursos se ejecutan inversiones y programas sociales como el Seguro Popular cuya ejecución y éxito corre a cargo de los gobiernos de los estados. En el caso de Veracruz este servicio llega a más de 500 mil familias gracias al trabajo de miles de servidores públicos y al impulso que Fidel Herrera le viene dando.
Los recursos que ingresan a la hacienda pública provienen de los impuestos que pagamos los mexicanos, o bien, de las divisas que ingresan por concepto de la venta de petróleo. Luego entonces constituye una aberración pretender que los beneficiarios de los programas y obras deban sentirse comprometidos en la forma que ejercen derechos políticos constitucionales como el derecho a votar.
Lo que sí puede ser motivo de satisfacción y de publicidad partidaria es el “plus”, aquello que constituya una clara manifestación de talento y optimización de los recursos públicos que por ende se traduzca en una mayor capacidad para multiplicar impactos y beneficios. Esto es, capacidad del gobernante para utilizar el gasto público y otros instrumentos de política como detonadores de procesos que movilizan el potencial de recursos con que cuenta de la sociedad.
Esta capacidad, la del Estado Social de Derecho es parte del debate enmudecido y evadido y mientras los partidos y los candidatos no le entren, de noche todos los gatos son pardos. La disputa de Veracruz – codiciada por su riqueza, como de toda la nación, está más presente que nunca y no es una disputa entre candidatos a diputados federales sino entre fuerzas políticas.
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jueves, 5 de febrero de 2009
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CAMPAÑAS: EL DEBATE EVADIDO
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Despertar a Tiempo
fecha: jueves, 5 de febrero de 2009
11:44
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