martes, 16 de octubre de 2007

LAS LECCIONES DE LAS INUNACIONES

El gobierno del estado de Veracruz comprará 10 dragas; una decisión muy esperada, porque permitirá desazolvar nuestros ríos, causa inmediata de las inundaciones. Pero la decisión – como otras tantas que se han tomado - también nos demuestra que la ruta, que el rumbo elegido es el correcto: mas facultades y recursos a los estados y municipios para ser menos dependientes de dadivas federales.

De esta dura temporada, podemos y debemos sacar muchas las lecciones de las inundaciones. Unas, seguramente ya las tiene asimiladas el gobierno estatal, especialmente sus áreas de protección civil y otras que faltará por aprender.


Veracruz tiene el privilegio de contar con poco más de la tercera parte de todos los recursos hidrológicos del país. Agua, agua por todas partes, por el cielo y por la tierra y por debajo del suelo. Agua que puede ser vida, generación de energía, limpieza y salud, producción agropecuaria, y sobre todo de alimentos o potencial turístico. En pocas palabras se cuenta con una de las más fuertes palancas para un nuevo desarrollo que sea compartido, que sea para todos y no solo para unos pocos.

Otra lección: Se demostró que los veracruzanos tenemos capacidad de prevención y de operación ante contingencias. Cada vez más capacidad de coordinación en las operaciones de rescate para evitar pérdidas, sobre todo humanas. Hay evidente capacidad de colaboración de la población afectada y la fuerza de la generosidad hacia nuestros semejantes. Una fuerza que une, que reconstruye lazos humanos que creíamos que se había perdido.

Pero….. (siempre hay un pero) si hemos de tratar de hablar con la verdad, hay que referirnos a otro tipo de lecciones: el que más tiene, también le toca más responsabilidad, la de cuidar lo que tiene. Cuidar el bosque cuidar el agua y cuidarnos del agua y pagar la cuota de esfuerzo que ello representa porque gratis no hay nada y es en este terreno en donde con los desbordamientos y las incontrolables corrientes de agua, salieron a flotar otras cositas, nada agradables por cierto y que tarde o temprano tendremos que afrontar si no queremos ser una comunidad de damnificados permanentes.

Por ejemplo, urge revisar, actualizar y hacer respetar esos planes de desarrollo urbano y hacerlos obligatorios, porque hasta ahora no se respetan por casi nadie.

Urge que los nuevos 212 alcaldes sean convocados a empezar con la prioridad de la basura; que digan con qué cuentan y qué les falta y cómo se va a atender el problema en forma local o regional. Falta un verdadero programa estatal de rellenos sanitarios o centros de reciclamiento: Con inversión privada, o mixta, pero a entrarle ya. La responsabilidad, jurídicamente es compartida aunque a cada quien le toque algo distinto. Falta más acción educativa de los medios para que apoyen el desarrollo de una nueva cultura ambiental como la que impulsa el DIF estatal con el Programa Tu Decides.

Es necesario que los tres niveles de gobierno y la misma Cámara de Diputados aborden el reto de las reservas territoriales que se necesitan para los asentamientos humanos y las familias que día a día crecen y demandan suelo seguro, equipado con servicios y a precios populares.

Necesitamos activar y poner a trabajar los Consejos de Desarrollo Urbano en cada región porque hay problemas cuyas soluciones deben condensarse o de lo contrario ni para atrás ni para adelante y esto es tarea en primer lugar de la SEDESMA.

Es importante también hacer efectivo el programa ABC AGUA, BOSQUES Y CUENCAS, que no se quede ni en el papel ni solo en decreto porque sin un freno efectivo a la deforestación, nos vamos a volver planicie desértica por el deslave de los cerros.

Necesitamos revisar las ley de responsabilidades de los funcionarios públicos estatales y municipales, el programa del Instituto de Acceso a la Información y acabar con el disimulo y la corrupción que propicia la construcción de unidades habitacionales en zonas que no reúnen los requisitos como vimos en Poza Rica.

Todo mundo sabe que son los ayuntamientos donde se cocinan los negocios sucios empezando por los permisos de construcción. Necesitamos que como un servicio social de las asociaciones de abogados y de los estudiantes de derecho se revise toda la legislación urbana para cambiar lo que haya que cambiar. Falta infraestructura de servicios, control del crecimiento urbano, planeación de asentamientos y planes de vialidades
FHB dijo “Veracruz está azolvado” y las inundaciones son causadas por el desbordamiento de los ríos que están llenos de basura, de plásticos y de diversos desechos”. Pues entonces yo digo hay que ir a las causas estructurales, las de fondo, y que se atiendan todos los frentes si queremos que en estos años por lo menos queden sentadas las bases del tan proclamado desarrollo sustentable.



martes, 2 de octubre de 2007

CUESTA MUCHO VIGILAR A BUROCRATAS

Apareció recientemente una declaración de nuestro gobernador que sin duda representa para los veracruzanos otra buena nueva que ya esperábamos porque tiene que ver con el combate eficaz a la corrupción en todas sus formas, sea por ineficiencia en la administración estatal o municipal o por corrupción abierta y descarada.

Fidel Herrera declaró que en breve enviará una iniciativa de reforma para que la fiscalización de los recursos públicos sea preventiva y que vaya al fondo de las causas. En buena hora ¡!! Por que hasta ahora, las cosas con el ORFIS y con el mismo Congreso suceden a toro pasado. Las cuentas públicas se revisan un año o dos después de que salieron los alcaldes. Además, las auditorias son únicamente contables, es decir no comprenden la evaluación integral del desempeño de los funcionarios y francamente así nunca detectan nada irregular porque los mexicanos somos expertos en hacer que cuadren bien las cuentas aunque los resultados en los hechos dejen mucho qué desear. ¿Qué pasa con esa actuación del ORFIS? Pues sucede que tanto se tardan que para cuando terminan y las revisan y aprueban los legisladores ya no se puede hacer nada y no se agarra ni un ratoncito de queso. La auditoria de desempeño, lo dice cualquier manual de auditoria gubernamental- para ser integral ha de involucrar a diversos enfoques multidisciplinarios y por ende, visiones, parámetros y métodos de análisis.

Los veracruzanos sabemos que los presupuestos desaparecen, que hay alcaldes que salen ricos, funcionarios que de la noche a la mañana pasan del bocho a los autos de lujo, de los modestos departamentos a las residencias de lujo, de empleados a nuevos empresarios. Todo esto se sabe y también se sabe que el Congreso aprueba cuentas públicas y que el ORFIS nunca recupera ni un centavo. Ofende el costo de un organismo cuyo resultado ni previene ni sanciona a nadie o sea todo mundo es perfecto.

Evidentemente estamos ante un fraude a la sociedad y ¡no se debe permitir más! Hoy sabemos que el ORFIS esta en crisis, y que se partidizó. Retrocedió perdió institucionalidad y respeto. Sabemos también que su integración dista mucho de lo que se esperaba que fuera. Por ello ésta es la oportunidad para que apoyemos al gobernador en su visión y su propuesta para que ese órgano técnico de la legislatura se modernice, se reforme en desde sus bases jurídicas, que sea realmente preventivo, que haga auditorias integrales y no solo contables, capaces de identificar las causas de las desviaciones y evite la corrupción. Claro que también reconozca meritos en aquellos que sean ejemplo de honestidad y eficiencia.

Esa reforma urge porque muy pronto se sabrá y se tendrá que corregir el hecho de que se gasten cientos de millones en pesos en una burocracia fiscalizadora que a brotado y proliferado por todas partes como plaga: fiscalizan las dependencias federales, organismos como PEMEX, la Auditoria Superior de la Federación, la Contraloría del Estado, la SEFIPLAN, la Secretaria de Fiscalización del Congreso, el ORFIS y las contralorías de los ayuntamientos. Un derroche cuyo debate afortunadamente ya esta agendado en el Congreso de la Unión y dará lugar a nuevas reformas constitucionales. Reformar a tiempo será la vía para que Veracruz destine a fines sociales y a obras útiles, el exceso de recursos que se gastan en una “burocracia fiscalizadora” que finalmente no fiscaliza a nadie.

Será la oportunidad para que nuestro estado se proyecte a nivel nacional con un nuevo rostro en materia de administración, de transparencia y combate a la corrupción. Los veracruzanos ya no queremos que las cuentas publicas sean “cuentos chinos” y en chino. Que se castigue realmente la corrupción sin distingos de partido; que se castigue la ineficiencia y que el ORFIS sea realmente preventivo, sobre todo esto. Es el momento de integrar un ORFIS con personal que desde la cabeza hasta el último servidor tengan el perfil profesional y ético demostrado con su historial y comprometido verdaderamente con los veracruzanos. Tremenda labor de rectificación le espera a la LVI Legislatura del Estado y en especial a la fracción parlamentaria que encabeza el diputado Héctor Yunes. Veremos.