Es el título que escogí para un libro en preparación. Le llamo así a una libertad de expresión condicionada a no afectar la imagen y los intereses de quienes están en el poder. Para los que no saben , hay comunidades rurales donde a los burros se les ata una soga al cuello y luego ésta a otra puesta en el suelo, tirante horizontal atada a dos estacas. El burro tiene libertad de moverse todo lo que quiera pero solo en ese espacio.
Durante casi medio siglo de servidor público me gané la sobrevivencia - puedo demostrar que no más- trabajando en dependencias federales, estatales y municipales. En esas décadas recorrí todas las escalas del poder, desde las más modestas hasta las más encumbradas. Desde modesto analista hasta de asesor de alcaldes, gobernadores o secretarios . Absolutamente en todos los trabajos, lo expreso con orgullo, fui invitado a trabajar y luego a irme a mi casa. Esto es, al círculo de negocios ilícitos jamás entré no solo por ser incompatible con mi convicción sino porque siempre fui visto con la desconfianza de ser libre pensador y crítico. Recibía mi salario y la oportunidad de vivir y conocer las entrañas del “elefante” , esa pesada y enorme burocracia a la que se refiere el Presidente Andres. Fue la oportunidad de conocer las más diversas políticas públicas, globales y sectoriales, lo mismo en su versión discursiva de papel que en la real que se ejecuta. La política social y particularmente la alimentaria fue mi preferida. Por eso fue mi tema de tesis en la licenciatura de ciencias políticas y también como articulista crítico. Escribir fue mi desahogo terapéutico, mi diván psicoanalítico o confesorio del pecado de pensar y discrepar del poder o de quienes lo detentaron también por décadas. Con los años escribir se volvió hábito , necesidad de oxígeno , frontera de la condición de asfixiado siempre en el límite de ser despedido. “Ya deja tus rollos papá te van a correr y no habrá para nosotros “ me decían con frecuencia en casa. Hoy laboro en un gobierno de transición (Morena) mis hijos no dependen de mi y parece que sigo reaccionando con los reflejos de la libertad del burro. No se porqué. ¿Acaso he sido amenazado? La censura como la represión de los derechos humanos tiene múltiples formas. Se supone que sería diferente y que la libertad de expresión encontraría respeto absoluto en gobiernos de la IVT. Tengo la impresión de que con el presidente Andrés así es y abundan los hechos que demuestran su convicción democrática cuestionada solo por la ultraderecha. ¿Y en un gobierno local como el de Xalapa? ¿Hay o no hay libertad de expresión en los servidores públicos ? Me pregunté después de leer que en alusión al maestro
Porfirio Muñoz Ledo, el presidente Andrés dicen que dijo que las libertades no se piden , se conquistan ! Y desperté como acostumbro siempre , a las 4 de la mañana a escribir. Continuará.